ENTREVISTA

"Hago recetas y digo boludeces. Al mismo tiempo”. Así se presenta Paulina Cocina en su biografía de Instagram. Su verdadero nombre es Carolina Puga pero Paulina Cocina es la marca que siguen casi tres millones de usuarios en Instagram, casi tres millones y medio de suscriptores en YouTube y centenas de miles en TikTok, Twitter y Facebook. El País charló con esta creadora de contenido argentina en el Campus Party, la feria de innovación y tecnología que tuvo lugar en Punta del Este, donde se acercó una gran cantidad de público para conseguir una selfie con uno de los rostros más conocidos de las redes sociales.

-Empezaste a subir videos en 2008. En esa época ni siquiera existía la palabra “youtuber”. ¿Qué encontraste en ese momento en esa plataforma?
?
-Cuando empecé no vi nada en ninguna plataforma. Yo subí un año videos en YouTube y nunca vi cuántas views tenían esos videos. Era otra época en la que lo que existían eran los blogs. YouTube acaba de aparecer y de cocina no había tanto. La realidad es que yo usaba YouTube para subir los videos como nube. En esa época lo que había era un mundo inventado. Paulina Cocina se supone que era súper famosa y decía que me llegaban mensajes de todas partes y nadie me mandaba mensajes. Era un chiste con mis amigos. No veía nada pero sí sabía que había algo que me decía que era por ahí. Primero que amaba hacer los videos. Me encanta filmarme y subir los videos y cuando algo te gusta mucho tenés que seguir haciéndolo. Parece una tontería pero no estaba tan claro a mediados de los 2000 que el camino era por ahí. Yo lo tenía clarísimo. Y apuntaba a tener un blog y algún día sacar un libro o que quizás le podía vender los banners a alguna marca. Todo lo que vino después no lo podía prever porque no existía.

-¿Cómo diste el paso para dedicarte a generar contenido de cocina de manera exclusiva?
-Lo que sucedió es que hice un año de videos y los dejé por cinco porque tenía mucho laburo. Y lo retomé en el año 2013. En el 2013 internet era otra. Existía el contenido en YouTube, las páginas en Facebook eran furor. Hay una cosa que nunca cuento y es que yo tuve en el medio un par de experiencias medio piloto. Puse un blog de cortos. Me di cuenta que en internet había muchos cortos que nadie los veía. Estaba muy buena la idea. Juntaba cortos que estaban alojados sobre todo en Vimeo, los veía y los curaba. De cada 100 cortos sacaba dos porque te mandaban de todo y le dedicaba mucho tiempo. Subía tres por semana a una página web. La gente tenía que votar en un WordPress que había toqueteado con código y los subía y los hacía competir. La gente que hacía cine estaba chocha porque nadie les daba bola y yo los difundía pero eso se acabó rápido porque yo no sé de cine. Cuando volví con Paulina Cocina sabía que no podía hacer más de dos videos por semana porque era un tiempo tremendo si lo hacía todo yo. Sabía que tenía que alimentar la red que existía en ese momento que era Facebook y la web con más recetas y que tenía que hacer fotos. Había aprendido de SEO, había aprendido como tenía que ser el texto. Me quedaba hasta las 2 de la mañana leyendo sobre palabras claves. Era todo lo que me interesaba en la vida. Además de mis hijos.

-¿Qué peso le empezaste a dar a las métricas de los videos para crear tu contenido?
-Soy socióloga pero soy una youtuber a toda honra y tengo la ventaja de haber estado tanto tiempo con el método científico. Sé que, por más que esto me apasione, no hay que confiar en mi intuición ni en nada que yo pueda decir que no lo respalde un dato. Internet es el reino de los datos. Ningún producto audiovisual por fuera de internet tiene tanto dato. Desde el inicio sabía que no tenía que dejarme llevar por todo lo que a mí me gustaba. Tenía que ser objetiva y decir esto sí y esto no.

-¿Qué tan importante es conocer tu audiencia?
-Conocer a la audiencia es un engaño porque a veces la audiencia no sabe lo que quiere. Yo me miro mucho como audiencia. ¿No te pasa que ves algo y decís que está muy bueno? Ese es el trabajo del creador. Dar lo que no sabía que querías. Mi audiencia me sigue pidiendo que haga un budín de dulce de leche. Me hundo si hago un budín todos los días. A veces tenés que dar algo bueno o dar algo nuevo y ver cómo reacciona esa audiencia. A veces te va mal. Me pasa todo el tiempo.

