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C.R.

Mañana la Comedia Nacional presenta el primer título de la temporada. "Codicia", del famoso escritor norteamericano David Mamet, sube a escena con dirección de Sergio Pereira en la Sala Verdi.

La anécdota es simple: los jefes de un grupo de vendedores organizan un concurso por el cual el que venda más ganará un Cadillac, el segundo unos cuchillos y el tercero un despido. A través de esa trama directa, Mamet explora, con impiadosa sutileza, un manojo de psicologías devastadas por el sistema capitalista.

El elenco integrado por Diego Arbelo, Fabricio Galbiati, Lucio Hernández, Pablo Varrailhón, Miguel Pinto, Daniel Spinno Lara y Carlos Rodríguez como actor invitado, dará vida a esta pieza cuyo título original es Glengarry Glen Ross. La obra fue llevada al cine con el título El precio de la ambición, con guión del propio autor, dirigida por James Foley y protagonizada por Al Pacino, Jack Lemmon y Kevin Spacey.

Según explica Pereira, uno de los temas clave de la obra tiene que ver con ese sentimiento de falsa tranquilidad que se puede sentir cuando se tiene un trabajo aparentemente seguro, y una posición económica supuestamente estable. La obra "nos ubica en la sociedad norteamericana del siglo pasado, donde el sueño americano todavía parecía real y, para alcanzarlo, todo valía. No importaba qué hubiera que hacer, ni qué delito cometer, ni qué cabeza pisar, con tal de llegar", afirma el director.

"Entiendo que lo esencial en este espectáculo es poder presentar al espectador ese descarnado ambiente social estadounidense, cuyos personajes están, a mi criterio, a buena distancia de cualquier estereotipo o adjetivación. Son simples ciudadanos que luchan a brazo partido por conservar su trabajo, sus magras remuneraciones, y en esa lucha pierden, o modifican, valores, principios, ideales", agrega.

En ese sentido, Pereira señala que el trabajo realizado en los ensayos buscó plasmar esa realidad ficcional de la forma más clara posible, sin insinuar culpables ni deslizarse hacia la sugerencia de soluciones. "Mamet fundamenta esta postura recordando que el público no va al teatro a ver una lección, sino un espectáculo. Si el espectáculo gusta, los actores hicieron bien su trabajo. En coherencia con su pensamiento y estilo, además, hemos privilegiado, en la puesta, el lenguaje directo, de ritmo cinematográfico", reflexiona.

El director asegura que él percibe la obra como un policial intenso, dado que hay como una búsqueda de un culpable, reacciones de sospechosos y una tensión constante y progresiva. "Y al final, como ocurre en todo buen suspenso, importa menos la identidad o captura del pecador, que haber accedido al despliegue del pecado", remata.

Codicia va viernes y sábados a las 21 horas, y los domingos a las 19 horas. Entradas: $ 90.