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Diseñadora gráfica busca que el pensamiento visual se extienda a toda la educación

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Pensamiento visual

APRENDIZAJE

Noelí Seveso enseña un método en el que la asimilación de textos va de la mano con las imágenes gráficas. Es de gran utilidad para quienes tienen dificultades de aprendizaje.

"¿Sabés lo que es la facilitación gráfica?” Esa fue la pregunta que le hizo una amiga a Noelí Seveso. Como licenciada en Diseño Gráfico se suponía que debía tener la respuesta, pero no, debió googlearla y sin imaginarlo encontró la pieza que le faltaba a un proyecto que hacía 10 años dormía en un cajón.

Cuando empezó a esbozarlo su hija mayor, Josefina, tenía 7 años y dificultades para aprender por padecer dislexia. Noelí lograba que entendiera todo lo que le explicaba y que lo aplicara, pero pasaban uno o dos días y volvía a punto cero, no recordaba nada.

“Un día empecé a hacerle dibujos con las explicaciones, macaquitos o flechitas como para que recordara y eso fue mágico”, contó. La niña no solo absorbió los conocimientos, sino que empezó ella misma a encontrar la forma de ayudarse con “garabatos”.

Sin saberlo había descubierto lo que es conocido como pensamiento visual y que tiene un referente llamado Rudolf Arnheim, un psicólogo alemán que en 1959 dijo que “la visión es el medio primordial del pensamiento”.

Noelí se lo contó a su psicopedagoga y esta le explicó que lo que estaban haciendo era involucrar la parte del cerebro que no suele utilizarse, la parte emocional. Estaban estableciendo un nexo entre los dos hemisferios cerebrales logrando que la recordación aumentara gracias al uso de dibujos.

“¡Es fantástico! Tengo que hacer algo con esto”, se dijo Noelí y comenzó a investigar al respecto. Su intención era poder hacerle un libro a Josefina que incluyera un resumen visual de todo lo que necesitaba saber para manejarse sola.
Si bien disfrutaba mucho la tarea, le insumía demasiado tiempo, tiempo que necesitaba para dedicarle a su trabajo. Así que lamentablemente tuvo que abandonar el proyecto y lo archivó en un cajón, pero siempre lo mantuvo rondando en su cabeza.

Así llegamos al 2020 y la pandemia de la COVID-19, que hizo que Noelí se quedara sin mucho para hacer laboralmente. “Ahí surgieron una serie de coincidencias que parecen increíbles”, recordó. Fue en ese momento que su amiga le hizo la pregunta mágica, justo cuando estaba pensando en reflotar el proyecto dormido.

La facilitación gráfica era la pieza que completaba el rompecabezas. Solo faltaba quien la empujara a armarlo y eso fue lo que hizo un cliente de años, sugiriéndole que hablara con Ariel Cuadro, un experto en neurocognición y dificultades del aprendizaje de la Universidad Católica del Uruguay.

Consiguió el contacto, le contó de su proyecto y Cuadro quedó entusiasmado con la idea, al punto que la invitó a sumarse a un equipo multidisciplinario de expertos de diferentes áreas que este año comenzará a trabajar en ella.

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Plan Ceibal tendrá curso para docentes

Cuando Noelí Seveso se sintió más segura le ofreció al Plan Ceibal armarle un curso de pensamiento visual para docentes. “Fue un trabajo enorme que llevó mucho tiempo, todo un desafío con el que aprendí muchísimo”, dijo la diseñadora.

Si bien está orientado a docentes para que usen esta herramienta en sus clases, también lo pueden hacer estudiantes. Si se trata de escolares, hay que adaptarlo.

Es probable que en junio ya esté disponible para los docentes de educación pública.

La idea de Seveso es poder contar con una herramienta que ya se emplea en muchas partes del mundo.

¿Qué es el pensamiento visual?

La facilitación gráfica es “lograr sintetizar gráficamente, en pocas palabras y con garabatos, lo que alguien está diciendo, o exponer esos conocimientos a otras personas con anotaciones gráficas”, explicó Noelí.

Es una habilidad innata que tenemos todos; 80% de nuestro cerebro está preparado para leer con más facilidad imágenes que texto.

Lo primero que se necesita es perderle el miedo a dibujar porque no se trata de hacerlo bien, sino de realizar un dibujo en el que no importa la calidad ni la perfección porque se dibujan conceptos.

“En el curso hay ejercicios para sacarse el peso de tener que hacer un dibujo perfecto. En la parte de íconos hay un juego en el que hay que dibujar en 20 segundos lo que te salga, porque la intención es que un alumno pueda sacar apuntes en una clase en segundos”, detalló la diseñadora.

Aclaró que se dibuja todo con formas geométricas, es decir que sabiendo dibujar la línea y el punto se pueden dibujar todos los elementos que se necesitan para trabajar con pensamiento visual.