-¿Tuviste algún caso de videos que tuviste que parar por las métricas?
-Miles. Pero no lo corto. Yo tengo un problema enorme que es que yo sé que es lo que funciona y lo que va a funcionar pero a veces no lo quiero hacer. Y lo digo como problema porque a veces me arrepiento. A veces hago cosas que quiero hacer y les va mal y me digo que soy una idiota porque sé qué es lo que va a funcionar. Pero después hago lo que funciona y me arrepiento. ¿Cuánto puedo sostener algo que no tengo ganas de hacer? Me ha pasado con proyectos a los que les invertí tiempo y dinero y que no funcionaron. Internet tiene varias cosas. Primero es que para que las cosas funcionen les tenés que dar tiempo. No podés sacar un contenido una vez y decir que no funcionó. No. Tenés que hacer ocho o 10 episodios por lo menos y arriesgarte y a partir de ahí vas a medir. Lo que yo no me permito es no entender. Yo necesito saber qué es lo que no funciona y porqué. A veces está muy claro y otras veces son hipótesis. El año pasado hice una serie. Tenía ganas de que viniera gente nueva a mi canal y era una serie en la que yo no cocinaba. Yo me creía que la serie iba a romper internet. La idea era fabulosa: llamo a dos expertas en tortas, van a dar algo que yo no puedo dar porque es un arte que yo no tengo y vamos a hacer tortas bizarras. Vamos a hacer tortas con la cara de Ibai Llanos, de Bizarrap… tortas delirantes. Yo les ponía un desafío y ellas tenían que lograr esa torta. Yo aparecía en algún otro momento, pero no cocinaba. No les fue mal, pero comparado con mis métricas, esa serie no funcionó. Y yo lo lancé como esto es un antes y un después en los contenidos de cocina. Le fue muy pero muy mal. Entonces llamé a YouTube porque necesitaba que me explicaran porqué le iba mal porque yo no entendía y los episodios estaban buenos. Conclusión de toda la gente a la que consulté: le va mal porque no estás vos; la gente espera verte a vos cocinando.

-Al saber todas las estadísticas, ¿te sentís presionada o sentís alivio por tener esa herramienta a tu favor?
-Me ha pasado de todo. Generalmente cuando a algo le va mal y yo entiendo porqué, ya estoy tranquila. Toda la pasión y el amor que le pongo a la parte creativa es frialdad al momento de ver los números. Que a algo le vaya mal a mí no me toca el corazón: me toca la cabeza. Quiero saber por qué, quiero saber qué pasó para no pifiarle la próxima; y cuando a algo le va bien también quiero saber por qué para repetirlo. Así de simple. Pero depende del momento anímico en el que estés te pega mejor o peor. No está bueno que hagas algo con toda la ilusión del mundo y le vaya mal.

-Siempre te mostrás alegre, ¿te sentís presionada por tener que mostrarte siempre así porque es lo que la gente espera de vos?
-Un poquito sí. Me pasan dos cosas. Si yo tengo un día malo no hago historias de Instagram porque no me salen. Y si tengo que grabar un video de YouTube y, esto te lo puede decir cualquiera que haga televisión o radio, la cámara se prende y vos arrancás. Es un trabajo.

-Si no existieran las métricas, ¿cómo pensás que sería Paulina Cocina?
-Me hundo. Pero si yo no supiera cuánta gente ve las cosas, haría más recetas de pescado y no haría tantas recetas dulces. Yo empecé a hacer cosas dulces por Paulina Cocina porque la gente lo pedía. Si no supiera ninguna métrica, las introducciones de mis videos serían un embole. Si hay algo que cambié son las introducciones. Cuando hacés contenido online y mirás métricas vos te debatís. Hay una parte que es tu ego, vos querés estar. Vos sos quien se pone delante de la cámara. Y hay otra parte que es la métrica. Mi métrica me dice que quieren ver la comida. Existe la curva de retención de audiencia que te dice como la gente ve tu video. Lo normal es que baje. Baja cuando aparezco y sube cuando vuelve la comida. Significa que la gente adelanta porque quiere ver cómo hago la comida. Pero yo no soportaba empezar con la receta. Tardé tres años en sacarme del 80% del video y dejar 80% de comida o hasta 90%. Quieren verme cocinar y quieren ver la comida. Saqué la introducción creo que el año pasado. Y lo sabía. Sabía que iba a funcionar mejor. Yo lo miro; yo lo sé. Cada vez la hacía más corta hasta que la saqué porque esa introducción es el título del video. “Torta de chocolate”. Hacés clic y ponemos dos huevos. Y yo como una tarada seguía diciendo: ‘Hola, soy Paulina Cocina’. Siete años tardé en sacar eso.

-¿Qué trucos quedan mejor en cámara para mostrar la comida?
-Para mostrar la comida hay dos reglas. La regla número uno en la cocina en internet es: si chorrea hay clic. Lo que chorrea es thumb stopping. Queso, chocolate, algo chorreando. Ese es mi clic. Si yo pongo queso, vos hacés clic…

-¿Qué consejo les das a los nuevos creadores de contenido?
-¿Vieron que todo el mundo dice ‘persigue tus sueños, no dejen de soñar’. No sueñen una goma. Pónganse a hacer cosas. No es fácil saber lo que uno desea. La única forma de saberlo es hacer, no es pensar ni proyectar. Es hacer. Si quieren hacer videos, agarren la cámara y hagan uno. Pierdan la vergüenza y súbanlo. Lo más posible es que no lo vaya a ver la gente pero no pasa nada. Con el contenido en internet se aprende en el camino. Internet es como un laboratorio gigante y si no empezás no vas a hacer. Es como cocinar en un punto; vos podés leerte 200 libros pero hasta que no agarres el cuchillo y te pongas a cortar cebolla… Mi único consejo es eso: si van hacer contenido, fílmense hoy y suban contenido hoy y después ven que pasa.