Cachorros

La Fundación de Apoyo y Promoción del Perro de Asistencia (Fundappas) busca socializadores para sus cachorros de labrador que serán educados para trabajar como perros guía o acompañantes. A pesar del contexto de pandemia, se necesitan cinco voluntarios para el próximo mes que quieran ser la primera persona con la que los cachorros tendrán contacto y que deberán extremar los cuidados del animal.

El trabajo de los socializadores es fundamental, ya que el éxito del desempeño de un perro guía para ciegos o para niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), dependerá del cariño y el vínculo de confianza que se forme con el cachorro.

La tarea del socializador supone enseñar obediencia y buenos hábitos a los animales, así como convertirse en una compañía en las actividades diarias como estudio, trabajo, compras, entre otras.

“El trabajo del socializador es fundamental para preparar a un perro guía, en cuanto a que el socializador recibe al cachorro con poquitos meses y le da todo el amor. Es esa persona, quien le hará sentir al ejemplar que es un ser querido, hace que el perro replique ese cariño y se forme una relación muy importante”, indicó Alberto Calcagno, presidente de la fundación.
Los socializadores conviven durante algunos meses con los perros y ellos los acompañarán a la mayor cantidad de experiencias humanas posibles para que a futuro no se sorprendan con los eventos que puedan surgir en un día rutinario.

De esta socialización depende el éxito en su desempeño como futuro perro guía, cuando tenga la gran responsabilidad de guiar a un usuario ciego o de acompañar una persona con TEA.

Cada cachorro comparte entre ocho y 10 meses con su socializador, dependiendo de los tiempos de los entrenadores y la capacidad de la escuela. La idea es que al cumplir el año comiencen su educación.

Para postularse para ser socializador se debe completar un formulario en el sitio de Fundappas. Sin embargo, si hay fumadores en el hogar o un perro guardián no se podrán anotar para la tarea.

“Se trata es que el cachorro tenga cero agresividad y como los cachorros imitan a sus mayores, si aparecen perros agresivos, el cachorro en algún momento va a mostrar lo mismo”, detalló.

Además, no puede quedar solo más de dos horas por día. Tiene que estar permanentemente acompañado con el socializador o con alguien de la familia.

Los perros pueden integrarse en hogares de una sola persona o familias: “Nosotros tenemos un responsable de la socialización, pero esa figura puede tener su familia o pareja e incluso sería hasta preferible que hubiese más de una persona en el hogar. Pero tampoco es obstáculo que el socializador viva solo”, destacó.

“En los próximos días entrará una camada de cachorros y en alrededor de un mes necesitaríamos que cinco cachorros tengan su socializador. La entrega no es inmediata porque hacemos reuniones, los conocemos, visitamos el lugar donde estará el ejemplar”, destacó el presidente de Fundappas.

Además, señaló que durante el tiempo de la socialización del cachorro la fundación se hace cargo de la alimentación, vacunas y antiparasitarios.

Tras la llegada del coronavirus a Uruguay, la organización compartió sugerencias para mantener el distanciamiento social con un perro de asistencia.

El primer punto es no permitir que acaricien al animal, ya que podría dejarse el virus en el pelo del perro. Además se sugiere sacar y trabajar con el perro en horas poco concurridas y evitar las concentraciones de personas.

Evitar plazas y otros animales es otro punto a tener en cuenta para evitar el contagio.

El shampoo seco y las toallitas húmedas para perros son grandes aliadas, especialmente porque no se los puede bañar todos los días pero sí una higienización de este tipo ayudará a eliminar el virus de su pelaje. El alcohol en gel está prohibido.

Respecto a la cuarentena, la organización propone tener un plan para entretener a los perros dentro de casa y únicamente salir para que haga sus necesidades.

Por otro lado, se aconseja tener las raciones para un lapso de dos semanas, ya que por temas de stock puede ser difícil recibir o salir a adquirir la comida y cambiar la ración habitual puede causar problemas digestivos.

Además, si no el socializador no se siente capacitado para cuidar correctamente al perro durante el aislamiento, la organización recomienda buscar apoyo para que otra persona se haga cargo del animal durante este periodo.