El día que a Darwin Núñez, nuevo ídolo de la selección uruguaya y estrella del fútbol inglés, le preguntaron a qué momento lindo le gustaría volver, se acordó de los picaditos que jugaba en las calles de Artigas, por una Coca Cola o un jugo que valía dos pesos. “¡Qué rico’ lo’ jugo!”, dijo, como si de repente hubiera recordado a qué cosa sabía la verdadera gloria.
Juan Saieg hace lo mismo. Si tiene que volver a un único toque, a una sola actuación de las tantas que se acumulan en el camino, no piensa en el Cosquín Rock ni en el Luna Park, ni en la reciente gira por Europa o en aquella vez que con Usted Señalemelo hicieron historia al convertirse en la primera banda argentina en tocar en el Lollapalooza de Chicago.
Si se le pide un momento, de repente Juan es, un rato, el niño que iba a El Duende Flo, el jardín de infantes de Mendoza, y que cantaba sin parar. Tiene mala memoria, dice. También tiene melancolía.
Sin embargo, Juan Saieg es el hombre de casi 30 años que atiende a El País desde una calle de España, la tarde siguiente a haber tocado en Valencia y de cara unos shows que palpitaba calientes en Barcelona y Madrid. Pronto, esa energía viva que trajo Tripolar, el disco de 2023 que sacó a Usted Señalemelo del ostracismo y la volvió a instalar como exponente de un nuevo sonido argentino —¿rock?, ¿pop?, ¿electroalgo?—, llegará a Uruguay. La cita es este jueves en Sala del Museo; entradas en Redtickets.
“Es un buen momento, sí. Un gran momento, la verdad”, dice Saieg cuando evalúa el presente de este grupo que acumula más de 10 años, tres discos, un importante prestigio, un impasse que se confundió con separación, muchos proyectos paralelos y una búsqueda: la de nunca aburrirse.
“Me cuesta un poco entender qué ha sido Tripolar. Estamos disfrutando su despedida, aunque es un disco que nos va a acompañar por siempre”, dice del trabajo lanzado en 2023, Premio Gardel a mejor disco de rock alternativo y que los impulsó tras un período de al menos tres años de pausa.
“Empezamos a grabar en 2019, y nos estaba costando conectar. Después vino la pandemia, que fue más que nada lo que hizo que nos alejáramos (con Gabriel “Cocó” Orozco y Lucca Begueire Petrich), y en un punto también lo veníamos necesitando. Qué sé yo. Los tiempos de creatividad son muy distintos en cada proceso. Ahora estamos grabando un montón, sumando un montón de gente nueva, y eso te quita el peso y hace a todo un juego divertido. Y se aprende más”.
De hecho, para hacer Xtrapolar, el combo de sencillos estrenados en mayo (“X siempre”, “la vivida noche”), la banda convocó a sus músicos sesionistas para trabajar en estudio, y compuso con ellos y con los productores Rafa Arcaute y Nico Cotton, dos referencias.
Siempre habían funcionado los tres —Juan, Cocó, Lucca— como una unidad indivisible y compacta, y ahora, sin embargo, dejaron que se expanda el universo. La traducción hacia el sonido es instantánea: Usted Señalemelo, siempre indie y alternativa, suena cada vez menos a rock y cada vez más a otras cosas inclasificables.
“Estamos jugando un poquito más, pero es un poco lo que hicimos siempre. Solo que por ahí ya no lo juzgamos tanto. Pero Cocó tiene un disco de electrónica, Lucca tuvo bandas más instrumentales o de hip hop, y cada uno escucha músicas muy variadas, desde clásico y jazz progresivo a lo urbano. Y la inspiración de Xtrapolar vino de estar en medio de la gira por Estados Unidos; no nos basamos en referencias, pero estábamos en ese lugar y de alguna manera nos enchufó un cable de energía”.
Juan, que se pasea por un abanico de artistas entre Coltrane y MK.Gee, dice que el mundo funciona por etiquetas y que sí, “es una mierda”, pero a veces la industria y sus burocracias lo piden y entonces Usted Señalemelo es la banda de rock que se supone que es.
“Al haber salido de Mendoza, siento que eso nos diferenció mucho con la escena, con el resto de las escenas del país. Y siempre tuvimos presente que la esencia nuestra era lo más importante y lo que no se tenía que corromper con el paso del tiempo, y hasta el día de hoy es algo que cuidamos mucho y creo que es lo que nos hace interesantes”, dice. “Y lo que pasa entre nosotros tres, que no nos pasa con otros músicos, es un toque mágico. Pero nunca nos gustó encasillarnos y es difícil; ahora estamos en un lugar en que apenas nos conocen y me preguntan, '¿y ustedes qué música hacen?'. Y es como, ¿qué música hacemos, boludo? No entiendo”.
Mientras lo piensa y se ríe, Juan Saieg entiende otras cosas. Por ejemplo, que Gustavo Pena, El Príncipe, es “el Spinetta uruguayo”, y que sin querer está metido en la génesis de su canción “Tras”. O que volver a tocar a Uruguay siempre tiene algo de enamorarse.
También entiende esto: “Este disco nos volvió a conectar, y ahora la conexión de la banda es absoluta. Estamos tocando un montón de música con el mismo horizonte, que es básicamente el de seguir soñando. Un poquito más alto”.