"La endoscopía ha ido cambiando. En sus comienzos era un estudio que hacía el gastroenterólogo para ver dentro del organismo. Pero fue evolucionando y hoy dejó de ser un estudio para transformarse en un procedimiento mínimamente invasivo”. Así explica su especialidad el gastroenterólogo y endoscopista Asadur Tchekmedyian, primer uruguayo electo presidente de la Organización Mundial de Endoscopía Digestiva (OMED).
El especialista hace referencia a que en un principio la endoscopía era un estudio que se practicaba para tener una aproximación más al diagnóstico, mientras que ahora los endoscopistas pueden tratar el problema y solucionarlo evitando, por ejemplo, una cirugía.
“Eso es muy curioso porque para la persona que se hace la endoscopía es lo mismo, ‘son 5 minutitos’, como se suele decir. Pero son 5 minutitos porque la tecnología ha avanzado tanto que permite resolver de manera simple, aunque hay que aclarar que eso no evita la complejidad de lo que se está resolviendo”, advirtió en diálogo con El País.
En tal sentido, Tchekmedyian indicó que es importante entender que la maniobra que se practica puede tener complicaciones y desembocar en una cirugía. “Pero si eso ocurre es el 1%, 2% o e 5% de los casos, que nada tiene que ver con que el 100% deba operarse”, acotó.
Destacó además que actualmente se están resolviendo cosas que antes eran inimaginables solucionar. “Cuando éramos chicos era un estudio que apenas podía ver algo. Hoy en día estamos haciendo cosas increíbles y con un impacto no sólo en la calidad de vida sino en la sobrevida de los pacientes”, apuntó.
Por ejemplo, un paciente llega enviado por su gastroenterólogo por un dolor abdominal. Si el endoscopista encuentra la lesión y ve que es “fácil”, la puede resolver en el momento. Si la lesión excede lo que puede hacer, se discute con el paciente y con el cirujano y se hace lo más adecuado a la circunstancia.
Otro caso son los cálculos a la vesícula. “Si hay un cálculo, al cirujano le implica realizar una cirugía muy importante. Nosotros, por vía endoscópica, abordamos esa zona y lo podemos sacar. Para el paciente fueron 5 minutos y se evitó una cirugía súper complicada”, detalló.
Los procedimientos van variando de acuerdo al órgano que se necesita estudiar. Para eso es bueno aclarar el uso de términos: “endo” significa “por dentro”, y “copía”, “ver”, por eso es que “endoscopía” puede aplicarse a cualquier procedimiento que implique mirar hacia dentro del cuerpo humano.
En el caso de la endoscopía digestiva, se recurre además a otros términos que refieren a lo mismo. Por ejemplo, aún hoy se la sigue llamando fibroscopía porque antiguamente se trabajaba con equipos de fibra. “Teníamos que ver a través de un agujerito (fibra). Hoy es todo por video”, señaló Tchekmedyian.
Yendo a términos más específicos, podemos encontrarnos con la palabra “colonoscopía”, que es le endoscopía del colon, o “gastroscopía”, que es la endoscopía del esófago, el estómago y una parte del intestino.
“El colon es la parte más terminal del intestino y, a su vez, tiene diferentes partes: la más cercana al ano y la más cercana al intestino delgado. Cuanto más adentro, más chico el orificio por el que tenés que pasar; llega a ser de 1 a 3 milímetros. De repente ahí tenés una lesión enorme que antes no había más remedio que sacar ese tramo del intestino, hacer una cirugía mayor y resecar el intestino”, indicó el especialista.
En cuanto al intestino delgado, como no se puede llegar a él ni con la colonoscopía ni con la gastroscopía, se recurre a la cápsula endoscópica.
“Es una cápsula que te tragás y te va filmando por dentro. Te ponen un cinturón que tiene una grabadora a la que la cápsula le va mandando por vía inalámbrica miles de fotos, que luego se juntan y forman un video del intestino delgado de una calidad imponente. A su vez, la inteligencia artificial ayuda a detectar lesiones. Son ocho horas, después el paciente expulsa la cápsula con la materia y se desecha”, explicó Tchekmedyian.
Mientras se hace este estudio el paciente puede irse a su casa o trabajar en caso de que realice tareas de oficina; no se recomienda para actividades que impliquen mucho movimiento porque se usan electrodos que pueden despegarse con el sudor.
Mientras las variedades de endoscopía digestiva están cubiertas por el Sistema Nacional Integrado de Salud, la cápsula endoscópica depende de la institución médica. Algunas la cubren en su totalidad, otras en parte y en otros casos el paciente debe hacerlo en forma privada.
Procedimiento
La colonoscopía requiere de una preparación que se realiza unos días antes. “Si no se prepara bien, queda materia y nosotros no podemos ver lo que hay debajo”, advirtió Tchekmedyian.
Otro punto importante es que hoy en casi todas las instituciones médicas se realiza con anestesia, lo cual determina que sea mucho más confortable tanto para el paciente como para los médicos. Se trata de una anestesia de rápida recuperación, cuando se corta su administración la persona se despierta y se siente muy bien.
“Hay que aclarar que puede quedar con los reflejos disminuidos, por eso le aconsejamos que luego del estudio no firme contratos, no maneje, no haga uso de maquinaria y venga acompañado. También pueden aparecer complicaciones alejadas en el tiempo, entonces le damos por escrito cuáles pueden ser para que sepa cuándo y dónde consultar”, acotó el especialista.
