Redacción El País
Dicen que la tercera es la vencida y eso fue lo que le recordó Marcelo Polino a Mónica Farro antes de ponerle puntaje en Bailando. En la tercera ronda de la temporada y por tercera vez con un bailarín distinto, la uruguaya finalmente consiguió una buena nota.

Farro acumuló 25 puntos —10 de Pampita, 9 de Moria Casán y 6 de Marcelo Polino— gracias a una coreografía de cumbia al ritmo de un hit de la banda Ráfaga, y acompañada para la ocasión por Rodrigo Jara.

La vedette había comenzado en el concurso con Nacho Gonatta, quien debió abandonar y fue operado por una hemorragia gastrointestinal. Tuvo un reemplazo para la segunda ronda, pero el bailarín convocado solo podía quedarse un ritmo.

Ahora se incorporó Rodrigo Jara, quien este año había bailado junto a la ya eliminada Romina Malaspina. El jurado valoró la combinación de ambos. "Pareja fuego, incendiara", resumió Moria Casán.

En la previa, antes de que Farro saliera a piso para cerrar esta tercera ronda de bailes y dejar el programa listo para una nueva nominación, Tinelli aprovechó la fama de galán de Jara, uno de los participantes que más comentarios ha generado este año, y le hizo una pregunta subida de tono al marido de la uruguaya, Leandro Herrera, que estaba presente.

El personal trainer, quien este año también enfrentó serios problemas de salud y estuvo internado tras contraer una bacteria que lo puso en riesgo, fue al estudio para acompañar a su esposa. Apenas Tinelli reparó en su presencia, lo interrogó sobre su vida sexual: "¿Usted incorporaría en su pareja a Rodrigo Jara? ¿Haría un trío, usted, su mujer y Rodrigo Jara?".

Serio, Herrera contestó: "¿Un trío? Me parece que no". Y el conductor cerró con humor: "No, yo tampoco, con Rodrigo Jara olvidate. No existís más. ¡Lo digo bien!".

A propósito de la mala racha que enfrenta Farro, que transitó este año la enfermedad de su marido y los sucesivos cambios de bailarines, Tinelli ya le había aconsejado que se consiguiera "una bruja". Así, ayer Farro irrumpió en escena con un incienso, para espantar las malas energías.