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Las nuevas librerías son abiertas por jóvenes, en locales chicos y con oferta variada

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Librerías

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En el último año, han surgido varias propuestas atendidas por sus propios dueños. Ofrecen todo tipo de libros, pero también se especializan en determinados temas.

"Es lo lindo de Montevideo, que tiene un montón de librerías”. Palabras de Juan Rodríguez Laureano que, a los 19 años –tiene 38–, entró a trabajar en una librería y no salió más de ese mundo. En los últimos años lo vivió desde el vertiginoso ritmo de las editoriales o distribuidoras, pero el año pasado decidió cumplir el sueño de la librería propia y compró una de las más viejas de la calle Tristán Narvaja: Napo Libros.

“El librero estaba muy viejito, no iba a seguir y la idea era continuarla”, contó sobre la librería que estaba próxima a cumplir 50 años con un mismo dueño. No le cambió nada, decidió mantenerla como una vieja librería de barrio y apenas hacerla más transitable. Así nació Librería Montevideo en diciembre de 2018. “La dejé muy parecida a como el antiguo dueño la tenía hace 20 años”, agregó sobre su primera librería como dueño.

La iniciativa de Rodríguez Laureano se ha venido repitiendo bastante en el último año, con veinteañeros o treintañeros que aman los libros y, solo por darse el gusto de la librería propia, abren locales chicos en Montevideo que atienden ellos mismos. El negocio llegará con el tiempo, aunque son conscientes de que el rubro da para vivir y nada más.

“Nadie puede poner una librería pensando en enriquecerse. Es más bien para trabajar de lo que a uno le gusta”, señaló Juan Videla (33 años) que decidió dejar atrás la empresa forestal en la que trabajaba y sin ninguna experiencia abrió Los Miserables (Rivera y Pablo De María), librería que funciona desde el pasado 1° de agosto.

Para la pareja de novios Mateo Cortés (29) y Agostina Borzacconi (25), licenciados en Ciencias de la Comunicación, Bonhomía, ubicada en Chucarro y Masini, también es su primera librería, pero ya venían con algo de experiencia de vender libros online bajo esa misma marca, desde enero de 2018. Mateo tenía además la marca online Librería de Fútbol desde 2016, por lo que juntaron ambos negocios y se decidieron por el local físico. La apertura fue en octubre de 2018.

“Si bien contábamos con una oficina en Sinergia con gran parte del stock, nos pasaba que mucha gente nos preguntaba dónde era el local o dónde podía ir a ver más libros. Fueron varios factores los que nos llevaron a abrir la librería, pero el principal fue apostar a vender más”, explicó Cortés sobre una decisión que resultó acertada. “Cuando descubren que tenemos un local, vienen a buscar el libro que encargaron por internet y se llevan dos o tres más que ven en el momento”, destacó.

Talleres, venta de vinos y más actividades

Talleres y presentaciones de libros entran dentro de las actividades que tanto Bonhomía como Los Miserables piensan incorporar en su propuesta. La primera ya tiene organizado para fin de mes un taller de escritura creativa de fútbol a cargo del exfutbolista y escritor Agustín Lucas. El espacio es la principal limitante que tienen estas librerías, por eso estas actividades no entran en los planes de Librería Montevideo. Los Miserables, además, ofrece vinos a la venta, mientras que Bonhomía cuenta con juguetes para niños. Librería Montevideo vende artículos de imprenta como almanaques.

Tradicionales.

En los tres casos se trata de librerías que ofrecen todo tipo de libros, pero con algún sello en particular. Bonhomía cuenta con el espacio dedicado a Librería de Fútbol, con títulos que se pueden encontrar en otros lados, pero muchos que solo están allí. Eso les permite atraer un tipo de clientela que, de otra forma, quizás no visitaría el local.

Librería Montevideo apunta a ser una librería clásica. Es la única de Tristán Narvaja que ofrece libros nuevos, con especial énfasis en la literatura uruguaya. “Trabajamos con varias editoriales independientes”, dijo su dueño.

A Videla le gustan los libros vinculados a la historia y los ensayos, pero trata de que Los Miserables contemple todas las preferencias. “Siempre se hace la gestión para conseguir lo que le interesa al cliente”, apuntó.

