Redacción El País
Gaspar Valverde fue invitado al ciclo Hacemos lo que podemos, que conduce Richard Galeano por Undertake Media. Allí, además de repasar su carrera y hablar de su presente laboral en Fipo TV, abrió su corazón para referirse a uno de los momentos más difíciles de su vida: cuando tocó fondo emocionalmente y debió pedir ayuda para salir adelante.
El conductor contó que disfruta del universo del streaming, donde está al frente de Fuera de lugar junto a Damián Lescano y Shay Levert. “Me pude acomodar al sistema”, dijo. Y reconoció que pospuso la segunda temporada de Imperfectos el show para el año próximo porque “no le daban los tiempos ni la cabeza” al momento de sumarse a Fipo TV.
También confesó que llegar a los 50 le generó un sacudón: “Estás más cerca del retiro que del arranque", comentó entre risas.
Y añadió con sinceridad: "Lo que uno sabe y quiere hacer, al momento de ser más veterano, empieza a quedar más de costado. Todavía me creo con posibilidad de hacer cosas porque estoy bien, pero siento que en algún momento esto va a pasar a otra gente y eso te da cosa”.
La depresión que sufrió Gaspar Valverde
Consultado sobre el pozo depresivo que atravesó, Valverde fue sincero: “Soy una persona muy sensible. Cualquier cosa que sienta que me está hiriendo me duele mucho y me hace mucho daño”. Por eso aconsejó a quienes transiten una situación similar que pidan ayuda profesional.
Aclaró que nunca pensó que estaba “loco”, sino que sufría una profunda tristeza: “Eso me llevaba a no querer levantarme de la cama. Me invitaban de programas y no quería ir. Fueron cuatro o cinco hechos duros que me pasaron y me pegaron fuertísimo”.
En ese momento decidió pedir ayuda a la ciencia. “Empecé a salir de esa zona oscura, caminar un poco más recto y ver la vida de otro color, no gris”, relató. Hoy asegura sentirse pleno: “Me siento cómodo y feliz con mis hijas. Me llevo bárbaro con Karina (Vignola), somos dos papás muy presentes, mi familia está bien y los trabajos están apareciendo”.
Valverde explicó que la gente se daba cuenta de su estado: “Transmitís que estás en el pozo, pero por suerte hemos salido”.
Y recordó que primero fue su expareja Karina Vignola quien atravesó un episodio de salud mental, y luego le tocó a él, tras una sucesión de hechos: la separación, la muerte de su padre, la salida de Polémica en el bar (Canal 10), el conflicto económico y personal con Álvaro Navia. "Te vas dejando a nivel mental y eso está bueno tratarlo”.
Sobre su vínculo con Vignola, fue claro: “Estamos unidos de por vida. Ella está en pareja con un muchacho que es un crack. Si ella está contenta y mis hijas lo respetan, me parece genial”.
La idea de reflotar "De igual a igual"
En otro tramo de la nota relató que en su momento intentó reflotar el espíritu del histórico Igual a Igual, el ciclo conducido por Omar Gutiérrez en Canal 4, donde Gaspar dio sus primeros pasos.
“Hablé con el productor para continuar el legado, pero no se dio. Lo precisan la gente y las bandas que hoy no tienen un canal de difusión”, cerró.
Por último reveló que vendió el histórico kiosco de Plaza Libertad que había pertenecido a su padre porque se le hacía cuesta arriba: “Tenía que estar tranquilo y estaba alborotado porque no sabía para dónde arrancar. Lo pasé a gente que sí le interesaba”, confesó.
Reconoció que le costó tomar la decisión, porque era un legado familiar, pero sentía que ya no podía mantenerlo.
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