VIDA
El actor que interpreta a Chandler Bing en "Friends" publica un libro de memorias donde cuenta su lucha contra las adicciones
Cuando uno imagina a Matthew Perry, el actor conocido como Chandler Bing, lo ve en el sofá color mandarina de Central Perk o sentado en uno de los sillones reclinables gemelos del apartamento que compartía con Joey Tribbiani.
En septiembre, después de llegar a su casa rentada de 600 metros cuadrados me senté frente a Perry, quien me esperaba en un sofá blanco en una sala de estar blanca, a un mundo de distancia de Friends, la sitcom que tuvo 10 temporadas y catapultó a sus seis estrellas a la fama, la fortuna y los memes eternos.
En lugar de la mesa de futbolito donde se reunían Chandler, Joey, Monica, Phoebe, Rachel y Ross, empujándose unos a otros a través de los primeros capítulos de su edad adulta, Perry, de 53 años, tenía una mesa de billar de fieltro rojo que se veía intacta. Había mucha luz en la casa pero no mucho calor.
He visto cada episodio de Friends tres veces —en horario de máxima audiencia, en VHS y en Netflix— pero no estoy seguro de haber reconocido a Perry si me lo hubiera cruzado en la calle.
Como confiesa su excoprotagonista Lisa Kudrow en el prólogo de las memorias de su compañero de serie, Friends, Lovers and the Big Terrible Thing, la primera pregunta que la gente hace sobre Friends suele ser “¿Cómo le va a Matthew Perry?”.
Perry responde a esa pregunta en el libro (que se publica el 1° de noviembre y aún no tiene edición en español), al narrar de forma cruda sus décadas de lucha con el consumo de alcohol y drogas.
Su adicción lo llevó a una odisea médica en 2018 que incluyó neumonía, una explosión de colon, un breve período de soporte vital, dos semanas en coma, nueve meses con una bolsa de colostomía, más de una docena de cirugías estomacales y la comprensión de que, para cuando tenía 49 años, había pasado más de la mitad de su vida en centros de tratamiento o de rehabilitación.
La mayor parte de esto está cubierto en el prólogo. En un momento, escribe entre paréntesis: “Tenga en cuenta: durante los próximos párrafos, este libro será una biografía en lugar de una memoria porque yo ya no estaba allí”.
El libro está lleno de revelaciones dolorosas, incluida una sobre la disfunción eréctil inducida por el alcohol y de corta duración, y otra en la que Perry describe cómo tuvo que llevar sus dientes superiores al dentista en una bolsita en el bolsillo de sus jeans. (Mordió una rebanada de pan tostado con mantequilla de maní y se cayeron, escribe: “Sí, todos”).
En silencio y luego, mientras se relajaba, a un volumen que me permitía dejar de preocuparme por mi dispositivo de grabación, Perry se instaló en la conversación sobre su abuso de sustancias. Comenzó con Budweiser y el vino Andrès Baby Duck cuando tenía 14 años, luego se disparó para incluir vodka por cuarto, Vicodin, Xanax y OxyContin. Trazó el límite con la heroína, una elección a la que atribuye haberle salvado la vida.
Perry dijo que ha estado limpio durante 18 meses, lo que significa que estaba libre de drogas y alcohol cuando se emitió la reuniónde Friends en mayo de 2021.
“Probablemente he gastado nueve millones de dólares o algo así tratando de estar sobrio”, dijo.
La mayoría de los adictos no tienen los recursos de Perry. Pero tienen lo que él llamó “el don del anonimato”, mientras que sus momentos más sombríos han sido fotografiados, registrados y ocasionalmente objeto de burla.
Para que conste, Perry no es un gran fanático del secreto en lo que respecta a Alcohólicos Anónimos, donde patrocina a tres miembros. Explicó: “Sugiere que hay un estigma y que tenemos que escondernos. Por cierto, esta no es una opinión popular”.
El comportamiento de Perry se iluminó cuando hablamos de pickleball (es combinación de padle, tennis y badmington que juega con una pelota de plástico y está de moda), su última obsesión. Construyó una cancha en la casa a la que se mudará en Palisades. Juega con amigos y profesionales contratados. Él dijo: “Pensé que sería una buena idea, animarme, jugar pickleball antes de esta entrevista, pero básicamente estoy a punto de quedarme dormido en tu regazo”.
Entonces, ¿qué lo inspiró a escribir un libro?
Después de su estadía prolongada en un hospital de Los Ángeles, Perry comenzó a escribir la historia de su vida en la aplicación Notas de su teléfono. Cuando llegó a las 110 páginas, se las mostró a su manager, quien le dijo que continuara. Trabajaba en la mesa de su comedor unas dos horas diarias, no más: “Fue duro enfrentar todo estas cosas.”
Aunque Perry espera que Friends, Lovers and the Big Terrible Thing (que en Amazon, por si le vino ansiedad sale 14,99 para Kindle y 20,99 en tapa dura) eventualmente vaya para la sección de autoayuda de las librerías, los fanáticos de Friends encontrarán historias conmovedoras en sus páginas. Perry escribe con agradecimiento y entusiasmo sobre las 10 temporadas en las que él y sus coprotagonistas trabajaron juntos, llegaron a ganar un millón de dólares por episodio.
Recuerda la vez que Jennifer Aniston llegó a su tráiler y dijo, “de una manera extraña pero cariñosa”, que el grupo sabía que estaba bebiendo de nuevo. “’Podemos olerlo’”, dijo, y él escribe, “el plural ‘nosotros’ me golpea como un mazo”. En otra ocasión, el elenco lo enfrentó en su camerino.
Perry también lanza una bomba triste sobre su boda en la pantalla: “Me casé con Monica y me llevaron de regreso al centro de tratamiento -en el punto más alto de Friends, el punto más alto de mi carrera, el momento icónico en un show icónico- en una camioneta manejada por un técnico”.
En una entrevista telefónica, Kudrow dijo: “Es una enfermedad horrible y él tiene una versión difícil de ella. Lo que no cambia es su voluntad de seguir adelante, seguir luchando y seguir viviendo”.
Ella agregó: “Quiero mucho a Matthew. Somos parte de una familia. Básicamente estoy terminando esto con ‘I’ll be there for you’ (la canción principal de Friends), pero es verdad. Siempre estaré ahí para él”.
El libro sincero y oscuramente divertido de Perry ahora le otorga una silla honoraria, y un espacio en los estantes junto a tantos libros sobre el pasaje por las adicciones
“Hay un infierno”, escribe Perry. “No dejes que nadie te diga lo contrario. He estado allí y sé que existe; fin de la discusión.”
Él dijo: “Ahora me siento mejor porque está lejos. Está en una hoja de papel. El 'por qué' sigo vivo está definitivamente en el área de para ayudar a las personas”.