Librería Montevideo es la que más trabaja con un público “de tránsito”, en una zona que comprende al BPS, el Banco Hipotecario, Antel y la DGI. Además, Rodríguez Laureano remarcó que es la calle por la que transitan más universitarios, teniendo en cuenta que es el barrio de las facultades de Derecho, Bellas Artes, Humanidades y Psicología. “Se trata sobre todo de gente adulta, pero estoy arrimando bastante gente joven, con autores de la generación de menores de 40, que hay un montón y muy buenos”, detalló.

En tanto, Los Miserables y Bonhomía tienen como primer cliente al habitante del barrio. “Me dicen ‘vivo acá a la vuelta’, ‘vivo enfrente’, ‘qué suerte tener una librería cerca’, y ya han empezado a volver”, contó Videla.

Está estudiado que la influencia de los negocios físicos es de 500 metros a la redonda y ese público, según Cortés, es captado por Bonhomía, si bien hay otras librerías en ese radio de acción, como Libros de la Arena e Isadora Libros.

“Nos piden mucha novela negra. Es un público que está muy atento a las novedades, más que nada a las recomendaciones: lo que salió en el diario, en la tele, en la radio”, acotó el librero.

También atraen mucho a la gente que le gusta el libro objeto, que es ese libro que no solo es para la lectura sino que además funciona como un elemento de decoración. “Nos piden bastante y nos llama mucho la atención. Generalmente, son libros que ya tienen su edición común, pero de los que las editoriales, por éxito de venta o por lo que sea, hacen ejemplares especiales. Son de tapa dura, con ilustraciones”, explicó Cortés sobre una de las especializaciones de Bonhomía.

Los responsables de las tres librerías están muy contentos con sus respectivos emprendimientos. Saben que tienen que armarse de paciencia porque no es una actividad en la que vayan a ver resultados inmediatos.
Cortés y Borzacconi, por ejemplo, encaran Bonhomía como su principal entrada de dinero, pero paralelamente buscan otros trabajos. Videla es el más nuevito con Los Miserables, por lo que por el momento disfruta del sueño cumplido. Y Rodríguez Laureano, el más conocedor del rubro, está tranquilo porque Librería Montevideo sigue los pasos de Napo Libros y por ello ha heredado varios de sus clientes. Igual advirtió que “visto de afuera, hay una imagen muy romántica de las librerías y es un laburo muy dinámico. Si te quedás, fuiste”.

Abren y cierran, pero el número se mantiene

Por su trabajo en el mundo editorial, Juan Rodríguez Laureano (Librería Montevideo) sabe que en la capital uruguaya y la periferia hay unas 100 librerías. Todos los años cierran y abren locales, haciendo que el número se mantenga estable. “Es un promedio de tres librerías por shopping, ya ahí tenés 18; en la zona de Tristán Narvaja hay 17 y se está armando otro paseo muy lindo de librerías en la zona del Cordón más cercana al Parque Rodó”, detalló el librero haciendo referencia a Lautréamont, Diómedes, Escaramuza, Mundos Invisibles y Libros del Parque, entre otras.

Lectura y parque para niños y jóvenes

En marzo de 2018, una pareja de venezolanos que ya hacía un tiempo que había emigrado a Uruguay, abrió Galartija. Ubicado en el barrio de Carrasco (Av. Cooper 2127), se trata de un lugar para niños y familia que cuenta con librería infantil y juvenil, parque sensorial, sala de talleres, cafetería y salón para cumpleaños. La librería ofrece títulos para niños y adolescentes especialmente seleccionados, dentro de los que predominan los libros álbum o ilustrados y de tapa dura. La selección inicial la realizó Virginia Mórtola, máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil, y ahora está a cargo de Milagros Lagarejo.
Durante la semana, concurre en su mayoría gente de la zona, de Malvín y del Buceo; mientras que los fines de semana llega público de distintos barrios de Montevideo. También se acercan muchos extranjeros, ya sea turistas o residentes en Uruguay. “Hubo una comunidad de italianos, lituanos y estadounidenses que venían siempre, una vez a la semana”, recordó Lagarejo.
En cuanto a los talleres, actualmente se dicta uno de robótica, otro de arte y un tercero de música a cargo de Melania D’Acosta. Este sábado tiene lugar un taller de psicomotricidad destinado a padres, dictado por el doctor en Educación, Xavi Forcadell Drago, de la Universidad Autónoma de Barcelona.Todas las actividades son pagas.
El ingreso al parque cuesta $200 y solo pagan los niños. Galartija funciona de miércoles a domingos, de 10 a 18 horas.

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