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LA BARRA | M. GALLARDO

A la hora de denunciar los ruidos molestos, en La Barra no se salva ni la parroquia. El cura párroco, de 83 años, comentó a vecinos del balneario la notificación recibida días atrás cuyo texto lo sorprendió: "No podrá colocar parlantes en el exterior de la Iglesia ya que molesta el descanso de los vecinos de la zona (sí podrá utilizarlo para las campanas)". La misa se cumple todos los días de 20 a 21 y los domingos a las 10.30.

Edison Pallas, integrante de la comisión parroquial, afirmó en una misiva enviada a El País que ningún vecino de la parroquia presentó denuncia por ruidos molestos. Pallas sostuvo que el parlante exterior sólo se emplea en los horarios de misa. "Solamente se prende los domingos de enero y febrero en caso que la iglesia esté totalmente llena y haya gente en el exterior. Es una bocina de las que se colocaban en las calles", indicó Pallas. Los parlantes que figuran en la notificación son bocinas de color blanco que hace dos años fueron desconectadas. "Se utilizaban para tocar las campanas", explicó.

La parroquia remitió a la Junta Local de San Carlos, con jurisdicción municipal en La Barra, una consulta sobre detalles de la notificación y su alcance.

"Me gustaría saber cuáles fueron los decibeles constatados en la casa del vecino y sobre todo en su dormitorio, y si los mismos exceden los límites permitidos tomaremos las medidas para adaptarnos a la normativa vigente. (...) Sería deseable que el mismo celo puesto en este caso lo hubieran aplicado durante todo el verano, donde La Barra ha sido un caos".

La nota también expresa: "de no haberse realizado la medición no entendemos como vuestros funcionarios se pueden hacer eco de una denuncia de un vecino que dudamos que sea de la zona y en base a que parámetros determinaron que el ruido es molesto". Pallas dice que si es una broma, esta no es de buen gusto.