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Reconectar con la estacionalidad: saber qué se planta, cuándo se cosecha y cómo se come

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verduras

ALIMENTACIÓN

Saber qué se planta, cómo se produce y en qué época se cosecha es importante en varios aspectos: desde la calidad del producto en sabor y aporte nutricional, hasta su precio.

Que el tomate está caro y encima no tiene casi gusto, que no se consiguen frutillas por ningún lado o que las mandarinas no están dulces son solamente algunos de los muchos comentarios que se pueden escuchar un día cualquiera en ferias, verdulerías o supermercados cuando el consumidor elige frutas o verduras.

Si bien en algunos casos quejas como las mencionadas pueden ser válidas, en muchas oportunidades lo que sucede es que hay desconocimiento de algunas cuestiones.

Porque en agosto, por ejemplo, no es la época de plenitud de tomates en Uruguay, porque no se puede pretender frutillas en su máximo esplendor en marzo o mandarinas en enero.

“Estamos desconectados de las diferentes épocas del año y pedimos cualquier producto en cualquier momento. Y esa necesidad se nos satisface a punta de importación o de guardado de productos en cámaras”, dijo a El País Marcela Baruch, periodista especializada en gastronomía, quien junto al productor y especialista en semillas Paul Bennett acaba de publicar Tierra, un libro que busca reestablecer la conexión con la estacionalidad de los alimentos.

Sabor y nutrientes, entre otros beneficios.

Saber qué se planta en Uruguay, la manera en que se produce y en qué época se cosecha es importante en varios aspectos, siendo el que está más a la vista la calidad que tendrán esas frutas y verduras si están en su momento, lo que se traduce en mejor sabor y mayor aporte de nutrientes.

“Hasta por un tema de economía doméstica es bueno consumir de estación. Siempre saldrá menos algo que está disponible a algo que viene de otro país para suplir una necesidad que muchas veces está impuesta por modas o por estilos de alimentación que no corresponden tanto al lugar en el que uno vive”, agregó Baruch.

huerta
Foto: Pixabay

Por su parte, Bennett resaltó un aspecto que suele pasar desapercibido, que es el poder que tienen en sus manos los consumidores en el día a día: “Como consumidores somos portadores de un poder increíble, porque con nuestras decisiones podemos definir qué se produce y qué no se produce en el país. Podemos hacer que un producto se instale, que aparezca o que desaparezca del mapa”.

Baruch agregó que “cuando uno elige no comprar una verdura, y somos muchos eligiendo no comprarla, en algún momento eso va a dejar de plantarse. Y así, de un año para el otro se pueden hacer aparecer o desaparecer productos. Todas las elecciones que hacemos, hacen la diferencia”.

Aseguran que solo mudan las ferias de "pequeño porte". Foto: Reuters
Foto: Reuters

La frase de que “la naturaleza es sabia” demuestra ser cierta y por algo en determinado territorio crece lo que crece en un momento particular: “El abanico de productos que se planta hoy en Uruguay tiene que ver con nuestro acervo culinario de años; si bien hay algunas incorporaciones, lo que crece son los productos que necesita la población para alimentarse bien”, dijo Baruch.

Para Bennett, comer de estación “es la posibilidad de asociar algo cotidiano como lo es nuestra alimentación a los requisitos de nuestro organismo en cada etapa del año”. Además de los beneficios para el paladar, bolsillo y salud del consumidor, elegir productos de estación viene de la mano con comprar local y eso también suma puntos. “Fomentar el consumo local hace que más gente del entorno se dedique a plantar, tenga una salida laboral y el cliente tendrá un producto recién cosechado, que no tiene una semana sino unas horas o pocos días y por eso tiene más nutrientes”, sostuvo Baruch.

Un libro que nació del entusiasmo y la curiosidad.

La idea de plasmar todos estos temas en un libro surgió de charlas que la periodista y el productor comenzaron a tener algunos años atrás. Esas charlas a las que el entusiasmo y la curiosidad hacían durar horas iban de gastronomía, de cómo cocinar con tal o cual producto, de precios, de calidad, de verduras poco conocidas, de lo poco que se sabe de algunos temas y más.

“A partir de esas charlas comenzamos una búsqueda que nos fue marcando. Vimos, por ejemplo, que ninguna de las propuestas educativas en gastronomía en el país, ni públicas ni privadas, tenía el tema estacionalidad en sus programas. Eso nos parecía un debe muy grande. Y a nivel de información en Uruguay es muy poca y vaga la que hay publicada. Lo que hay es información en forma de calendarios de siembra y está buenísimo incentivar a la agente a plantar, pero la realidad es que el 90% de la gente en Uruguay no planta ni vive en el campo y se define en relación a la comida más como un consumidor que como un productor. Entonces nos pareció que más que tener una guía de siembra había que tener una guía de cosechas: saber cuándo y cómo se cosechan las frutas y verduras en Uruguay, cuál es el mejor momento para consumirlas y por qué y qué hacer con ellas”, concluyó Bennett.

Datos sobre nutrición, cosechas, recetas y más.

Bennett y Baruch son los autores de Tierra, un libro que busca reestablecer la conexión entre frutas y verduras con su estacionalidad, lugar de cultivo y productores. Pero detrás de las 240 páginas trabajó un equipo con perfiles que se complementan y suman.

La magister en nutrición Allyson Monzón aportó sus conocimientos y Gabriela Miconi e Inés Marracos, de Gaucha Estudio de Cocina, aceptaron el desafío de encargarse de las más de 30 recetas, sencillas pero originales.

Organizado por las estaciones del año y ordenado según la parte del fruto que se come (hoja, raíz, fruto, flor), este material busca poner en valor toda la cadena de producción, en especial a los productores.

Tierra ($1690, Grijalbo) está a la venta en librerías de todo el país.

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