EDUARDO BARRENECHE

La Justicia de Menores le inició procesos judiciales a 725 adolescentes infractores que cometieron 932 delitos en los primeros 10 meses de este año, un promedio de tres ilícitos diarios.

El 18 de mayo, dos hermanos rapiñaron un local de celulares en la Curva de Maroñas tras tomar de rehén a una cliente amenazándola con un cuchillo en el cuello. En una decisión polémica, el juez Hugo Morales resolvió, dos días más tarde, el arresto domiciliario para la menor de 16 años y su hermano, de 14. "Se entiende que la internación de un adolescente es el último recurso. Todos sabemos que la cárcel es mala tanto para adolescentes como para adultos", explicó el magistrado.

Dos años antes, el 7 de mayo de 2009, la entonces presidenta del INAU, Nora Castro (CAP-L) se reunió con los jueces de Menores para solicitarles que tomen en cuenta las medidas sustitutivas a la internación ante la elevada tasa de encarcelamientos en el instituto.

En ese momento, el INAU no contaba con suficientes cupos para todos los internos; seis menores habían sido alojados en cuatro comisarías tras un motín en el Hogar Piedras y en la Colonia Berro funcionaba "una válvula de escape" donde los internos "entraban por una puerta y salían por otra", según el abogado defensor Daniel Sayagués Laso.

Los datos proporcionados a la Suprema Corte de Justicia por los cuatro juzgados de Menores señalan que, entre enero y octubre de este año, hubo una mayor cantidad de adolescentes internados con privación de libertad que con medidas sustitutivas.

No obstante, las estadísticas prueban que hay una mayor tendencia por parte de los jueces en otorgar medidas sustitutivas a la internación que en años anteriores, pese a que el delito cometido es una rapiña y muchas veces incluye lesiones.

Un ejemplo de ello ocurrió en el Juzgado de 3er Turno en septiembre. El magistrado otorgó ese mes 13 libertades asistidas y una vigilada por rapiñas. En un caso, cuya sentencia fue fechada el 29 de septiembre, el juez del 3er Turno dictaminó para un menor la libertad asistida pese a que había cometido un atraco y había lesionado a su víctima o víctimas.

El relevamiento sobre la actividad de las sedes judiciales de menores en 2011, a que tuvo acceso El País, muestra que los jueces resolvieron medidas de internación en 421 casos entre enero y octubre. En tanto, en el mismo período los magistrados decidieron que 327 adolescentes recibieran medidas alternativas a la prisión. La mayoría de ellas libertades asistidas o vigiladas.

MÁS TRABAJO. Los datos indican que la actividad judicial referida a los menores aumentó en comparación con el año anterior.

Según estadísticas del Poder Judicial, entre enero y septiembre de este año, se les inició procedimientos a 633 menores por distintos delitos, el 90% de ellos rapiñas a comercios y peatones -muchas de ellas terminaron en homicidios o con lesiones de las víctimas. Los datos coinciden con el diagnóstico del fiscal Gustavo Zubía sobre que los menores ahora utilizan más violencia a la hora de cometer delitos.

En tanto, los procesos infraccionales en el mismo período de 2010 fueron 485. Es decir, hubo un aumento de un 30% de la actividad de los Juzgados de Menores de un año a otro.

Los juzgados de adolescentes también tuvieron en 2011 mucho más trabajo que en 2009 y en 2008, pese a que aún restan dos meses para culminar el año.

En los primeros 10 meses de este año, las sedes de menores dictaron sentencia en 725 casos. En todo 2009, fueron iniciados 693 procesos infraccionales de adolescentes y en 2008, 547, según las cifras de la Justicia uruguaya

Los datos del Poder Judicial sobre menores infractores con medidas de internación (421) coinciden con los números que tiene en este momento el Sistema de Ejecución de Medidas a Jóvenes en Infracción (Semeji) del INAU. Actualmente, en los hogares de la Colonia Berro y de Montevideo hay unos 450 internos. Sin embargo, autoridades del Semeji esperan que en breve se pasará la línea de los 500 internos si se mantiene el actual ritmo de ingresos.

La falta de plazas en los hogares de la Colonia Berro genera una superpoblación en los hogares que lleva a que muchos internos deban dormir en colchones tirados en el suelo.

El 14 de octubre, el Hogar Puertas -centro que aloja a todos los infractores y luego los deriva a otros hogares- quedó repleto.

Había 25 adolescentes en el carcelaje del fondo y 30 en contenedores. Los funcionarios amenazaron con ocupar si no se reducía el número de internos y se acordó con las autoridades un sistema de cupos.

"Acordamos una medida flexible en función de la cantidad de gurises que ingresan. En el Hogar Puertas no podrá haber más de 12 internos en los contenedores. Por 48 horas se aceptará que haya hasta 15 menores allí. Pero si ingresa el número 16, trancamos las puertas", dijo a El País el presidente del sindicato del INAU, José Lorenzo López.