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PABLO MELÉNDREZ

Los ocupantes de un predio situado entre Manga y Canelones serán conducidos hoy ante la Justicia si no abandonan el lugar. Son unas 170 familias que reclaman acceder al terreno para construir sus casas, en parcelas que ya fraccionaron.

"Que cada cual, si le sirve quedarse, se quede en buenos términos, así venga la Policía", explicó, en tono casi de maestro, Juan Bocalandro, uno de los ocupantes del predio a sus compañeros, quienes lo escuchaban atentamente ya que él fue el responsable de hablar con una abogada que les prestará asesoramiento.

Desde el mediodía del lunes, unas 170 familias ocupan un predio de cuatro hectáreas ubicado en Pasaje de la Española y Cruz del Sur, en la zona del barrio Capra, entre Manga y el límite con Canelones.

Los ocupantes (en su mayoría personas que viven en la zona aunque sin casa propia) quieren acceder al terreno para edificar sus propiedades. Incluso, ayer en la tarde, a 24 horas de haber ingresado al lugar, ya habían dividido el campo en parcelas de 27 por 11 metros para cada familia.

El propietario del terreno y algunos vecinos denunciaron la ocupación ante la seccional 18, que el mismo lunes, por orden del juez penal Ricardo Míguez, intimó a los ocupantes a retirarse del lugar en 24 horas.

"Al quedarnos, es desacato, pero si hacemos bien los deberes -lo que implica estar tranquilos y prolijos- podemos lograr lo que queremos, que es estar acá", dijo Bocalandro ayer a sus compañeros, mientras el sol caía a plomo sobre el lugar.

Ayer, el juez Míguez resolvió que esperará hasta la tarde de hoy y en caso de que persista la ocupación, ordenará la conducción de los presentes a la sede judicial, con el objetivo de interrogarlos sobre los motivos por los cuales decidieron tomar el terreno.

Míguez dijo que una cantidad "mínima" de ocupantes ya se retiró por propia voluntad. Hoy, sobre las 17:00, por orden judicial, efectivos policiales se harán presentes en el predio para determinar cuántas personas siguen en el lugar. Ese es el paso previo antes de resolver el eventual desalojo.

"DE VIVOS, NO". Los ocupantes alegan que el propietario del terreno, donde años atrás existía un viñedo, no se interesa por el predio. Según contaron varios de los presentes, la semana pasada se desató un incendio en el lugar y quienes se ocuparon de extinguirlo fueron los vecinos.

"Nosotros no queremos estar de vivos. Queremos un lugar donde vivir, nada más. Si tenemos que arreglar con el dueño pagaremos en cómodas cuotas", dijo Bocalandro, quien vive "de agregado" en una chacra cercana.

Según los ocupantes, el terreno es propiedad de una empresa constructora que en marzo comenzará a construir viviendas en el lugar.

Carpas de camping estilo iglú y otras improvisadas, hechas con palos y nylon o sábanas, son las "viviendas" provisorias instaladas por los ocupantes para pasar sus primeras horas en el predio, que días atrás fue arrasado por un voraz incendio que quemó el poco pasto que todavía sobrevivía al intenso calor y la falta de lluvias.

Ayer en el correr de la tarde, niños, hombres y mujeres de todas las edades, se encontraban expectantes ante la posibilidad de que la Policía los desalojara por la fuerza. Eso, sumado a la presencia de periodistas y camarógrafos, completaba el inusual panorama de una zona rural de Montevideo donde hay una importante cantidad de chacras y viñedos.

"La Policía no va a entrar a pegar", aseguró en tono tranquilizador Juan Bocalandro, uno de los referentes del grupo de ocupantes, a sus compañeros.

Virginia López está casada y tiene una hija de dos años de edad. Hasta ocupar el terreno vivía en la casa de la abuela de su esposo. "Queremos construir viviendas como un barrio, aunque no tenemos un salario como para poder edificar de entrada", explicó Virginia.

Mario Arballo es otro de los ocupantes junto a su familia. "No queremos ganar el terreno de prepo; queremos buscar una solución porque somos gente que lo necesita", dijo Mario, y recalcó que el objetivo del grupo es "dialogar con el dueño" del predio para llegar a un acuerdo.