Tuvo un pequeño papel como la princesa inglesa en la película del proyecto de Nickelodeon, Big Time Rush, y desde entonces no paró de crecer. Fue parte de series juveniles como Arrow y Supernatural, y sus ojos celestes y su cabello rubio quedaron cubiertos por las prótesis para su personaje en Star Trek: Beyond. Igualmente Melissa Roxburgh, la actriz nacida en Canadá en 1992, alcanzó la fama en 2018 con Manifiesto, la serie de ciencia ficción que se convirtió en tendencia mundial. Interpretó a Michaela Stone a lo largo de las seis temporadas de la ficción nacida en la televisión y que tuvo su cierre en Netflix.
Este miércoles, la actriz estrena nueva serie, The Hunting Party que llega a la plataforma Universal+ y donde interpreta a Rebecca “Bex” Henderson, una perfiladora del FBI que se convierte en líder de un grupo de agentes con una misión bastante complicada: encontrar y capturar a un grupo de asesinos seriales que se creían muertos. En realidad el gobierno había anunciado sus ejecuciones, pero estaban en una prisión ultrasecreta, y una vez libres, vuelven a las andanzas.
La llegada de la serie de acción es la excusa para hablar, vía Zoom, con la actriz. Comenta que la primera temporada de The Hunting Party se filmó en Vancouver, por lo que podía estar cerca de su familia en los ratos libres, y la segunda que ya comenzó a grabarse en Nueva York, donde vive, por lo que siempre se ha sentido como en su casa. “Espero que eso signifique que cada temporada podamos ir a un lugar distinto”, comenta la actriz entre risas. “Espero que sean destinos lindos, como Hawaii, el Caribe… esos estarían muy bien”, agrega.
—Después de seis temporadas trabajando en Manifiesto, ¿cómo fue arrancar desde cero con un proyecto diferente pero que mantiene una gran carga de acción?
—La verdad, estaba preocupada. Manifiesto fue una gran serie y la pasamos tan bien como elenco que nos convertimos en una gran familia. Cuando terminó, estábamos tristes. Y cuando llega una nueva serie, lo que pensás es: “ojalá estas personas sean igual de agradables, o que me lleve tan bien con ellas”. Son pensamientos inevitables. Y debo decir que con The Hunting Party tuve muchísima suerte: el elenco y el equipo son increíbles. El showrunner (Jj Bailey), el director (Thor Freudenthal), mis compañeros Josh (McKenzie), Patrick (Sabongui), Sara (García), Nick (Wechsler)… todos fueron geniales. Eso hace que ir a trabajar cada día sea fácil.
—La premisa de la serie no es precisamente sencilla. Interpretas a una agente del FBI que debe enfrentar criminales muy peligrosos…
—Exacto. Y no son delincuentes menores. No estamos persiguiendo a alguien que robó unas manzanas en el supermercado (se ríe). Se trata de los peores asesinos seriales del mundo, así los presentan. La historia arranca con que ya habían sido atrapados y, para la sociedad, todos estaban muertos. Se creía que habían sido ejecutados, pero en realidad los tenían en una prisión secreta del gobierno llamada The Pit. Entonces ocurre una explosión y logran escapar. Nadie en el mundo sabe que están sueltos, y nuestra misión es atraparlos y, al mismo tiempo, mantener en secreto su fuga, porque la sociedad no debe enterarse.
—Tu personaje también tiene que lidiar con su propio pasado. ¿Cómo se construye ese trasfondo?
—(Se ríe) ¿De qué hablás? Ella está perfectamente bien, no tiene problemas… bueno, no tanto. En realidad, “Bex” se metió en el mundo del perfil criminal a raíz de algo muy doloroso que vivió en su adolescencia: algo que le ocurrió a su mejor amiga. Eso se revela bastante rápido en la primera temporada. Después también aparece su relación con Oliver Odell (Nick Wechsler), otro personaje que carga con sus propios traumas. Así que sí, ella carga con bastante peso emocional sobre sus hombros. En la primera temporada se ven apenas algunos destellos de ese pasado, pero espero que en la segunda podamos profundizar mucho más en cómo esa historia la marcó y en las grietas que tiene su carácter.
—Mencionabas antes a Manifiesto. ¿Qué aprendiste de esa experiencia que pudieras aplicar a la construcción de “Bex” en The Hunting Party?
—Creo que “Bex” es como Michaela (mi personaje en Manifest), pero en versión adulta. Porque “Bex” es más centrada, sabe compartimentar mejor las cosas. Michaela, en cambio, era más caótica, aunque a lo largo de las temporadas creció un montón. Ella era más de tener todo bajo control, y “Bex”, en ese sentido, es más sólida como persona.
Más allá de eso, lo que más me llevé de Manifiesto no tiene que ver con lo actoral sino con lo humano. Josh Dallas (protagonista de la serie) me dio un gran ejemplo de lo que significa el liderazgo en un set: incluir a todos, tratar con amabilidad a cada miembro del equipo. Y llegar a esta serie me permitió aplicar eso que aprendí.
—Como actriz, ¿qué disfrutás más: personajes con un costado vulnerable, como Michaela, o roles más duros, como “Bex”?
—Ambos. Porque yo, Melissa, tengo días en los que me siento fuerte y otros en los que no lo soy para nada. Lo lindo de actuar es que podés explorar esos dos lados. A veces interpreto personajes más duros que yo, y me divierte mucho ponerme en esa piel. También me gusta mostrar seres humanos completos: con sus alegrías, tristezas, fragilidades y fortalezas. Eso es lo más real, y lo que más me interesa.
—Michaela Stone se volvió muy querida por los fanáticos de la serie. ¿Qué significó para vos interpretarla durante tantos años y cómo te transformó como actriz?
—Fue mi primera experiencia en una serie de largo recorrido. Antes había hecho otra (Valor), pero duró solo una temporada. En cambio, Manifiesto nos acompañó seis años. Y eso es como una maratón: son jornadas larguísimas, lejos de la familia, durante mucho tiempo. Y me enseñó a priorizar, a aprender los guiones rapidísimo, a convivir con un grupo de personas durante varios años. Me dio resistencia, disciplina y también un sentido de comunidad. A nivel profesional fue una experiencia enorme y muy valiosa.
—Esta es tu primera vez como protagonista absoluta. ¿Sentís que la televisión está cambiando y que cada vez más mujeres tienen la posibilidad de liderar historias?
—Sí, creo que en los últimos diez años hubo un cambio enorme. Ahora hay muchas historias fascinantes protagonizadas por mujeres. Estoy viendo The Sinner, con Jessica Biel, y me parece increíble verla encarnar a una asesina, y tener esa oportunidad de hacer un rol tan complejo. Me encanta que se abran esas puertas. Obviamente siempre tiene que haber un balance, porque también necesitamos historias masculinas, pero sin duda las mujeres tenemos más espacios que antes, y eso es muy positivo.
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