"Terapia de murga" con León Gieco: por qué el show de Rada y Agarrate Catalina es de los más relevantes de 2025

Este miércoles, "Terapia de murga" llegará al Teatro de Verano con una propuesta especial: León Gieco participará como invitado especial. "Uruguay es un país fundamental para mí", le dice el argentino a El País.

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Ruben Rada y Agarrate Catalina en "Terapia de murga".
Foto: Estefanía Leal.

Había algo pendiente en este cruce de trayectorias y lenguajes. Después de agotar tres funciones en el Auditorio Nacional del Sodre y de recorrer escenarios del interior uruguayo y argentino, Terapia de murga llega este miércoles al Teatro de Verano, el escenario donde su propuesta encuentra sentido pleno. Allí, en el templo de Momo, el espectáculo que cruza los caminos de Ruben Rada y Agarrate Catalina cierra el año con una función especial que suma a León Gieco como invitado.

El público entendió la magnitud de este encuentro rioplatense y agotó las entradas hace semanas. Con casi 30 artistas en escena, Terapia de murga es uno de los espectáculos más relevantes de la música uruguaya en 2025, no solo por el cruce de nombres, sino por ese sonido único que se construye cuando la murga, el candombe y el rock respiran el mismo aire. La participación de Gieco reafirma el peso de un show cuya razón de ser está en esos diálogos artísticos.

Terapia de murga debutó en marzo con tres funciones agotadas en el Auditorio Nacional del Sodre. La apertura con “Quién va a cantar” —esa samba con letra que conserva la misma urgencia que hace 25 años— marcó desde el inicio la tónica de la propuesta. Con la murga aportando coros y percusión, y Rada y su banda al frente —con sus hijos Lucila, Julieta y Matías incluidos—, el espectáculo revisita los repertorios de cada uno para reimaginarlos.

De este modo, el encuentro le da nueva vida a canciones ya conocidas. La banda de Rada, con diez músicos, suma una capa aún más uruguaya a los temas de la Catalina. “Vivir” crece gracias a un solo de acordeón a cargo de Gustavo Montemurro; “Soy” se impregna del pulso candombero con los tambores de Fernando “Lobo” Núñez, Noé Núñez y Sergio Martínez; y “Montevideo” gana profundidad con las voces de Rada y sus hijos, y la batería de Nelson Cedréz.

Algo similar ocurre con la obra del artista de 82 años. Escuchar a un coro de 19 integrantes —14 de la Catalina y cinco de su banda— disparar los estribillos de “Heloísa” y “Mundo entero” es como sentir el latido de una multitud que canta al unísono.

Ruben Rada, Agarrate Catalina y Tabaré Cardozo.
Ruben Rada, Agarrate Catalina y Tabaré Cardozo.
Foto: Estefanía Leal.

En aquellas funciones, además, dos joyas del inabarcable —y siempre sorpresivo— repertorio de Rada reaparecieron en versiones especialmente logradas: “Mamita”, que en 1996 grabó ensamblando todas las voces en el estudio, se desplegó en una polifonía festiva que golpeó en el pecho; y “Candombe para Figari” se vistió con un estribillo aún más coreable, como si la Catalina lo hubiera estado esperando para darle su forma definitiva.

En la previa de esos conciertos, El País dialogó con Yamandú Cardozo, quien destacó la carga simbólica del encuentro. “Ruben está con sus tres hijos en el escenario, y hay una cosa de familia muy poderosa que también está dentro de la Catalina”, dijo. Rada, por su parte, definió Terapia de murga como un show “para romperse las manos” aplaudiendo. “Vamos a hacer que la gente se pare a cantar con nosotros”, anticipó.

Y no se equivocó. Rada, un showman nato —su “¡A ver ese grito de locura!” es una de sus jugadas infalibles—, logró quebrar la solemnidad que suele dominar el clima de la sala Eduardo Fabini. Promediando el concierto, y con la complicidad de Tabaré Cardozo, hizo que el público se pusiera de pie para cantar y bailar clásicos de ambas propuestas: “Candombe para Gardel”, “El murguero oriental”, “Mi país”, “El gorrión” y, claro, “Terapia de murga”.

