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Un centenar de activistas de las organizaciones de defensa de los animales Animas Naturalis y PETA se desnudaron y pusieron pintura roja este domingo sobre sus cuerpos en Pamplona para protestar contra el trato que se da a los toros en los encierros y corridas de San Fermín.

Los activistas antitaurinos, vestidos solos con bragas y calzoncillos negros, se tumbaron en la Plaza del Ayuntamiento de Pamplona, pintados con tintura roja que simulaba sangre y con banderillas puestas en sus espaldas, a un día de que comiencen las tradicionales fiestas de San Fermín.

Mientras permanecían tumbados y en silencio, algunos de sus compañeros colocados ante la fachada del ayuntamiento, desde donde el lunes se lanzará el "chupinazo", el cohete que marca el inicio de las fiestas, mostraban pancartas en las que se podía leer "basta ya" y la imagen de un toro.

Los activistas de PETA, que por octavo año consecutivo protestan contra las fiestas de San Fermín, también exhibieron distintos carteles en los que se podían leer lemas como "Pamplona: sangre, tortura y muerte", antes de retirarse coreando consignas en contra de las corridas de toros.

El lunes comenzarán con el chupinazo las famosas fiestas de San Fermín, que durarán nueve días con conciertos, bailes y toros.

El martes tendrá lugar el primer encierro de las fiestas, en el que los mozos llevarán desde los corrales hasta la plaza de toros a lo largo de un recorrido de 825 metros a las reses que serán lidiadas en la corrida del día.

Estos encierros, que desde 1911 han causado 11 muertos, atraen cada año a cientos de miles de personas de todo el mundo, especialmente estadounidenses y australianos. (AFP)