Redacción El País
El director y dramaturgo uruguayo Federico Martínez cosechó varios elogios el año pasado gracias a Marosa, obra que se basó en el universo poético de la salteña Marosa di Giorgio para convertirlo en un espectáculo teatral. Marosa recibó cinco nominaciones a los premios Florencio.

Ahora, Martínez vuelve a adentrarse en otro universo poético uruguayo, el de Julio Inverso en Hambrientos de infinito. La obra tiene funciones los sábados, a las 21.00 en Espacio Palermo (Isla de Flores 1631). Entradas a 500 pesos, reservas al teléfono 098-133-487.

Esta obra, seleccionada por el programa Fortalecimiento de las Artes de la Intendencia de Montevideo, es un homenaje al escritor y grafitero -perteneció a brigada Tristán Tzara a fines de los años ochenta- cuando hubiese cumplido 60 años. Terminó su vida en 1999.

Foto: Difusión.

Hambrientos de infinito, además, cuenta con audios y grabaciones del propio Inverso.

Protagonizada por Matilde Nogueira, Valentina Pereyra, Bernardo Scorzo y José Lamas, Gabriela Iribarren además presta su voz a uno de los personajes, la obra está definida como “un viaje corrosivo y lisérgico desde 1986 al presente, donde realidad y ficción conviven yuxtapuestas en las pieles y las voces de cuatro amigos que intentan hacer su camino en la literatura vernácula”.

Foto: Difusión.

Una obra para los que aman la noche, “los que alguna vez quisieron prender fuego todo, y los que se dejaron poseer por las drogas, por una emoción, por el amor, por el deseo, por la belleza de lo irrepetible”, anuncia la sinopsis de esta producción de Ciclón Teatro.

Inverso abandonó la carrera de medicina para dedicarse a las letras y tuvo una prolífica producción. Publicó cuatro libros: Falsas criaturas (1992), Vidas suntuosas (1993, ganó el premio narrativa de la Intendencia de Montevideo), Agua salvaje (1995), Diario de un agonizante (1995, por el que recibió una mención póstuma en narrativa del Ministerio de Educación y Cultura en el año 2000) y Más lecciones para caminar por Londres, en 1999.