1/1:  20090528 600x407 ()

PABLO MELENDREZ

El padre del empresario venezolano Franklin Durán Guerrero y Alejandro Lagrenade, titular de Umissa, llegaron a un acuerdo en la causa que el primero denunció al segundo por desviar cerca de US$ 18.000.000.

Ante esa solicitud, y en acuerdo con el fiscal penal Eduardo Fernández Dovat, la jueza Fanny Canessa dispuso ayer la clausura de la investigación, iniciada en agosto del año pasado.

En un escrito presentado a la magistrada la semana pasada, las partes señalaron que solicitaban la clausura del expediente "en mérito a que se habían superado las desinteligencias que la motivaron", informó a El País el abogado de Lagrenade, Carlos Curbelo Tammaro. "No hubo ninguna intención dolosa en la conducta del denunciado y se estableció que los movimientos de fondos se habían operado con entera regularidad, sin afectar ni dañar patrimonialmente los intereses del denunciante", agregó.

El padre de Durán -detenido en Estados Unidos acusado por espionaje a favor del gobierno de Venezuela- había denunciado que en el marco del acuerdo firmado con el gobierno de Hugo Chávez para exportar casas prefabricadas, Umissa desvió parte del dinero recibido a una cuenta bancaria a nombre del empresario venezolano Guido Antonini Wilson.

Durán, ex socio de Antonini, señaló en su denuncia que Umissa recibió un anticipo de US$ 23.320.000 por la fabricación de 12.000 kits de viviendas prefabricadas, de los cuales US$ 18.000.000 se desviaron a una cuenta conjunta de Antonini, Lagrenade y otras dos personas y desde donde, a su vez, se giraron en favor del empresario venezolano y su esposa.

Por su parte, el abogado que representó a Durán en Uruguay, Bernardo Villamil, indicó a El País que "las partes llegaron a una autocomposición del conflicto" lo que derivó "en un entendimiento que permitió pedir el archivo de las actuaciones", aunque se excusó de brindar mayores detalles.

CONTRAGARANTE. La diferencia que motivó la presentación de la denuncia penal radicó en que Durán se presentó como la contragarantía ante una empresa aseguradora venezolana por los compromisos asumidos por Umissa. Sin embargo, a raíz de ciertos movimientos, Durán consideró que el aval que él había dado podía quedar sin cubrir ante la aseguradora.

Fuentes de Umissa dijeron que en la negociación realizada la semana pasada con el padre de Durán, se confirmó que el contragarante de la operación es Durán Guerrero, lo cual era ignorado por la empresa, quien, de acuerdo a lo ocurrido al establecerse esta operativa, consideraba a Antonini (entonces socio de Durán) como el contragarante. Afirmaron que en el acuerdo con Durán no existió una transacción económica si-no que se produjo porque los reclamantes acreditaron su condición de contragarantes.