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Grupos de voluntarios reparten canastas navideñas a los más necesitados

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Navidad solidaria

SOLIDARIDAD

Movimiento Luceros, Jóvenes Nazarenos y Nueva Acrópolis son tres ejemplos de grupos solidarios que por estas fechas buscan llevar el espíritu de la Navidad a las poblaciones más vulnerables.

Por estas fechas, las personas en situación de calle pueden verse sorprendidas por alguien de chaleco rojo y gorro de Papá Noel que las despiertan para entregarles una canasta navideña. Quizás es la misma persona que durante el resto del año les acercó un plato de comida caliente. Esos voluntarios de distintas instituciones que se preocuparon por su situación todo el año quieren que estos días sean también especiales para ellos.

Movimiento Luceros, la Fraternidad Contemplativa de Nazaret y la Nueva Acrópolis son tres ejemplos que llevan adelante esta práctica desde hace 10 años o un poco más.

Luceros es un movimiento de oración que nació hace una década. A los seis meses de su creación, sus integrantes sintieron la necesidad de hacer algo por el otro. Empezaron entregando sándwiches y chocolatada en el Prado y al año siguiente cocinaron guiso. La Iglesia de las Carmelitas les abrió las puertas y eso los transformó en un movimiento más organizado, con recorridos más grandes que ya se hacían en autos.

Actualmente cuentan con dos sedes, una en el Prado, en Las Carmelitas (Hermanos Ruiz 3476), y la otra en Carrasco, en la Parroquia Stella Maris. Allí recibieron las donaciones de particulares con las que se armaron las canastas navideñas que se estarán entregando este lunes, siguiendo el recorrido habitual que realizan cuando cada semana entregan un plato de guiso.

Son unos 200 voluntarios, en su mayoría entre los 16 y los 30 años de edad, aunque también se suman matrimonios, familias enteras y adultos mayores. Cada semana llegan a unas 500 personas en situación de calle brindándole un plato caliente y abrigo.

“El espíritu del movimiento es llegar a personas en situación de calle vulnerables o bajo la línea de indigencia. En Carrasco, por ejemplo, llegamos a asentamientos”, contó Viviana Zurcan, una de sus integrantes.

Un día comenzaron a festejar los cumpleaños de estas personas, muchas de las cuales no saben qué día nacieron. Y hace cinco años apareció la idea de entregar las canastas navideñas.

“Mucha gente nos increpa por qué en lugar de darles budines o turrones no les damos arroz. Pero claramente lo que queremos hacer es que vivan la Navidad como nosotros y ¿a quién le gusta comer arroz en Navidad? Hay gente que nunca en su vida comió turrón o un pan dulce. Con esto queremos integrarlos”, señaló Viviana.

Movimiento Luceros sigue siendo un grupo católico, rezan el Rosario y hacen una oración si la persona se los pide. Pero hace un par de años que se les suma gente con todo tipo de creencias. En 2019 entregarán entre 250 y 300 canastas, con las que despedirán el año para volver a esta tarea solidaria en marzo de 2020.

Nazarenos.

La Fraternidad Contemplativa de Nazaret es un centro religioso que en Montevideo nuclea a muchos de los estudiantes del interior que llegan a estudiar a la capital. Se juntan allí una vez por semana y realizan distintas actividades. Entre ellas está la Misión, que los hace recorrer barrios carenciados, enseñando la palabra de Dios y ayudando en lo que se precise.

“Hace unos 10 años, una chiqulina y un chiquilín empezaron a repartir canastas navideñas en distintos lugares de Lavalleja, como Minas, Batlle y Ordoñez o Pirarajá. Seguimos haciéndolo en Montevideo. El año pasado lo hicimos en Montevideo y Tacuarembó y este año solo en Tacuarembó”, contó Martín Castro, miembro de Jóvenes Nazarenos, como se conoce a los más chicos de la fraternidad. Con ellos trabajan matrimonios, consagradas y sacerdotes.

Las canastas se arman gracias al dinero que les depositan en el Banco República y en Abitab. Además, sacan una lista de los productos que necesitan para que los posibles donantes sepan con qué colaborar. Este año se sumó la propuesta de Zonamérica de entregarles 21 canastas ya armadas.

En total reunieron unas 70 canastas que este fin de semana distribuirán de la siguiente manera de acuerdo a la recomendación del Obispo Pedro de Tacuarembó: 10 van a las cárceles (a la de hombres fueron el sábado y a la de mujeres el domingo), 20 para la Parroquia de Lourdes del Padre Costa, 20 para la Parroquia San José del Padre Tomás y 20 para la Parroquia de la Cruz del Padre René.

Nueva Acrópolis.

Es una asociación civil sin fines de lucro reconocida por el Ministerio de Educación y Cultura porque se dedica a actividades culturales. Su eje es el curso de filosofía, pero además se imparten clases de primeros auxilios, inteligencia emocional y artes marciales para adultos y niños.

Es una asociación internacional presente en más de 60 países, cuyos integrantes trabajan en forma voluntaria en el desarrollo de actividades sociales, lo que los hace ser parte de la Red de Voluntarios Nacional del Ministerio de Desarrollo Social y de la Red Involucrate. Colaboran con un hogar de niños, un merendero y Otras Manos (organización del MIDES que atiende a personas en situación de calle).

Desde hace 10 años organizan una rifa solidaria y venden bonos a $ 50 para juntar fondos para armar canastas navideñas. Este año batieron el récord y llegaron a armar 160 canastas (en 2018 fueron 110), con un refresco de litro o litro y medio, un pan dulce, un budín inglés, turrones y aceitunas.

Una parte se dona al merendero Torre Fuerte, en Paso de la Arena, que realiza una jornada para repartirlas entre las familias del barrio, y otra parte va para Otras Manos, que tiene un refugio de hombres y otro de mujeres, unas 60 personas que celebran fin de año juntas.

El resto de las canastas se destina a personas en situación de calle según un recorrido de dos circuitos que los voluntarios realizaron este sábado desde las 7 de la mañana, saliendo de su sede de Pocitos (Franzini 844). Como no son tantos (unos 30), la ruta es bastante restringida, abarcando Bulevar Artigas, el Parque Batlle, el Estadio Centenario, Avenida Italia, Cordón, Centro y la zona de AFE.

“Más allá de que les damos alimentos, lo más increíble es mirarlos a los ojos y desearles felices fiestas. No les vas a cambiar la circunstancia, no es la idea. Lo que queremos es generar conciencia de que muchos de nosotros podemos hacer cosas por los demás. Lo que busca Nueva Acrópolis es promover la solidaridad, no el asistencialismo”, destacó Rossina Laitano, encargada de ayuda social de la asociación.

Villancicos y talleres para los niños

Este año, Nochebuena para Todos decidió cambiar las donaciones por armar los arbolitos de Navidad en el Cottolengo Don Orione de mujeres. La actividad se realizó el pasado 7 de diciembre con 50 donantes. “Cantamos villancicos, compartimos el almuerzo y pasamos el día con ellas”, contó Adriana Güelfi. También ayudaron a la Misión de Navidad de los Jóvenes de la Arquidiócesis de Montevideo a dar talleres para niños en la Parroquia de Aires Puros.

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