Estafas y lavado: las acusaciones a la minera de cripto que se va de Uruguay

La semana pasada la minera de cripto Tether anunció que se iba de Uruguay. La empresa había desembarcado en 2023 para instalar centros de datos y aseguraba inversiones por 500 millones de dólares, que incluían tres data centers y un parque eólico y solar. De eso poco y nada. Tras negociaciones sin lograr un precio diferencial con UTE (y facturas impagas por 5 millones de dólares), Tether decidió retirarse.

Más allá de la pregunta que queda sin responder sobre por qué una minera de cripto vendría a un país en el que la energía eléctrica es de las más caras de la región, es interesante dedicar este texto a indagar un poco más acerca de esta empresa y su relación con negocios como la trata de personas. Tether es emisora de USDT, una stablecoin vinculada al dólar que circula hoy por más de 143.000 millones de unidades.

Es también denunciada en todo el mundo por ser la principal herramienta de transferencia de dinero de las llamadas estafaspig butchering. Estos esquemas, originados en Asia, combinan la trata de personas con fraudes financieros. Miles de trabajadores son reclutados con falsas ofertas laborales y obligados a operar desde complejos en Myanmar y Camboya, donde deben seducir en línea a víctimas en Occidente y convencerlas de transferir dinero a plataformas de inversión falsas.

El circuito funciona de manera simple y efectiva: una vez que el dinero entra en el sistema fraudulento, se convierte rápidamente en tether. Desde allí se canaliza a través de intercambios globales como Binance, donde puede transformarse en otras criptomonedas o retirarse en efectivo. El atractivo de tether radica en que permite transferencias rápidas, con bajos costos y sin los controles del sistema bancario. Según la firma Elliptic, entre 2022 y 2024 estos grupos criminales movieron al menos 15.000 millones de dólares en tether.

Un engranaje central de este proceso son los llamados money mules, individuos o empresas pantalla que aportan cuentas bancarias o billeteras digitales. El New York Times dio cuenta de que redes como la plataforma Huione Guarantee, con sede en Camboya, ofrece servicios a los estafadores: desde software hasta sistemas de lavado de dinero. El procedimiento suele incluir bancos en Bahamas, donde se compran USDT que luego son convertidos en efectivo en casinos o a través de canales de pago vinculados a Huione.

Tether reaccionó a algunos señalamientos congelando 30 millones de dólares en USDT vinculados a Huione. Sin embargo, el monto fue mínimo en comparación con los volúmenes totales detectados. La empresa mantiene vínculos con bancos de Bahamas como Deltec, Capital Union y Britannia Bank & Trust, en parte debido a sus dificultades para sostener relaciones bancarias en Estados Unidos.

Mientras tanto, Tether intentó mejorar su imagen. Su CEO, Paolo Ardoino, anunció que la compañía está “en contacto con una de las Big Four” para una auditoría completa de sus reservas. Hasta ahora, solo se han publicado reportes financieros incompletos sin verificación independiente. El volumen de USDT en circulación alcanza los 143.500 millones de dólares, respaldados por activos cuya composición nunca fue auditada integralmente.

En Estados Unidos, la entrada en vigor del GENIUS Act obligó a Tether a rediseñar su estrategia. La empresa lanzó USAT, una nueva stablecoin respaldada por activos estadounidenses, como respuesta directa a esta ley que establece un marco regulatorio integral para el sector. Durante la Korea Blockchain Week 2025 en Seúl, Bo Hines —exdirector ejecutivo del Comité Asesor de Activos Digitales de la Casa Blanca y actual responsable de las operaciones de Tether en EEUU— explicó que el nuevo marco se aplicará tanto a USAT como a USDT, la stablecoin más utilizada de la compañía. El anuncio alimentó la especulación de que USAT quedará reservada para el mercado norteamericano, mientras que USDT seguirá circulando en el resto del mundo, tras haber sido prácticamente expulsada de Europa con la entrada en vigor de la ley MiCA.