Redacción El País
Este jueves,la geóloga Leda Sánchez fue entrevistada en el ciclo Lado B, que conduce Wilmar Amaral en TV Ciudad, y fue tajante al momento de recordar su paso por el Senado en noviembre de 2020.

"Hicimos una cosa bastante rápida porque tenés cinco minutos para hacer tu exposición de motivos", recordó. "Estaban ahí los políticos y dos personas me prestaron atención, el resto estaba boludeando con los celulares", lanzó. "Ese es el compromiso que tiene la gente a la cual todos los ciudadanos le pagamos unsalario para que nos gobiernen, pero están boludeando con el celular", reafirmó.

Tras ese comentario, la geóloga dijo que "solo" dos personas le presetaron atención: Sergio Botana y Guido Manini Ríos. "Óscar Andrade estaba a un metro y medio y también estaba con el celular. Después se lo comenté a otra gente y me dijeron que les había pasado lo mismo", criticó.

Sánchez comentó, entonces, que salió de la comisión "indignada". "No puede ser. ¿En qué mundo vive esta gente? Ellos son los que después te votan las jubilaciones y otras cosas. No entiendo. Si no tienen la capacidad de prestar atención cinco minutos a una persona", reclamó. "Capaz no importa si hay terremotos o no, pero por lo menos prestale atención. Hablamos de educación, todo el mundo habla de educación. Bueno, eso es una falta de educación".

Pero eso no es todo. Más adelante, habló de una reunión con Luis Lacalle Pou por "el tema de los terremotos en la Antártida". "Le mandé un WhatsApp y le dije: 'Luis, ¿nos podemos reunir?' Inmediamente me contestó que si podía ser a las 16.30, así que a esa hora estaba ahí. Le planteé lo siguiente: estos son los gatos que tenemos como Observatorio (Geofísico del Uruguay), necestería tanta cantidad de gente. Él estaba al tanto de los terremotos de la Antártida y sabía que nosotros estábamos trabajando en eso. Cuando miró el monto dijo: 'Estos son chirolas'; no lo dijo así, fue una palabra más formal. Y estamos acá igual".

Según comentó la geóloga, Lacalle Pou le dijo que iba hablar con Arbeleche. "Pero todavía sigo esperando una respuesta. Son esas cosas que te frustran finalmente", lanzó. "Seguramente en 15 días ya se me haya bajado la ira y siga trabajando de forma compulsiva y cuando venga el siguiente terremoto me volveré a calentar y seguiré diciendo que no tenemos recursos".