Adiós al maestro Julio Frade, un artista que hizo reír y emocionar en las dos orillas del Río de la Plata

El viernes falleció a los 81 años, Julio Frade, integrante de ciclos icónicos de la televisión como "Decalegrón", "Hiperhumor" y "Telecataplum", también fue un gran pianista y conductor de radio.

Frade.jpg
Julio Frade.
Foto: Difusión

Julio Frade, una de las figuras más reconocidas del espectáculo y la cultura nacionales falleció el viernes a los 81 años. Su carrera que abarcó siete décadas, tuvo alcance rioplatense: fue parte del Telecataplum que conquistó Argentina en la década de 1960. De esa troupe solo lo sobrevive Gabriela Acher.

Pero el maestro Frade -como se lo conocía y que era una prueba del respeto que generaba- fue músico, concertista, actor, conductor de radio y televisión y hasta jurado de programas de preguntas y respuestas. Fue también funcionario público: dirigió Canal 5 durante la presidencia de Luis Alberto Lacalle Herrera en la década de 1990. Hasta recientemente fue director del Centro Nacional de Documentación Musical Lauro Ayestarán.

En agosto había anunciado su retiro de la conducción de Frade con permiso en Radio Clarín, su último proyecto como comunicador. Su salud ya había empezado a flaquear.

Julio Frade
Julio Frade. Foto: Archivo.
(Leonardo Maine/Archivo El País)

Además de su extensa trayectoria como músico con sus orquestas propias, dirigiendo a Astor Piazzolla en el Palacio Peñarol o tocando con los músicos de Ella Fitzgerald (su vida estuvo llena de esa clase de anécdotas incluyendo tomar el té con la familia Kennedy), su carrera como humorista lo convirtió en una figura muy popular en ambas orillas del Río de la Plata.

Además de Telecataplum fue parte de todos los emprendimientos de los uruguayos en Argentina (Jaujarana, Comicolor, Hupumorpo, Hiperhumor) y en la televisión local (Decalegrón, claro). Allí entregó personajes inolvidables como el niño caprichoso, Abelardito, fue una de las hermanas Rivarola y fue parte junto con Enrique Almada del sketch de “El Chicho” en la década de 1980.

“Dios me ha regalado a manos llenas”, le dijo en setiembre del año pasado a El País. “Y el que no sea creyente, que en vez de Dios le llame como quiera. Hay alguien que regula todo esto, si no sería un caos, y ese alguien me ha regalado mucho desde que yo era un pibe”,

En setiembre de 2024 realizó un concierto en el Auditorio Nelly Goitiño para celebrar sus “80 pirulos”. Y en 2023 se había publicado su biografía escrita por Angel Atienza, Gracias, señor.

“Trabajé de forma incansable para lograr lo que me había propuesto”, le contó a El País en 2023. “Y sigo siendo tan exigente como el primer día”.

DECALEGRON
Enrique Almada y Julio Frade en el sketch "El chicho". Foto: Archivo.
Foto: Archivo El País.

Una vida pública

Frade empezó a estudiar piano a los cuatro años, a los 14 debutó como profesional en la orquesta del cabaret Embassy y a los 17 se fue becado a Nueva York a estudiar jazz. Allí, alojado con una familia local que a las dos semanas le compró un piano, integró la banda de jazz del colegio y se coló en la escena neoyorquina.

Cuando volvió a Uruguay, se integró como líder a los Chicago Stompers y con 18 años, se presentó ante los hermanos Daniel y Jorge Sheck (“Los Lobizones”, creadores de Telecataplúm) y les propuso sumarse como el nexo entre el humor con la música. Se volvió su director musical.

Fue parte de aquel grupo fundador donde también estaban Emilio “Guita” Vidal, Ricardo Espalter, Eduardo D’Angelo, Raimundo Soto, Henny Trayles, Gabriela Acher y Berugo Carámbula; Enrique Almada y Andrés Redondo se integrarían después.

Con todos ellos, un año después debutó en Argentina y desde los 20 años fue director musical de canales uruguayos y argentinos.

