Redacción El País
En plenas fiestas de 2023, Adriana da Silva sorprendió a sus seguidores al revelar que venía batallando contra una enfermedad. Había sido diagnosticada con un linfoma y por eso le habían tenido que hacer quimioterapia, una situación que decidió no hacer pública hasta finalizado el tratamiento.

Esta mañana, la ex Canal 4 reapareció en televisión en el programa Vamo' arriba que es domingo, y dio detalles de cómo vivió su enfermedad, las decisiones que tomó y un punto de quiebre.

En el programa que conduce Luis Alberto Carballo, la comunicadora y actriz contó: "Venía bastante mal desde hacía un año, pero no daban con el diagnóstico, hasta que un día, exactamente cuando terminé Masterchef, en julio, me hicieron una tomografía de apuro, me internaron y ahí empezó todo. Empecé con el periplo del tratamiento que terminé en noviembre".

En la entrevista, Da Silva explicó los motivos por los que decidió no contar sobre su enfermedad hasta que tuvo el alta. Dijo que su padre tiene 90 años y que la noticia lo iba a golpear mucho, mientras que su hija mayor estaba dando exámenes y a punto de hacer un cambio importante en su vida. Con ese contexto y teniendo en cuenta que la pandemia fue un tiempo de mucha pérdida para tantas personas, decidió guardarse la información.

"En mi casa somos nosotros, y de alguna manera la capitana del barco soy yo", explicó. Por eso, cuando recibió el diagnóstico, Da Silva le hizo una pregunta a su médica que fue definitoria. "Lo primero que le pregunté a la doctora fue: '¿Yo me tengo que despedir? 'No, no te tenés que despedir, lo vamos a resolver'".

Así, apenas le comunicaron que debía internarse con urgencia, la conductora hizo un bolso y dejó su casa diciéndole a su padre solo que debía realizarse algunos estudios, pero que volvería. Regresó 15 días después y ante la pregunta de qué le pasaba, ella respondió: "Tengo el bazo enfermo, está jorobado, me van a hacer un tratamiento, se me va a caer el pelo pero lo vamos a resolver".

"A partir de ese momento, el tipo hizo así", dijo Da Silva en referencia al cambio en el comportamiento y la actitud de su padre, "y todos los días que me ve pelada, viene con un peine y me dice: 'Peinate'", cerró entre risas.

En diciembre, cuando hizo pública su situación, Da Silva expresó: "Gracias también por respetar mi deseo de reserva sobre el tema. Sentí que debía transitarlo sola y en silencio. Hubo mucha paz".