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¿Por qué no recomiendan uso de túneles de desinfección?

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túneles de desinfección coronavirus

CIENCIA

Ministerio de Salud Pública seguirá línea de OPS para desestimar uso de sustancias químicas como cloro, ozono y luz ultravioleta sobre humanos para prevenir la COVID-19

El uso de cabinas, cámaras, túneles o arcos de aspersión para la aplicación de desinfectantessobre las personas, que en el mundo se están instalado en la entrada de empresas, mercados y centros comerciales, no está recomendado ni por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ni por expertos en toxicología y no cuenta con evidencia científica que lo respalde.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) todavía no comunicó oficialmente su postura sobre un método que está disponible en plaza, pero Carmen Ciganda, directora de Salud Ambiental y Ocupacional, adelantó a El País que se aplicarán los lineamientos de la OPS para desalentar el rociado de químicos o irrradiación UV-C sobre personas y animales.

Estos no son antisépticos para la desinfección higiénica de las manos, los que sí cuentan con aprobación sanitaria y de los que también hay dispensadores.

“Estamos alineados con la OPS en cuanto a que la tecnología de los túneles o cabinas o métodos de aspersión con utilización de ozono (u otras sustancias químicas) o luz ultravioleta no está aprobada directamente para su uso en humanos. Hay que reconocer que puede tener efectos es la salud”, afirmó Ciganda.

De acuerdo con un documento suscrito por sociedades de toxicología de la región, entre ellas el Centro de Información y Asistencia Toxicológica de la Universidad de la República (CIAT), se advierte sobre el riesgo del uso de estos túneles en la vía pública y en instituciones públicas o privadas. Amalia Laborde, directora del CIAT, fue categórica: “No hay ningún estudio que asegure que las personas se están esterilizando”, no solo contra la COVID-19, sino contra cualquier otra patología.

Riesgos para la salud.

La exposición a productos químicos como compuestos de amodio, cloro, peróxido de hidróxido, alcoholes y glutaraldehído y otras sustancias como el ozono implican potenciales efectos irritantes para la piel y mucosas, reacciones cutáneas, lesiones oculares y afectación del tracto respiratorio.

“En conjunto empeoran la situación de salud actual de la sociedad, afectando asimismo la vida animal y el medioambiente”, se lee en el comunicado firmado por las sociedades científicas. Laborde explicó: “No hay ningún estudio que asegure que las personas se están protegiendo porque el SARS-CoV-2 es un virus que está en las vías respiratorias. Si las personas se rocían con una solución, aunque sea muy baja, no es que vaya a caer muerta en un túnel, pero personas con problemas respiratorios, asmáticos y niños pequeños pueden tener complicaciones y no se ha mostrado efectividad en la reducción de los contagios”.

El nuevo coronavirus se transmite a través de microgotas que son expulsadas al hablar, toser o estornudar que caen directamente sobre el interlocutor o en superficies que son tocadas por terceros y que luego son transportadas desde sus manos a su rostro. Con este hecho confirmado, un túnel no genera ninguna barrera como sí lo hace el jabón o el alcohol en gel. El rociado no inactivará el virus dentro del cuerpo. La directora de Salud Ambiental y Ocupacional comentó: “No es habitual que las personas estén absorbiendo partículas de una campera. No es por tocarle el hombro a otro que es que nos vamos a contagiar. Por lo tanto, el rociado no es una metodología efectiva si se piensa que lo va a desinfectar”.

Si se atraviesa una cabina sin barbijo se está exponiendo directamente la boca y la nariz a las sustancias; también se advierte por hacerlo sin protección ocular o con ropa que no cubra los brazos y las piernas.

Ciganda puso el siguiente ejemplo cotidiano: si para lavar un piso con hipoclorito de sodio se usan guantes porque si se toca el líquido se irrita la piel y se generan vapores molestos, las cabinas usan concentraciones más fuertes por lo que, “con más razón”, requieren de precauciones, como que el trabajador que opera el sistema vista un overol específico, guantes y máscaras, al igual que debería usar la persona que pasa por el túnel. “No creo que den un equipo para pasar; te van a hacer pasar como vengas y eso es un riesgo”, apuntó.

Por ejemplo, Wanderers informó que estaba interesado en adquirir una cabina sanitizante para sus jugadores, su cuerpo técnico y sus funcionarios. Si se instalara una en la entrada del Estado Parque Viera, un día de cancha llena, deberían pasar por ahí más de 15 mil personas.

Además, Laborde y Ciganda, ambas toxicólogas, coincidieron en que los túneles de desinfección causan una falsa sensación de seguridad en las personas, lo que provoca que descuiden las medidas básicas de prevención científicamente probadas, como son el lavado de manos y el distanciamiento social.

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Su uso implica potenciales efectos irritantes para la piel y mucosas, lesiones oculares y respiratorias.

Uso indebido.

Las soluciones desinfectantes, de ozono y de radiaciones UV-C que cuentan con la aprobación de las autoridades sanitarias solo se recomiendan para la limpieza y desinfección de superficies u objetos inanimados, siempre y cuando se realicen por personas capacitadas y con el uso obligatorio de equipos de protección individual adecuado, debiendo evitar en todo momento la presencia de personas en el área de aplicación.

“Los túneles tienen una función en el mercado, por ejemplo, en la industria de los alimentos”, señaló Laborde. Estos sistemas eliminan microbios, virus y bacterias en cajas de alimentos para la exportación; pero también son utilizados para desinfectar valijas o manufacturas y salas médicas. Pero añadió: “Pero ponerlos en cualquier lugar donde entre gente los convierte en un riesgo”.

Estas prácticas de desinfección y esterilización están reservadas exclusivamente para personal con entrenamiento específico en el manejo de riesgos biológicos que utiliza equipos de protección. Y este no es el caso de una entrada a un centro comercial o una terminal de ómnibus.

Un proceso de desinfección efectivo debe considerar factores como la limpieza previa del objeto, la carga orgánica e inorgánica presente, el tipo y nivel de contaminación microbiana existente, la concentración y el tiempo de exposición al germicida, la naturaleza física del objeto, la temperatura y el pH del proceso de desinfección. “Y, al menos, tiene que estar cinco minutos a determinadas dosis. ¿Quién va a estar rociándose con una sustancia química cinco minutos?”, increpó Ciganda.

Cualquier intento de desinfectar la ropa de una persona implicaría la formación de una capa uniforme del producto sobre la superficie por ese tiempo pero en el caso de los túneles, ni el tamaño de la gota ni la nebulización permitiría humectar totalmente la vestimenta, lo que genera una exposición innecesaria.

Con todo, la directora de Salud Ambiental y Ocupacional concluyó: “No estamos a favor de su uso en humanos. Es más efectivo un tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento social que el rociado con determinadas sustancias químicas. No va a eliminar un virus que se transmite al hablar, toser o estornudar”.

Circulación de las gotas del suelo al aire,

A la falta de evidencia médica de su uso sobre seres humanos y animales, los efectos en salud esperables y a la sensación de falsa seguridad que genera en las personas, los túneles de desinfección tienen otro problema. Las técnicas de aspersión “levantan del suelo” los virus o bacterias que pueden estar depositados en esa superficie “y hacer que circulen de nuevo”, lo que, a juicio de Carmen Ciganda, directora de Salud Ambiental y Ocupacional del Ministerio de Salud Pública, “es un peligro para el trabajador y para el público en general”. Un comunicado de la Organización Panamericana de la Salud dice al respecto: “La acción de pulverización podría aerosolizar y, por lo tanto, dispersar el virus a través de gotas que aumentan la transmisión”.

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