E.B.

Al enfrentar el primer paro general, el gobierno solicitó, al menos en dos organismos, que los funcionarios que no concurrieran a trabajar debían justificar su ausencia o expedirse sobre si iban a adherirse o no a la movilización de 24 horas convocada por el Pit-Cnt para el jueves 7.

Una circular del Ministerio de Relaciones Exteriores, fechada el martes 5, señala que el horario "será normal" e indica que "habrá flexibilidad" en la entrada en función de la merma en el transporte urbano.

"Teniendo en cuenta que para el próximo jueves 7 de octubre se ha anunciado un paro general, se agradece informar a través de la Dirección de Personal, las medidas que se han adoptado para asegurar el funcionamiento del servicio", dice la circular de la Cancillería.

Y remata advirtiendo que aquellos funcionarios que "no concurran a trabajar y que deseen justificar su ausencia, deberán hacerlo por nota ante la Dirección de Personal dentro de las 48 horas posteriores al jueves 7 de octubre, explicando en forma suficiente los motivos de la inasistencia".

El jueves 7, el gobierno permitió que el Ballet Nacional del Sodre realizara su gala, pese a que el Pit-Cnt había señalado la inconveniencia de tal decisión en varias negociaciones con jerarcas del gobierno.

Cuando el Pit-Cnt todavía discutía si el paro general se hacía entre el mediodía del miércoles 6 y el mediodía del jueves 7, una nota firmada por el director artístico del Sodre, Julio Bocca, y por el gerente del Ballet Nacional del Sodre, Gerardo M. Bugarín, ya advertía a los bailarines que el estreno del espectáculo "Gala del Ballet" "coincidirá lamentablemente" con la instancia del paro.

Tras advertir que los funcionarios del Ballet son "libres" de adherirse o no al paro, la nota decía que, como debe establecer el reparto que baile ese día, "solicitamos a cada uno de los integrantes del Ballet Nacional del Sodre que hagan saber a la Dirección Artística -antes del miércoles 29 de septiembre al mediodía- su decisión respecto a su adhesión o no al paro previsto".

El coordinador del Pit-Cnt, Juan Castillo, cuestionó la misiva del Sodre por considerarla "una medida de presión" a los trabajadores.

Según Castillo, muchos trabajadores del Sodre no respondieron ese mail y, sin embargo, fueron llamados por teléfono hasta el último día para que se pronunciaran sobre si iban o no a adherirse al paro.

Con respecto a la decisión del gobierno de mantener el jueves 7 la función del Sodre pese a que el Pit-Cnt había decretado un paro general para ese día, Castillo dijo a El País que "fue un profundo error político" de las autoridades gubernamentales.

"No leyeron nuestro mensaje de la inconveniencia de mantener por decisión política, una función del Sodre. El solo hecho de consultar a un trabajador qué va a hacer un día de paro es un elemento de presión", dijo el coordinador del Pit-Cnt.