Además se enseña a escuchar ya que hay que saber qué escuchar y qué anotar de lo que uno escucha. “Se trata de hacer foco en los verbos, en las escenas, en los elementos clave de lo que el profesor está diciendo y eso sintetizarlo”, señaló Noelí a El País.

La diseñadora destacó que de esta manera, a las personas que tienen dificultades de aprendizaje se les está brindando una alternativa que no tenían antes y, a los que no las tienen, les viene muy bien igual porque van a aumentar su retención. Detalle para nada menor: con este método la retención aumenta un 60%.

A grandes rasgos, la especialista explicó que en un primer módulo se trabajan todas las habilidades que uno necesita: tipografías, íconos, qué escuchar, escenas, cómo dibujar. Mientras que en la segunda parte del curso se enseñan los procesos, por ejemplo, cómo organizar la información en una hoja.

A los docentes se les enseña a hacer un diccionario visual, que luego cada uno adaptará a sus necesidades y a la materia que dicta.

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Seleccionado para patrocinio

Socialab eligió al proyecto Pensamiento Visual en el Aula para patrocinarlo en Semilla ANDE, que apoya a emprendimientos con impacto social o ambiental.

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Planes de futuro.

El próximo paso que se plantea Noelí es crear una web para que las personas puedan acceder al curso no solo en Uruguay ya que, al menos en Latinoamérica, es difícil encontrar un curso sobre este sistema.

“La idea es hacerlo online y accesible”, dijo pensando en una primera etapa en la que la pandemia aún obliga a lo virtual. Sería de modalidad combinada, parte con material audiovisual y parte con asistencia docente por Zoom. Para más adelante le gustaría poder dictarlo en forma presencial.

“Mi mayor interés es llegar a instituciones y a docentes porque me parece que es allanar el camino por una de las cosas que a mí más me dolía cuando mi hija tenía que ir a la psicopedagoga o a un apoyo en determinada materia, que eran las horas fuera de clase que debía dedicar al tema”, remarcó. “Como madre quiero evitar agregar horas extracurriculares para estudiantes y que, sobre todo en Primaria, sea la institución que tome un rol activo y que el niño ya incorpore este método desde el principio, desde lo más chiquito posible”, sentenció la diseñadora.

Método para toda la vida que sirve para todos

Son varios los beneficios derivados de la aplicación del pensamiento visual:

* El más importante es que fusiona los dos hemisferios del cerebro, hace que interactúen permitiendo el uso de la parte emocional y creativa que, por lo general, se deja de lado.

* Se aprende a organizar y a conectar ideas.

* La forma cómo uno guarda la información es la forma cómo uno luego la rescata cuando tiene que hacer uso de ella. “La rescatás jerarquizada y organizada de la forma que la guardaste”, destacó Noelí Seveso.

* Mejora las habilidades de escucha porque hace hincapié en determinadas cosas que tenés que saber escuchar para poder tomar buenos apuntes.

* Favorece la retención de la información más de un 60%.

* Referido a las dificultades de aprendizaje, ayuda en la comprensión de conceptos e ideas y brinda herramientas alternativas para poder adquirir los conocimientos que te están transmitiendo.

* Sirve para todo el mundo: docentes, escolares, liceales, universitarios. En la medida que los docentes lo apliquen en sus clases, los alumnos irán incorporando esas herramientas porque son muy sencillas y muy efectivas.

* Es una herramienta que sirve para toda la vida.

* En pandemia, con la educación virtual, es una herramienta que se puede potenciar porque despierta el interés de la persona que está escuchando la clase.

* Es un proceso personal, cada uno se lo puede armar a su medida.

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Profesor de Filosofía la felicitó por los apuntes

Josefina, la hija mayor de Noelí, volvió a ser protagonista del proyecto de su madre el año pasado, al preparar un parcial de Filosofía. “Eran textos muy extensos de pensadores y yo veía que le estaba costando encarar toda esa información. Le propuse ayudarla a estudiar con estas técnicas y fue genial ver cómo enseguida encontró la forma de hacer asociaciones con elementos visuales”, contó.

El día de la prueba el profesor llamó a Noelí para felicitarla por la manera que había encontrado Josefina de tomar nota. “Quería que supiéramos que apoyaba esa forma de estudiar”, apuntó Noelí.

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Método personal

Cada uno puede armarse su propia batería de dibujos y de símbolos para usar de acuerdo a sus necesidades. A los docentes se les enseña un diccionario visual, pero luego cada uno lo puede adaptar según la materia que dicte o el uso que le dé a este sistema.

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Dibujos sin exigencias

No es necesario saber dibujar para poder hacer uso de este método. Lo que se dibuja son conceptos, así que basta con utilizar la línea y el punto para comenzar a hacer los dibujos que se necesitarán. Lo importante es hacerlo rápido de manera de poder usarlos para sacar apuntes.

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Para todas las edades

El pensamiento visual es útil para docentes, universitarios, liceales y escolares. Para estos últimos es necesario adaptar el método. En la medida que los docentes lo apliquen en sus clases, los alumnos irán incorporando esas herramientas porque son muy sencillas.

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