Frade, el más joven del grupo junto a Acher y Carámbula, mantuvo desde entonces una carrera en paralelo como músico y humorista.

D'Angelo y Frade
Eduardo D'Angelo y Julio Frade. Foto: Archivo.

Con el primer sueldo, de hecho, se compró el piano Steinway negro que lo acompañó toda su vida.

En televisión fue una figura recurrente durante 60 años. Además de Telecataplúm participó en programas infantiles como Casquito y Cascote, en Canal 4, junto a Eduardo D’Angelo, con quien también hizo El Capitán Cañones.

Junto con buena parte de “los uruguayos” como se conocía a la troupe de Telecataplúm, volvió a Uruguay en 1976 con Decalegrón, uno de los grandes éxitos de su carrera y que lo tuvo en pantalla de Canal 10 todos los lunes durante 25 años.

Allí fue Adrianita Rivarola, El Buda, un parroquiano sabihondo del bar y el funcionario que esperaba a El Chicho, la ministra Adela Reta y parte del entorno de Pinchinatti, el ficticio candidato que compuso Ricardo Espalter.

Su última aparición en televisión fue como experto en la versión de Canal 4 conducida por Gustaf de Los 8 escalones.

Julio Frade y Valeria Tanco junto a Gustaf en "Los ocho escalones". Foto: Juan Manuel Ramos
Frade junto a Valeria Tanco y Gustaf en "Los ocho escalones". Foto: Archivo.

Talento musical

A pesar de que el gran público lo asociaba con el humorismo, Frade nunca abandonó la música y su popularidad nunca menguó su prestigio y el reconocimiento de su talento.

Consciente de esa dualidad de su figura, en 1974 grabó Música en serio en formato trío con clásicos de grandes compositores como Ray Charles, George Gershwin, Cole Porter, Dorival Caymmi, Duke Ellington y Ariel Ramírez.

Allí “deja ver sus influencias por pianistas como Oscar Peterson y Bill Evans, a quienes tiene como referentes”, escribió en 2024 en El País, el periodista Rodrigo Guerra, quien destaca una versión jazzeada de “Balada para un loco” de Piazzolla.

En 1975 fue el arreglador de Radeces, uno de los grandes discos de Ruben Rada y en 2000 editó Tango Sur Trío con el contrabajista y exmiembro de Totem Daniel “Lobito” Lagarde y el guitarrista Mario Núñez. Es buenísimo y se incluyen versiones de “El Choclo”, “La Cumparsita” y “Sur”. Alguna vez contó que el disco lo financió Víctor Hugo Morales.

En 2017 editó Sesenta años no es nada (otro trío esta vez con Jorge Pi en contrabajo y Enrique Cairoli en batería) donde celebraba el aniversario mostrando la amplitud de géneros que abarcó. Allí estaban desde “Adios Nonino” y “Aquarela do Brasil” a “Over the Rainbow” y ”Días de vinos y rosas” de Henry Mancini, con quien contó alguna vez tocó en Cleveland en 1968.

Julio Frade
Julio Frade. Foto: Archivo.

En los últimos años, había revitalizado su presencia musical en Uruguay con actuaciones clásicas como sus Conciertos de navidad o su parcería con otro músico uruguayo triunfador en Argentina, Panchito Nolé.

Juntos hicieron espectáculos como Quien nos quita lo bailado en 2016 o Ballotage en 2019 en el que repasaban sus carreras, sus historias y los encuentros de su simpática sociedad.

“Toco mucho menos de lo que la gente cree, pero sí mentalmente, a veces hasta dormido y soñando, hago combinaciones de mis dedos porque sé los sonidos”, le contó una vez a El País. “Es como si estuviera ensayando, pero estoy en la cama durmiendo. Lo que puede el cerebro es increíble”.

Ayer, en los saludos y condolencias en redes sociales se reconocía su condición de último de una generación de ilustres. Fue, sin duda, una figura presente en la cultura uruguaya, ya sea haciéndonos reir o emocionarnos cuando se sentaba al piano, su verdadero hogar.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Julio Frade

Te puede interesar