La Nación/GDA
Tuvo lugar una historia de película dentro del mundo de Airbnb, cuando una mujer puso en alquiler un apartamento y, como su huésped infringió ciertas normas y le quedó debiendo dinero, ideó un plan de venganza que terminó con los protagonistas en la Justicia.
Todo comenzó cuando Pamela Fohler, una de las anfitrionas de la plataforma digital dedicada a la oferta de alojamientos, recibió a Shawn Mackey en su casa de Memphis, Estados Unidos.
El hombre había reservado su estadía del 9 al 11 de septiembre de 2022, para él y otras tres personas, como una reunión de fin de semana. Sin embargo, Mackey le mencionó a su anfitriona que uno de aquellos días recibiría más personas a cenar, pero que no pasarían la noche.
Al escuchar la sinceridad de su inquilino, la dueña de la casa country le dijo que sí, siempre y cuando registrara a todos los invitados adicionales. Además, la mujer le mencionó las reglas para que pudiera hospedarse allí, las cuales incluían: no fumar ni hacer ruido excesivo ni estacionar frente a la puerta del garaje, no orinar en la piscina, ni bañarse desnudos.
Pese a que él sabía las condiciones, eligió ignorarlas y se olvidó que había cámaras de seguridad en la propiedad, las cuales funcionaban las 24 horas. Pero ese solo fue el comienzo de lo peor: además de excederse en la cantidad de invitados, parte de ellos se quedaron a dormir.
En ese sentido, Fohler se molestó y dijo que las personas que no habían sido registradas al ingreso debían abonar un precio extra. Pero como no recibió respuesta, la anfitriona se acercó al lugar y le pidió a los invitados que se retiren rápidamente.
Además, mencionó que hubo quejas de disturbios y le pidió a Mackey que se fuera. Pero la historia no terminó ahí. El inquilino mencionó que las acusaciones hacia su persona eran falsas y presentó una demanda de 22 páginas en el Tribunal de Distrito de Mississippi. También le dejó una fuerte crítica en la aplicación y le exigió un reembolso de US$ 502,46, el cual le fue denegado.
En aquella denuncia, él alegó que Fohler lo “comenzó a acosar”. Debido a esto, un representante de Airbnb se puso en contacto con Mackey en los días siguientes y le dijo que investigarían el caso.
Como si todo eso fuese poco, el hombre afirmó que la dueña de la casa le envió un mensaje a su esposa con fotos de él y otra mujer, como venganza.
“Hola Shawn, espero que estés bien. Lamento haber tardado tanto en reunir las fotos que solicitaste para mostrar tu estadía en nuestra casa. Pero tuve fe, me guié por la integridad, así que me comprometí a publicarlas para vos y Airbnb. La foto de las 3:16 am es especialmente notable. ¿Debo reenviar las fotos y los videos a Teresa [la esposa de Mackey], o lo harás tú?”, escribió.
El demandante contó que la mujer creó una cuenta de correo electrónico falso para enviarle las fotos a su esposa y que además de lo que eso significó, se le facturaron US$ 960 por violar las reglas de la casa.
La demanda afirma que "el matrimonio del demandante ha sufrido" y que Fohler le causó a Mackey, entre otras cosas, “angustia emocional extrema”.
Por su parte, la dueña de la propiedad presentó una moción de desestimación y Airbnb sumó otra para obligar a las partes a someterse a un arbitraje, con una fecha límite para responder fijada para el 21 de febrero de este año.
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