Es parte de la música uruguaya desde hace décadas, pero ahora empieza a escribir su historia de cero

"Cantar, en algún punto, es como terminar de hacerme cargo de mis propias canciones”, dice Federico Deutsch, que tras más de 30 años como integrante del circuito musical alternativo de Montevideo, desde las noches del boliche Juntacadáveres hasta ahora, está listo para dar el salto.

Sin embargo, no hay vértigo cuando habla de cómo se descubrió como letrista de canciones o de cómo se ha preparado para compartir su voz. Lo primero lo describe como algo “natural” y nada premeditado. Lo segundo, también: aunque su último proyecto grupal, Maverick, tenía tres vocalistas y él no era ninguno de ellos, cantar siempre fue costumbre. Al menos en su propia casa.

Quizás la diferencia central en cuanto a la metamorfosis que lo llevó a lanzar Síndrome del impostor, su nuevo disco de estudio, una incursión directa al mundo de la canción pop que presentará en vivo este domingo en la Sala Balzo, tiene que ver con otra cosa. “Fue como darme cuenta, en un momento, de que me consideraba alguien que hacía música instrumental. Y fue querer salir de ese lugar”.

Así, Federico Deutsch —en su tiempo tecladista de bandas como Rrrr o La Hermana Menor, parte del colectivo Maverick, compositor para teatro y cine, ganador de un premio Florencio junto a Sylvia Meyer por la ambientación sonora de Perro muerto en tintorería, de María Dodera, y un pionero de la electrónica local— llegó a Síndrome del impostor. Su quinto disco solista es el trabajo más cancionero de su vida y su presentación absoluta como cantante, un rol en el que lo apoya Karen Halty, presencia central en este reinicio.

Otra figura clave es la de Garo Arakelian, quien aporta guitarras y además es, dice Deutsch, una especie de padrino de las letras del disco.

“En un momento sentí que ya no había energía para retomar Maverick. Entonces vino ese duelo, y después empecé a hacer canciones que me empezaban a sonar interesantes. Y había visto un cartel del taller de canciones de Garo. Lo llamé, arranqué a laburar con él y fue muy copado el trabajo”, dice.

Allí se ordenaron y pulieron varias de las 11 piezas que integran el disco, que conecta las influencias del rock y el pop con la experimentación electrónica que constituye la identidad sonora de Deutsch.

Foto: Federico Deutsch

Ese cruce —que incluye un precioso feat con Sylvia Meyer que al propio Deutsch lo hizo llorar— se hará mucho más evidente y concreto en un próximo álbum, dice, del que ya se adelantarán músicas este domingo en la Balzo. Allí, acompañado de Garo, de Karen, del baterista Hugo Angelelli (en el disco grabó Diego Bartaburu, de No Te Va Gustar) y el bajista Aníbal González, tomó la decisión de no visitar el pasado: solo sonarán los temas de Síndrome... y mucho de lo que está por venir. Las entradas están en Tickantel.

“De Juntacadáveres hasta ahora cambié pila de veces de cosas que estaba haciendo: bandas, proyectos, música para teatro, música para cine, música solo. Pero siempre que me embarcaba en algo que en ese momento me parecía interesante, tenía la sensación de que era como arrancar de cero”, dice. “Y quizás esto de ahora, este disco, siento que es como un arrancar de cero. Pero esta vez va a seguir para adelante”.