El mundo del espectáculo argentino está de luto. Hoy sábado 25 de marzo falleció Tristán, el reconocido comediante y actor. Tenía 85 años y llevaba varios días de internación en Córdoba, por una neumonía bilateral.

Estaba conectado a un respirador artificial, en terapia intensiva, y su familia ya había adelantado que estaba "bastante complicado". Tenía tres hijos, Victoria, Mariano y Federico Díaz Ocampo, los encargados de confirmar la noticia.

Nacido Tristán Antonio Díaz Ocampo, Tristán se había instalado en Córdoba hace algunos años, próximo a su hija Victoria, tras sortear varios problemas de salud, entre ellos una fractura de cadera que le demandó una larga recuperación. No había podido volver a caminar.

Alguna vez, recordó La Nación en su obituario, se definió como “el hombre que hacía reír a la gente, pero que no se reía”.

Debutó en el ambiente artístico en la década de 1950, en el programa de radio Farandulandia. Antes había sido presentador de orquestas de tango en espectáculos en vivo, y había experimentado con las imitaciones.

Para los años sesenta se instaló en Buenos Aires, y fue parte de éxitos como Telecómicos, La revista dislocada, El club del clan, El botón, El ojal, Operación Ja Ja o La tuerca. Hizo televisión, teatro de revistas y cine, y trabajó con Niní Marshall, Alberto Olmedo y Jorge Porcel.

El historial de películas cómicas es extenso, y en todas ocupó un rol de sobresaliente secundario. Fue parte de Polémica en el bar, y en la década pasada sorprendió con su primera aparición como villano, en la serie Historia de un clan, sobre la familia Puccio. Interpretó al siniestro personaje de El Coronel y se ganó un Martín Fierro como mejor actor de reparto.

La contracara de aquel éxito fueron las acusaciones de acoso de su compañera de elenco, la joven Rita Pauls. Antes había sido acusado por Cinthia Fernández, por acoso y maltrato; fueron a juicio y ella lo perdió.

Tristán, que se encontraba en silla de ruedas, también padecía demencia senil. Se la habían diagnosticado en 2011 pero su hijo Federico recién la hizo pública en 2020. "Esa demencia senil no le impidió trabajar, no era tan grave, no se olvidaba tanto de las cosas. Eran pequeños detalles”, contó entonces.