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Una casa abierta al diseño local: desde carpinteros a artesanos de fibras naturales

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Mariana Costa

TENDENCIAS

Una emprendedora abrió Casa Ernesta para brindarle un espacio a todo tipo de diseñadores uruguayos. También aloja talleres de mantas XXL, lettering y acuarelas y ferias de diseño.

Mariana Costa se había recibido de diseñadora de interiores en 2012 y como tal se desempeñó en varios trabajos. “Siempre detrás del mostrador y siempre queriendo meter más manos de lo que podía”, recuerda. En 2016 se quedó sin trabajo, justo en plena organización de la mudanza con su pareja a un apartamento.

“No contábamos con mucho dinero y nos pusimos a mirar muebles en los lugares típicos. Nos encontramos con diferentes problemáticas: las medidas, los materiales… no nos convencían mucho”, cuenta. La solución que encontró con su pareja, que es arquitecto, fue hacer a medida buena parte del mobiliario. Comenzaron con un rack y una mesada de madera reciclada.

Eso le permitió a Mariana conocer un mundo de carpinteros y diseñadores en madera muy buenos y talentosos que ofrecían productos a muy buen precio. “Pensé ‘guau, qué bueno estaría que estos diseñadores, que tienen sus muebles en un galpón, los pudieran exhibir en un lugar lindo, venderlos y eventualmente hacerlos a medida’”, se le ocurrió teniendo en cuenta las características que presentan las viviendas hoy en día, con espacios reducidos y techos bajos.

Mariana tenía la solución muy cerca. Su abuela Ernestina, a la que tenía gran aprecio, había fallecido en 2014, dejando vacío un amplio sector de una vieja casona de Pocitos construida en 1910. Ella incluso había vivido allí toda su vida. “Es una casa muy antigua que a mucha gente le llama la atención por el tipo de arquitectura. Me pareció que era un marco ideal para que carpinteros y diseñadores pudieran exhibir sus muebles y eventualmente comercializarlos ahí”, dice.

Comenzó entonces a ponerse en contacto con quienes consideraba podían ser parte de esta iniciativa y hacer con ellos una especie de curaduría de muebles. “Los buscaba en Instagram, que en ese momento no era ‘la’ red social, sino que lo era Facebook”, rememora.

Cada vez que obtenía un sí, su ilusión crecía. “Me empezaba a imaginar todo, la distribución en la tienda”, recuerda sobre los primeros diseñadores que logró reclutar.

Si bien la vieja casa es espaciosa, tampoco es tan grande como para que entren muchos muebles. Entonces Mariana decidió darle forma a otro sueño que tenía, que era también poder convertir el lugar en una tienda de objetos de decoración más chicos.
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Con ayuda de su padre, dueño de la casona junto con sus hermanos, acondicionó el lugar sin que perdiera su esencia. Es así que en mayo de 2016 estaba naciendo Casa Ernesta como empresa, bautizada en homenaje a Ernestina. La inauguración se realizó el 17 de agosto, “con DJs, invitados, los diseñadores, la familia de los diseñadores, mi familia, mis amigos… fue con todo”, destaca la diseñadora.

Diseñadores uruguayos en un solo lugar

La vieja casona de Ellauri esquina Cavia se esconde tras un portón. Es necesario tocar timbre para poder entrar a Casa Ernesta, una tienda que su dueña aclara que no es multimarca, entendiendo como tal los locales que arriendan espacios a distintas marcas. De todas formas, Mariana Costa dice que hay tres marcas grandes que arriendan sectores, pero que ella misma se preocupó de seleccionar: Thamel (productos de Marruecos: textiles, cestos, almohadones), Pau Ferro (luminarias de bambú, cerámicas hechas en Uruguay) y La Fábrica del Diseño (espejos con distintas formas). A ellas se suman dos marcas más pequeñas: Selva (plantas) y Benoni Baby (productos infantiles).
El resto son todo tipo de artículos de decoración que aportan diseñadores y artesanos uruguayos. Textiles, lámparas, espejos, adornos, muebles, bolsos, artículos infantiles… todo va poblando los amplios ambientes de Casa Ernesta y cumpliendo así el sueño de su dueña. También se hacen muebles a medida, servicio que dio el puntapié inicial a la empresa.
Abre de martes a viernes, de 12.00 a 18.30 horas y los sábados de 11 a 15 horas. Este año la pandemia de la COVID-19 determinó que la mayoría de las ventas se concretaran vía online.

Casa Ernesta
Entre la oferta, hay mimbreros y artesanos en totora y cardo; las fibras naturales están de vuelta.

Etapas.

Poco a poco se fueron sumando distintas marcas nacionales hasta llegar a las alrededor de 30 que hay hoy en Casa Ernesta. “No tanto de carpintería porque por suerte ahora los carpinteros tienen mucho laburo”, cuenta Mariana. Lo que ella muestra es la posibilidad de materiales que hay para encargar muebles a medida. “Es un asesoramiento, me gusta mucho ayudar a la persona a equipar su casa. Busco la funcionalidad, la originalidad”, apunta.

La diseñadora siempre está en la búsqueda de nuevas cosas. Es así que recientemente ha incorporado a muchos mimbreros y a tejedoras de totora y cardo que confeccionan alfombras. “Son esos oficios olvidados que ahora están volviendo porque las fibras naturales están muy en boga”, dice.

La pandemia de la COVID-19 hizo que Casa Ernesta, como todos, viviera un año atípico. Mariana decidió entonces abocarse a alimentar sus redes sociales (Instagram, Facebook) y pulir el sitio web (casaernesta.com.uy), que se transformó en el principal canal de venta de 2020.

Conforme la situación se vaya normalizando, espera que las visitas a la casona pocitense vuelvan a lo habitual. Mientras tanto, se dedica a dar forma más acabada a uno de sus planes de corto plazo: el asesoramiento de diseño de interiores vía online. “Quiero orientar a la gente y, eventualmente, ir a su casa”, dice pensando en aquel pequeño apartamento que la llevó a encarar este gran desafío que hoy exhibe con satisfacción y mucho orgullo.

Casa Ernesta
La casona de Ellauri esquina Cavia ofrece varios espacios muy acogedores.

Acuarelas, mantas XXL, lettering y varias ferias

Además de identificar diseñadores con talento, Mariana Costa también se dio cuenta de que había gente que podía enseñar muchas cosas interesantes vinculadas al tema. Es así que en las instalaciones de Casa Ernesta se dictan talleres de mantas XXL, lettering, acuarelas, bordado y encuadernación. Llegó a haber un taller de huerta. Por lo general las alumnas son mujeres de entre 25 y 45 años. Las excepciones se dan en el lettering, para el que también se organizan talleres para niñas, y en las mantas XXL, que convoca a mujeres de más edad. La alumnas son de la zona, pero también hay quien viene especialmente del interior para asistir a las clases. Después surgieron las ferias de diseño que, por lo general se celebran a fin de año y que le han permitido a Mariana conocer nuevos profesionales y, eventualmente, incorporarlos a la tienda. A la diseñadora le gusta mucho hacer de anfitriona y estas actividades se lo permiten.

Taller de mantas XXL
El taller de mantas XXL tiene varias ediciones en el año y muy buena convocatoria (La Mercerie).

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