La serie española que venció a "El juego del calamar" en Netflix: qué hace tan adictiva a "Ángela"

Redacción El País
En América Latina desbancó a la temporada final de El juego del calamar y a su propia compatriota Olympo, a la que Netflix le puso no solo sus fichas más pesadas, sino todo el entusiasmo en la campaña de promoción. Así, con perfil bajo, la miniserie Ángela se convirtió en el último fenómeno de la plataforma. No precisó de la ola de Corea ni de cuerpos esculpidos y tensiones -y pasiones- juveniles. Le alcanzó con el suspenso.

Conformada por seis episodios de 50 minutos cada uno, la ficción española sigue a la Ángela del título, una mujer que está atrapada en un matrimonio violento con fachada de perfección. La aparición de un viejo conocido y la revelación de un oscuro secreto sobre su marido cambiarán su vida de un momento a otro.

Pero Ángela no es un fenómeno nativo español. La serie, escrita por Sara Cano, Paula Fabra y Leire Albinarrate, se basa en la británica Ángela Black (2021) creada por Harry Williams y Jack Williams, aunque implementa sus cambios.

La principal novedad es que, en su versión española, Ángela está narrada desde el punto de vista de la protagonista, interpretada por Verónica Sánchez, cuya carrera va de un clásico como la comedia familiar Los Serrano a la cruda tira Sky Rojo de Netflix, donde compartió elenco con la argentina Lali Espósito.

En diálogo con El Plural, la propia Sánchez destacó ese cambio de perspectiva: “Ella empieza a temer estar inventándoselo todo y cuando cree que se lo inventa, el espectador también cree que se lo puede estar inventando, porque en el fondo tú ves lo que ve Ángela. Para mí ese es el punto fuerte de esta versión, que lo hace más claustrofóbica que la otra”.

La serie se estrenó originalmente en la plataforma Atresplayer, en 2024; luego llegó a Antena 3 y ahora Netflix le da un impulso global.

Llegó a la plataforma el 4 de julio y en su primera semana consiguió 3.3 millones de visualizaciones según datos oficiales de Netflix, que le alcanzaron para meterse en el Top 10 de las series de habla no inglesa más vistas del mundo. En ese conteo, al cierre de esta nota iba quinta, por detrás de las tres entregas de El juego del calamar y de Olympo.

Lideraba en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y, entre varios otros países, Uruguay.

Aunque en apariencias Ángela Recarte tiene una vida perfecta, casada con Gonzalo (Daniel Grao) y como madre de dos hijas, puertas para adentro está sumida en un infierno de violencia y maltrato. Algo en esa tensión constante se modifica con la aparición de Eduardo, un viejo compañero de clases.

Ángela siente una atracción inmediata, pero pronto descubrirá que Edu (Jaime Zatarain) no es quien dice ser.

En clave de thriller psicológico con elementos de drama, la serie aborda no solo la violencia de género, sino también el gaslighting, el anglicismo para explicar la manipulación psicológica que puede llevar a la otra persona a dudar hasta de su propia realidad.

La forma en que el guion trabaja ese elemento es uno de los mayores atractivos de la serie, porque logra arrastrar al espectador en ese constante vaivén de la percepción de la propia protagonista.

“Vas a dudar en todo momento de si lo que estás viendo es real o no”, dijo Sánchez, “y eso a mí, como espectadora, siempre me gusta muchísimo”. Los números y el impacto generado en los primeros días confirma que, en Iberoamérica, el público está de su lado.