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Tabaré Cardozo y Agarrate Catalina.
Foto: Estefanía Leal.

Tras aquella auspiciosa primera experiencia, el espectáculo salió a conquistar escenarios de la región. En abril se presentó en la Plaza de Toros de Colonia, y en octubre combinó una minigira por tres ciudades argentinas —Buenos Aires, Córdoba y Rosario— con una actuación en la Semana de Lavalleja.

La potencia de Terapia de murga también se reflejó en la discografía de Rada. Ese mismo mes publicó Gamurgatrónica, su primer disco íntegramente dedicado al género. Dividido en dos partes, el álbum presenta en su primera mitad cuatro canciones inéditas —entre ellas “Murguero amor”, candidata a convertirse en un nuevo clásico de su obra—, mientras que la segunda recupera temas editados en trabajos anteriores. Más allá de la infaltable “Terapia de murga”, el disco rescata piezas de enorme valor artístico como “Mamita” y “El éxito”, donde Rada despliega todo su talento vocal e imaginación al encargarse de todas las voces.

Aunque la Catalina no fue parte de Gamurgatrónica, la presencia murguera quedó a cargo de La Nueva Milonga, con quien grabó “Canción, canción”, otro de los puntos altos del álbum. El tema —donde el candombe dialoga con la murga, el rock a lo Tótem y hasta el universo sinfónico— es un homenaje a Tito Pastrana, histórico y ya mítico director del conjunto con el que Rada grabó la canción y del que formó parte cuando tenía 15 años.

Terapia de murga aún no cuenta con un registro oficial, pero el concierto de este miércoles en el Teatro de Verano se presta especialmente para pensar en un disco en vivo que deje testimonio del espectáculo. La participación de León Gieco refuerza esa idea y, así como ocurrió el año pasado con los dos conciertos de Hugo Fattoruso y Fernando Cabrera en el Teatro Solís, este tipo de encuentros merecen ser documentados.

La presencia de Gieco no es un gesto circunstancial. Para el argentino, volver a Uruguay tiene un peso afectivo particular. “Es un país fundamental para mí”, dice a El País. “Fue el primer lugar fuera de Argentina donde fui a tocar, y además me pasa algo muy raro cada vez que voy: apenas llego al puerto, bajo cinco cambios”.

Cosquin Rock Uruguay 2023
Recital de Agarrate Catalina y Leon Gieco en el festival Cosquin Rock Uruguay 2023 en la Rural del Prado de Montevideo, ND 20230422, foto Juan Manuel Ramos - Archivo El Pais
Juan Manuel Ramos/Archivo El Pais

Así como Yamandú Cardozo destacó el clima familiar que atraviesa la propuesta, Gieco también se reconoce dentro de ese mismo sentimiento. “Me encanta volver, ver a mis amigos y tocar con Rada y la Catalina, a quienes conozco desde hace muchos años”, asegura.

La relación entre Gieco y Rada se remonta a 1972, cuando coincidieron en el festival B.A. Rock, mientras que su vínculo con Agarrate Catalina comenzó hace unos 15 años, tras verlos por primera vez en un show en La Trastienda porteña. El impacto de aquel cruce derivó en un espectáculo que recorrió Latinoamérica y Europa y que, visto en perspectiva, funciona casi como una precuela de Terapia de murga: la confluencia de universos musicales, con Gieco sumándose con guitarra, voz y armónica a una banda especialmente armada por la Catalina.

En el show, el argentino aportará clásicos como “Cinco siglos igual”, “Pensar en nada”, "El ángel de la bicicleta", "El fantasma de Canterville" y “Solo le pido a Dios”, que dialogarán con la propuesta de Terapia de murga, ganando todavía más fuerza. Será un cierre de año ideal para celebrar a estas tres figuras rioplatenses.

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