Un equipo de arqueólogos del Museo del Monasterio Franciscano de Tolisa, halló decenas de lingotes de hierro en el fondo del río Sava, en Bosnia. Estos fueron fabricados durante la Edad de Hierro y permanecieron ocultos allí por más de 2000 años.
Según los expertos, es el mayor hallazgo de este tipo en la historia de su país y podría aportar información sobre las poblaciones de la región en el inicio de nuestra era.
Los lingotes hallados se caracterizan por ser bipiramidales, es decir, barras, placas o bloques de metal que, por lo general, eran aptas para ser transportadas, procesadas y fundidas por herreros para crear otros elementos.
Esta expedición al río Sava comenzó con el objetivo de desenterrar objetos que habían sido visibilizados por un aficionado a principios de agosto de 2024.
Cómo se recuperaron las piezas
Todo empezó cuando Pedro Matkić, un hombre con gran interés en la historia de Posavina -cuenca que comprende parte de Croacia, Bosnia y Serbia- vio algo inusual en las aguas del río Sava. Allí tomó fotos y las envió al director del Museo Municipal de Vinkovci, Hrvoje Vulić, quien lo contactó con los arqueólogos submarinos que luego llevaron a cabo el rastreo.
Desde la entidad comunicaron que para el hallazgo, fue necesario seguir una serie de pasos que consistió en documentar la superficie, colocar puntos de referencia fijos y luego fotografiar el terreno para hacer una fotogrametría, con la que posteriormente se obtuvo un modelo 3D y el plano del lugar.
Después de realizada la primera parte, los objetos fueron numerados y extraídos a la superficie, colocados en recipientes de plástico que contenían agua destilada para favorecer su conservación. Lo que resta es llevar a cabo un análisis químico de los lingotes para poder determinar aspectos como la mina de origen del metal o la confirmación de rutas comerciales que antiguamente conectaban la Posavina con Europa Central.
Qué aporta este hallazgo
El hallazgo de los lingotes de hierro de Bosnia es el más importante de este tipo, ya que en Croacia se guarda uno solo y en Eslovenia dos o tres, según informaron las autoridades del museo.
Los científicos implicados en el estudio de estas barreras metálicas sostienen que de este, podrían desprenderse datos relevantes para la historia de la región. Por esa razón y por tratarse de una labor costosa, que requiere de insumos específicos, abrieron la posibilidad de que otros expertos de Alemania, Francia y Austria se sumen a la investigación.
La Nación/GDA