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Se hizo la luz en Colonia del Sacramento

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El EILD 2019 dejó su huella en Colonia con la instalación lumínica de la fachada, el jardín, la sala de conferencias y teatro del Bastión del Carmen. Foto: Sebastián Sabalsagaray

TECNOLOGÍA

Iluminadores iberoamericanos del EILD intervinieron el Bastión del Carmen y la muralla.

Más de 200 diseñadores de iluminación oriundos de distintas partes del mundo llegaron a Colonia del Sacramento entre el 20 y 23 de marzo para participar de la quinta edición del Encuentro Iberoamericano de Lighting Design (EILD).

Esta iniciativa sin fines de lucro fue concebida nueve años atrás por un grupo de profesionales apasionados por la luz. El Comité Internacional del EILD está compuesto por 20 voluntarios de Argentina, Chile, Brasil, Colombia, Uruguay, México, España, Francia, y Portugal. Ellos unen esfuerzos para organizar los encuentros cada dos años en diversas ciudades patrimoniales.

El formato varía en cada edición. Esta vez le tocó a Colonia del Sacramento ser la anfitriona, y por primera vez se dejó un legado a través de dos nuevas instalaciones lumínicas: una abarcó el Portón del Campo, la plaza y la muralla, y otra el jardín y el interior del Bastión del Carmen.

“Los trabajos fueron una retribución a la ciudad por habernos recibido. La Intendencia nos cedió los espacios para hacer las conferencias y talleres”, apunta el ingeniero Ricardo Hofstadter, coordinador del Comité Organizador del EILD 2019.

Se pasó de la oscuridad a la luz en la zona de ingreso amurallada a través de “instalaciones sutiles con colores cálidos”.

El EILD 2019 dejó su huella en Colonia con la instalación lumínica de la fachada, el jardín, la sala de conferencias y teatro del Bastión del Carmen. Foto: Sebastián Sabalsagaray
El EILD 2019 dejó su huella con la instalación lumínica de la fachada, el jardín, la sala de conferencias y teatro del Bastión del Carmen. Foto: Sebastián Sabalsagaray

El sábado 23 se inauguró una luminaria 100% nueva en el Bastión del Carmen. Se colocaron proyectores sobre las paredes de la sala de exposiciones, y se filtraron los vidrios con diversos colores para hacer más cálida la luz natural que ingresa por el galpón donde antaño funcionó una fábrica. Además, se colocaron leds, y se alumbró el techo de madera del teatro.

Antecedentes. La primera sede del EILD fue Valparaíso en 2010. El formato en Chile fue de mini cursos de iluminación natural con charlas por cuatro días.

Luego fue el turno de Querétaro (México), y para esa edición se incorporaron juegos de luces.

En 2014 fue la única vez que no se hizo en una ciudad patrimonial, aunque la elección del Comité no fue al azar: se trasladaron hasta Medellín (Colombia) porque allí se celebra un destacado festival de luces, y la cultura en dicha materia está muy arraigada. Se realizó un taller de iluminación urbana con un plan director para la ciudad, y fue el evento más masivo: convocó 500 personas.

En la edición de Ouro Preto (Brasil) ganaron terreno los participantes: se implementó un juego donde los iluminadores debían recorrer la ciudad y relevar datos para desarrollar el posterior proceso creativo. “Fue el más original y plantó la semilla para el de Colonia”, según Ricardo Hofstadter.

Este ingeniero es el único representante uruguayo en el Comité Internacional, y se enteró en Ouro Preto que la próxima sede sería Colonia del Sacramento. La decisión se toma por consenso y lo sorprendió, sobre todo porque debió encargarse de la coordinación general del evento, que corre por cuenta del anfitrión.

El evento se financió seis meses antes de la realización con sponsors. El eje del Encuentro 2019 fue la comunicación a través de espacios de co creación.

“Quisimos que la gente de Colonia participara y viera lo que se puede hacer con luz. Por eso el taller de Emergencias Lumínicas realizó intervenciones efímeras en varios puntos del casco histórico. Fue una divertida perfomance con leds de colores, vídeos y música”, contó Hofstadter.

Los 200 participantes del evento en Colonia del Sacramento. Foto: Sebastián Sabalsagaray
Los 200 participantes del evento en Colonia del Sacramento. Foto: Sebastián Sabalsagaray

El plan para armar un evento perfecto

Los miembros del Comité Internacional del EILD varían pero suelen ser alrededor de 20, y hay representantes de toda Iberoamérica. Un año y medio antes de cada Encuentro se ven las caras para tirar los lineamientos generales de la organización; luego tienen reuniones virtuales semanales vía Skype. El trabajo para llevar adelante el evento se reparte en distintos subgrupos conformados por tres o cinco personas: comité de coordinación general, comité de sponsors (responsable de conseguir el dinero para el financiamiento), comité editorial, y el de comunicación (abarcó la externa, la interna entre participantes y redes sociales). El ingeniero Ricardo Hofstadter y la arquitecta argentina Eli Sirlin integraron el comité organizador y tuvieron que visitar Colonia más de 25 veces en estos dos años. “Nos reuníamos con la Intendencia para coordinar los locales donde hacer los talleres y charlas, y las instalaciones que quedarían como legado”, contó Hofstadter a El País.

MÁS

Mudanza a Europa con huella incluida

El formato elegido para la última edición del Encuentro Iberoamericano de Lighting Design (EILD) fueron tres charlas y 11 talleres útiles para el ejercicio profesional de los iluminadores. Una de las conferencias estuvo a cargo de Mark Major, del prestigioso estudio Speirs & Major. “Fue asesor personal del alcalde de Londres en materia de luminaria durante los Juegos Olímpicos de 2012”, señala Ricardo Hofstadter.

El espíritu del EILD es el intercambio entre los fanáticos de la iluminación, y las actividades se piensan para que fluya de esa forma. “Estás todo el tiempo charlando con profesionales de otros países. Se comparten almuerzos, cenas, talleres, y es todo muy comunitario: las mesas durante las comidas eran de 30 personas”.

El sábado 23 se anunció en Colonia que la edición 2021 los encontrará por primera vez en Europa: la próxima ciudad anfitriona será Santiago de Compostela. El plan es dejar un legado también allí porque esa instancia divirtió mucho a los participantes.

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