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La modalidad ilustrada de hacer medicina tiene sus cultores en Uruguay

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medicina gráfica

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La medicina gráfica recurre a los dibujos para comunicar e informar tanto al público en general como a médicos o estudiantes de medicina. Un intensivista y un neurocirujano la practican en Uruguay.

"¿Cómo le explicás a un niño o a un adolescente lo que está viviendo su madre o su padre en el CTI? Es difícil. Pero, ¿qué pasa si desarrollás material de acceso a la comunidad con un mensaje más sencillo, que junte el texto con lo gráfico?”. Con esa inquietud y con el impulso que le da su pasión por el dibujo fue que el médico intensivista Arturo Briva empezó a desarrollar Apuntes del CTI.

La particularidad de esos apuntes es el protagonismo que tienen los dibujos para explicar, en este caso, cómo funciona un Centro de Cuidados Intensivos. Es lo que se conoce como Medicina Gráfica, una movida que comenzó en Estados Unidos hace algunos años y que en España está cobrando gran fuerza en la actualidad.

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"Apuntes de CTI" es una creación del médico intensivista Arturo Briva.

“En Uruguay me consta que hay muchos colegas que utilizan la parte gráfica, sobre todo para la docencia, pero no hay ningún grupo formado al respecto”, contó Briva, quien define al dibujo como uno de sus vicios.

Esa pasión le viene de muy chico y llevó a que sus padres le regalaran uno de los famosos cursos por correspondencia que se anunciaban en las revistas de Patoruzú o Isidoro. “Era una cosa muy rústica, muy simple y con una calidad técnica que no se compara con ningún curso de dibujo real. Pero de niño fue un súper regalo”, dijo y confesó haber aprendido más copiando a otros.

Si bien hoy se define como un tronco –“lo que hago son garabatos que me gustan a mí y a algún amigo”–, hace unos tres años empezó a interesarse más por la aplicación de los dibujos en la medicina gráfica para desarrollarla en Uruguay. “Hay que trabajar con el lenguaje. No es hacer el dibujito y ponerle texto, lo tenés que ir puliendo. No es solo hacer una historieta”, aclaró quien también es docente e investigador.

Empezó con un objetivo muy sencillo: tratar de transmitir una idea escrita que sea lo más concreta posible y reforzarla con imágenes. “A veces el dibujo dice exactamente lo mismo que el texto o trata de buscarle la vuelta para que imagen y texto se complementen”, detalló sobre lo que difunde a través de su cuenta de Twitter (@arturobriva).

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Los dibujos de "Breve Historia Ilustrada de las Neurociencias" son de Luis Domitrovic

Sirve mucho apelar a personajes conocidos o hacer referencia a alguna película porque eso engancha más al destinatario, máxime si se trata de un público por fuera de la medicina. “A alguien le gusta el personaje, lo ve dibujado ahí y le presta un poco más de atención más allá de que nunca vaya a hacer una ventilación mecánica”, dijo.

Ese es otro punto, la medicina gráfica puede ir destinada tanto a los profesionales como al público en general. Hoy, por ejemplo, considera que podría ser muy útil para comunicar información acerca de la COVID-19. “A veces escuchás hablar de la medicina intensiva y de la COVID con una visión totalmente errada. Si yo mando un mensaje súper técnico y espero que ese mensaje, para el que se preparó el 5% del Uruguay, lo entienda el resto, voy por mal camino. En cambio, un mensaje más sencillo en la carga de información pero no en la calidad, es muy valioso para la sociedad en general”, remarcó.

Por eso cree firmemente que la medicina gráfica puede ser una herramienta muy poderosa a la hora de comunicar, sin sustituir a un texto o un video, sino complementándolos. “Cualquier vía que tengamos para comunicar a la población tenemos la obligación de aprovecharla. Si con esta herramienta alguien entiende un poco más algo esencialmente complejo de la medicina es un golazo”, añadió.

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El material se difunde en las redes sociales de sus responsables, sobre todo en Twitter.

Novelas gráficas

Briva contó que la medicina gráfica también desarrolla la idea de hacer una suerte de novelas con alguna patología o vivencia como punto de partida. Es algo más complejo que el intensivista imagina que podría hacer más adelante.

En Uruguay, quien realiza algo que se le acerca mucho es el neurocirujano y docente Fernando Martínez. Breve Historia Ilustrada de las Neurociencias es una iniciativa que encaró junto a su colega argentino Luis Domitrovic.

“Luis es neurocirujano y radiólogo, dibujante médico y tremendamente talentoso e inteligente. Ha ganado premios de dibujo y de pintura”, señaló Martínez de su socio, radicado en España y con el que hace años empezó a hacer caricaturas con textos no médicos.

Una viñeta en la que Don Quijote y Sancho Panza luchaban contra molinos de viento al estilo Transformers fue el disparador para que se les ocurriera apelar a lo gráfico para informar sobre la historia de la especialidad. Así, Martínez se encarga de los textos. Domitrovic los revisa y busca la forma de ilustrarlos.

Venían a buen ritmo hasta que se vieron obligados a parar para atender responsabilidades vinculadas a la pandemia.

“Hemos hecho desde el inicio de la historia hasta Claudio Galeno. Cuando tengamos tiempo cualquiera de los dos lo vamos a enganchar de vuelta”, contó Martínez.

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La historia está actualmente interrumpida por la pandemia, pero la van a retomar.

Domitrovic publica en su blog (ladvic.com/blog) y Martínez difunde su material en su Twitter (@fermartneuro) y a través de la Sociedad Uruguaya de Neurocirugía.

“Me han dicho ‘che, qué bueno que está eso, es entretenido’ o ‘yo lo leo con mi nieta porque le gustan los dibujitos y es mi forma de ir introduciéndola en la medicina’”, relató el neurocirujano sobre las repercusiones de una iniciativa que apunta al público en general y que, por ende, no incluye lenguaje técnico salvo cuando no haya más remedio.

Las repercusiones vienen siendo muy buenas e incluso hay colegas que se han ofrecido a colaborar.

Desde su rol de docente, Martínez evaluó que esta es una muy buena forma de transmitir conocimiento porque hace más ameno el aprender. “Me divierte ver a Aristóteles o a Hipócrates como una caricatura y no como un señor muy circunspecto dando cátedra de todo lo que sabía. Me entretiene, me libera bastante la cabeza y me permite encarar el trabajo de otra forma”, comentó a El País. Pero lo que más le gusta son las devoluciones que recibe, cosas como “nunca en mi vida hubiera leído neurociencia, pero así como lo están presentando me gusta”.

Neurociencia en ilustraciones

“Nuestro objetivo es contarles con texto y dibujo, los principales hechos históricos que marcaron a las neurociencias, así como los personajes más destacables y los aportes que hicieron al conocimiento del sistema nervioso”, dicen en su introducción de Breve Historia Ilustrada de las Neurociencias los neurocirujanos Fernando Martínez y Luis Domitrovic, un uruguayo y un argentino que practican la Medicina Gráfica.

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