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MADRID | Madrid volvió a recordar ayer, con diversos homenajes repartidos por la Puerta de Sol, la estación de Atocha y el Congreso de los Diputados, aquella aciaga mañana en la que, seis años atrás, 192 personas perdieron la vida en los atentados del 11 de marzo.

El primero de los actos fue en la Puerta del Sol, donde la presidenta regional, Esperanza Aguirre, el alcalde Alberto Ruiz Gallardón y los portavoces de los grupos políticos de la Asamblea capitalina procedieron a la colocación de una corona de laurel a los pies de la placa a los "héroes anónimos" que ayudaron a las víctimas, en una ceremonia que duró cinco minutos, al final de la cual sonaron el Réquiem de Mozart y el himno de España.

Tras el acto el alcalde se trasladó al lugar de los atentados y depositó una ofrenda floral.

Sobre el mediodía fue en la Cámara Baja donde se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del atentado del 11-M y a todas las víctimas del terrorismo, a las que les han recordado que no están solas. Luego se procedió a la lectura de una declaración institucional en la que se indicó que a partir de este año todos los 27 de junio se conmemorará el Día de las Víctimas del Terrorismo. La fecha hace referencia al primer ataque de la ETA, que en 1960 asesinó a una niña.

El presidente del Congreso, José Bono, remarcó que cualquier día serviría para rendir homenaje a las víctimas del terrorismo, pero hizo suya la propuesta de las asociaciones haciendo hincapié en el hecho "tan significativo y tan evidente de que la primera víctima de ETA fue una bebé, lo que pone de relieve la vileza de la banda terrorista".

Por la tarde, la Cámara Baja fue sede de otro homenaje en el que se leyó la Declaración universal de los derechos humanos y un grupo de niños que fueron víctimas de atentados leyó los nombres de todas las personas que perdieron la vida por las explosiones de los trenes.

A última hora, el Rey recibió a una representación de las asociaciones que agrupan a las víctimas del 11-M y a sus familiares, se realizó una ofrenda floral y hubo una Misa. POR DANIEL BELTRÁN ROHR, CORRESPONSAL