REGRESO

Este sábado Eduardo “Colo” Gianarelli tendrá motivos dobles para festejar:  cumple 36 años y vuelve a la televisión después de cuatro meses sin pantalla tras el final de Agitando, su programa de Canal 4.

No ha estado muy descansado igual en este tiempo. En agosto nació su segundo hijo, Lorenzo, y por una decisión familiar, él se está encargando del cuidado del recién nacido.

"Estamos chochos de la vida, felices", contó. "Por suerte tengo una familia que me apoya en todo. Le habíamos agarrado el gustito a estar juntos los sábados y ahora eso va a tener que limitarse a los domingos. Los fines de semana se me hacían eternos teniendo el sábado libre aunque ahora vuelve todo a lo que era. Tengo una familia que me apoya, también tenemos a Pipe de tres años y medio y amamos ser papá y mamá".

La rutina familiar se va a alterar este sábado cuando a las 15.30 —o sea después de Puglia Invita— Gianarelli estrene Dale que va, un programa que recupera el espíritu de aquel Agitando.

"Estamos contentos", le dijo a El País Gianarelli, quien también es profesor de matemáticas, director de parodistas Los Muchachos, estudió ingeniería y le gusta la psicología. "Desde que nos despedimos de Canal 4, hubo muchas propuestas que iban en la línea de volver con el programa, o llevar a otra pantalla lo que estábamos haciendo. En canal 10 nos dijeron que querían lo que hacíamos. Así que todo se alineaba para esta vuelta".

Pese a que sea en otro canal y tenga otro nombre, Gianarelli dijo que es imposible disociar Dale que va de Omar Gutiérrez, quien inauguró el camino de llevar a la televisión la música popular, la cumbia, el folclore y también el carnaval.

"Para mí es difícil olvidarme que esto es el legado de Omar", dijo. "Sería como negarlo. Capaz que no lo voy a decir todos los días, como hacía en Agitando, pero para mí es imposible alejarme de eso, porque el corazón del programa es la música".

—¿El eclecticismo es parte de la esencia?

—Para mí lo que diferencia la música culta y la popular, es que la popular no se estudió en ningún lado. Por más que uno después se puede profesionalizar y estudiar, cuando tenía que entrevistar bandas, les preguntaba si alguna vez estudiaron música, y muchos decían que no, que empezaron escuchando música, después probaron y recién ahí estudiaron. Como que hicieron el proceso inverso de la música culta, no estudiaron y se lanzaron; es a partir de la práctica que llegan al estudio.

—Desde que se conoció que Agitando llegaría a su final, en las redes sociales hubo muchos comentarios de los seguidores del programa. ¿Cómo tomaste esa respuesta?

—Es como raro hablar de uno, más porque me siento profesor, no un comunicador. Me cuesta aceptar el elogio cuando la gente me lo dice en la calle, o cuando se maneja mi nombre para otros programas porque por suerte recibí ofertas de otros canales para conducir. Yo elegí quedarme acá porque quiero seguir trabajando con la productora UnPub, me siento como en casa y me gusta hacer el programa. Recibí un montón de mensajes al final del programa, pero no los quería mirar al aire para no emocionarme. Ahora tengo otro montón de mensajes felicitándome por la vuelta. Me escriben: “se lo merecen”. No sé si lo merecemos o no, pero el programa estaba bueno y además es una fuente laboral para un montón de gente: sonidistas, personal del canal, cámaras, nosotros, la producción, es gente que ahora vuelve a tener un ingreso.

—Te gusta la psicología, estudiaste ingeniería y sos profesor de matemáticas. ¿Cómo se conjuga todo eso?

—Menos la ingeniería, y ese fue el motivo por el cual la abandoné, todas las otras cosas que me gustan tienen en común que hay un otro. Sin el otro no existe la profesión de uno. El docente no existe si no hay estudiantes, el comunicador sin la gente en su casa, el psicólogo si no hay sesión. A priori son cosas distintas pero que tienen en común el querer dejar algo en el otro, ya sea un conocimiento matemático, una habilidad, una sonrisa, una reflexión, eso es lo que une todas esas cosas que a priori son muy diversas.

—Hasta el año pasado eras director de Los Muchachos, ¿te mantenés ahí?

—Sí, con Los Muchachos estamos trabajando. Hace unos años decidimos que los ensayos fuertes empiecen a partir de diciembre, así que estamos creando y por arrancar con eso. Ahora vuelve la locura de tanto trabajo, lo que no me molesta para nada, pero sí me cuesta cambiar el chip. El salir del chip del profesor, para pasar al de comunicador, al director artístico, o al de papá que para mí, es el más importante.

—¿Se puede adelantar lo que van a presentar?

—No. Todavía no se puede decir nada.

Además de ser la vuelta de Eduardo Gianarelli, Dale que va, tendrá de regreso a Pablo Magno a la televisión, quien también se se alejó cuando finalizó el ciclo Agitando.

"Pablo es un crack", dijo Gianarelli. “Con Pablo hicimos una dupla interesante y es un tremendo pibe y artista, además es muy gracioso. Volvemos juntos porque la conducción va a ser de los dos, no me gusta eso de co-conductores, los dos vamos a conducirlo. Y obviamente que vamos a extrañar mucho a Analaura Barreto, porque la realidad es que éramos un equipo de tres, y nos sabíamos lo bueno de cada uno, cuándo entraba uno, cuándo tenías que agarrar la posta, en qué era mejor cada uno. La vamos a extrañar, pero sabemos que va a estar con nosotros porque somos amigos”, agregó.