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Gran repunte de La Clave, que ahora aspira a dar pelea

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La Clave

CARNAVAL 2018

Momosapiens tiene un show de gran potencial, pero deberá ajustar actuaciones para la liguilla. Yambo Kenia reafirmó que es candidata y La Compañía pelea por un cupo en las finales

La Clave fue el punto fuerte de la noche del domingo 18, gracias a una notoria mejoría interpretativa que permitió el lucimiento de todo su bloque central, algo que en la primera rueda había quedado en el debe.

El espectáculo Brutal está contado en un tono directo y tiene crítica punzante y sin concesiones, de principio a fin.

A diferencia de muchas de sus pares, que dedican un espacio puntual para un salpicón o popurrí, la crítica de la murga de San Carlos entra y sale en cada bloque temático, de modo que la propuesta se nutre de muchísima actualidad, un factor clave para la eficacia de la comunicación y el alto nivel de involucramiento alcanzado.

Otro recurso persuasivo destacado de la murga es el humor, que también obtuvo una mayor efectividad en esta ronda, al tiempo que hubo bellísimas imágenes y construcciones poéticas en la despedida, una pieza que no ha sido la mayor fortaleza histórica del grupo, pero que en este 2018 bien podría aspirar a uno de los destaques que otorga el jurado.

La comicidad de la propuesta está esparcida durante todo el repertorio y tuvo distintos niveles de aceptación.

Por un lado están las sonrisas tibias y cómplices que responden a los planteos irónicos y sugerentes, aunuqe también hay una temperatura más alta, de carcajadas, que aparecen como indicadores excluyentes de una propuesta que prendió en la gente.

El trazo principal del argumento se construye a través de paralelismos entre personajes de apariencia, indumentaria y accesorios propios de una civilización bárbara de tiempos primitivos, cuyas cualidades son extrapoladas a nuestro tiempo, para describir los aspectos más sombríos de la sociedad actual, tales como el individualismo, el egoísmo, la indiferencia, le mentira, la violencia o el no hacerse cargo del futuro, temáticas que son trasuntadas en el remate de cada cuplé.

A diferencia de años anteriores, donde la murga definía bloques más extensos para desarrollar sus ideas, La Clave optó esta temporada por momentos más breves y dinámicos, que van pasando revista de modo vertiginoso a la multiplicidad de temáticas del año.

Para alcanzar ese ritmo eléctrico y veloz, la murga dispone de una musicalidad de pulso intenso, con temas ampliamente conocidos, que sirven para aumentar el grado de involucramiento con la platea.
El punto menos logrado de la murga es el cuplé de los cocineros. Dicha falencia, que no es determinante, queda en evidencia por ocupar un lugar central en el repertorio.

El resto del libreto, por su parte, es de alta factura, así como la propuesta estética, que conjuga las áreas del vestuario y la puesta en escena, en las que el grupo alcanza niveles de excelencia.

La sensible mejoría de la murga puede ser un fuerte impulso para recobrar su posicionamiento entre las favoritas de los espectadores en los días que restan hasta la finalización del carnaval.

Parodia

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A tercera hora actuaron los parodistas Momosapiens, que tuvieron una muy buena actuación, aunque un par de puntos por debajo de lo alcanzado en la primera rueda, ocasión en la que los dirigidos por Horacio Rubino sorprendieron y se ganaron una altísima valoración de los espectadores.

Momosapiens tiene un texto brillante. Construye sus comedias quebrando las unidades de espacio, tiempo y sentido de las obras originales, con chispazos semigeniales de humor.

La parodia La Sociedad de los Poetas Muertos es una de las mejores de la temporada; Casanova no tiene nada que envidiarle si ajusta su dinámica e interpretación, al tiempo que Canario Luna es, acaso, la que merece menores elogios, aunque también es la más breve.

A diferencia de años anteriores, donde el cuidado visual era una flaqueza del grupo, este año quedó en evidencia que Momosapiens se tomó en serio sus perspectivas de concurso, logrando una destacadísima performance en dichos rubros. Para la liguilla se esperan algunos ajustes que permitan al grupo alcanzar la brillante nota de su primer pasaje por el Collazo.

Candombe y revista

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La apertura de la noche estuvo a cargo de la comparsa Yambo Kenia, que es una de las candidatas de su categoría. Mostró un buen trabajo de libretos, con muy buenas voces, música de primera y un destacado trabajo escénico, ítems que son la columna vertebral de cualquier espectáculo y parte central de la evaluación a los grupos concursantes.

El trabajo narra la vida de Pedro Ferreira, influyente músico y creador de varias emblemáticas piezas musicales del género candombero, algunas de las cuales integran la nómina de preferidas del cancionero local.
El trabajo de los solistas y coro fue destacado.

Más aún el de su orquesta, que fue clave para comprender la biografía en cuestión, en especial en aquellos cuadros en los que se da cuenta de la sensibilidad musical de Ferreira y su comparsa Fantasía Negra, de Ansina.
En síntesis, el trabajo de Yambo Kenia tuvo calidez y una buena descripción de la vida de Ferreira, cuyas lineas principales quedaron esbozadas, bien narradas, generando una buena impresión de cara a la rueda final, donde el grupo de la familia Larraura será un gran animador.

La Compañía, por su parte, abrió la noche con un espectáculo donde predominaron las buenas ideas por sobre la efectividad de sus intermedios, que no siempre fueron parejos.

El espectáculo mostró buenos intérpretes, pero altibajos en sus textos.
Pensando en una eventual clasificación a la ronda final, los dirigidos por Gustavo Pérez tienen para ofrecer una deliciosa banda musical compuesta casi íntegramente con mujeres, así como un más que destacado cuerpo de baile, un área de primerísima importancia reglamentaria.

El grupo pelea por un cupo liguillero y tiene atributos para estar en la consideración del jurado.

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