El estudio puede realizarse por la boca o por el ano, todo depende de lo que el médico tratante necesite saber. Se utilizan tubos distintos según el orificio de entrada y enseguida se ve todo en una pantalla con una calidad que asombra.
“Vamos recorriendo el intestino por dentro. Si encontramos algo para resolver en el momento, lo resolvemos; sino, en diferido. También podemos hacer biopsias, inyectar sustancias para determinadas enfermedades o revisar tratamientos con diferentes equipamientos”, detalló el endoscopista.
"En medicina no siempre más es mejor"
“A veces parece que el mejor médico es el que pide más cosas o que pide cosas más nuevas. Y no siempre más es mejor”, señaló Tchekmedyian defendiendo un pensamiento que considera debería aplicarse en toda la medicina.
“Lo bueno es lo que está indicado, con un uso racional y correcto”, añadió.
Para el especialista no se trata de no usar la tecnología, sino de ser muy cuidadoso y no abusar de ella. Aclaró que si no se solicita determinado estudio no es por ahorrar, como muchas veces se dice, ni porque el médico no sabe que existe. “Es el concepto del uso racional de los estudios. Cada cosa en su lugar y en su momento. Nosotros le tenemos que ofrecer al paciente lo mejor para él”, concluyó.
Dos universos
Existen dos grandes temas por los que se recurre a la endoscopía: el cáncer de colon y la celiaquía.
El primero es una patología muy frecuente en Uruguay; en las Américas estamos segundos luego de Canadá. A partir de los 50 años crece su incidencia por lo que se recomiendan hacer estudios para su diagnóstico.
El más común es el fecatest, que es el examen de sangre oculta en la materia que, de acuerdo a si la persona tiene o no antecedentes familiares, se recomienda hacer anualmente o cada dos años (está por aprobarse pedirlo cada dos años). Si ese test da positivo, se debe realizar una colonoscopía. Si hay antecedentes en la familia, puede que el médico la indique directamente.
“A diferencia de otros cánceres, el de colon demora mucho en desarrollarse. Entonces, si lo detectás a tiempo, incluso antes de que se desarrolle, cuando la lesión es aún benigna, podés cambiar el curso de la enfermedad. Tratado a tiempo se cura”, explicó Tchekmedyian.
En lo que respecta a la celiaquía, dado que tiene varios síntomas (anemia, piel seca, diarrea), puede ser diagnosticada tanto por un gastroenterólogo como por un dermatólogo, un pediatra o un ginecólogo.
La endoscopía es uno de los estudios que ayuda al diagnóstico, permitiendo el inicio del tratamiento que, hasta el momento, es sólo a través de la dieta.
Además de estos dos temas, hay otro que también es frecuente a la hora de solicitar una endoscopía: una posible gastritis (inflamación de las paredes del estómago).
“No es lo mismo que te duela la boca del estómago por un disgusto familiar, a que tengas anemia, vomites sangre o encuentres un bulto en el abdomen”, señaló el médico sobre la oportunidad de indicar un examen.
Tchekmedyian remarcó que “la endoscopía no termina cuando nosotros terminamos el procedimiento, termina cuando el problema por el que el paciente viene está resuelto. Es un proceso, no un momento. Si encuentro algo, no sólo lo pongo en un informe, sino que hablo con el paciente o la familia y hago la conexión con el médico tratante lo más rápido posible. Estoy convencido de que eso es lo mejor y lo que aporta”.
Primer uruguayo en presidir la OMED
Asadur Tchekmedyian es el primer uruguayo que ocupará la presidencia de la Organización Mundial de Endoscopía Digestiva (OMED). Asumirá en junio de 2024 y estará dos años en el cargo.
En esta organización, como en muchas otras, hay un presidente electo, un presidente en ejercicio y un past president, que conviven en el Comité Ejecutivo. “Esto es muy bueno porque le da mucha continuidad a las organizaciones”, destacó Tchekmedyian.
La OMED, creada en 1962, no solamente se ocupa del aspecto educativo, sino que además tiene una parte informativa, una parte de guías para que los médicos tengan en qué basarse, y se encarga de la organización de las nuevas tecnologías y cómo estas llegan al usuario final.
Para el endoscopista, ser el primer uruguayo en liderarla es algo muy fuerte por haber sido elegido por sus pares. “En Uruguay no estamos acostumbrados, siempre nos vemos como que las cosas son para otros, para los países grandes o poderosos. Yo creo que tenemos muy buenas cosas y aclaro que siempre fui muy crítico de nuestro país, pero en el buen sentido”, señaló.
Agregó que desde la presidencia de la OMED le gustaría poder lograr que el Uruguay tenga más inserción en muchos aspectos. “Más allá de que se eleva a todos los países por igual, el que asume es ‘el uruguayo’. Uno tiene la responsabilidad de hacer cosas que nos ayuden”, dijo.
Con destaque internacional
Asadur Tchekmedyian es gastroenterólogo y endoscopista.
Es Jefe del Servicio de Endoscopia Digestiva de la Asociación Española, Past-presidente de la Sociedad Interamericana de Endoscopia Digestiva y Vice-chairman del International Committee, American Society for Gastrointestinal Endoscopy.
También es experto invitado/consultor externo del Organismo Internacional de Energía Atómica y de la Organización Mundial de la Salud.