Eruca Sativa vuelve a Uruguay para presentar "Seremos primavera" en Complejo Sala

ENTREVISTA

Ya pasaron dos años, pero Brenda Martin todavía recuerda los detalles de la noche del jueves 12 de marzo de 2020. La bajista de Eruca Sativa ya había preparado las valijas y estaba para partir hacia Uruguay junto a sus dos compañeros, Lula Bertoldi y Gabriel Pedernera. Faltaban menos de dos días para el show que ofrecerían en las Canteras del Parque Rodó dentro del Montevideo Rock, el festival que ya había agotado sus 40 mil entradas.

Sin embargo, la aparición de los primeros casos de coronavirus en la región cambió sus planes. “Estábamos por salir para allá, pero nos enteramos que teníamos que esperar 14 días para volver”, comenta Martin (izq en la foto) a El País. El resto es historia conocida: el 13 de marzo se decretó la emergencia sanitaria en Uruguay y el Montevideo Rock pasó a ser una de las tantas anécdotas de lo que la pandemia se llevó. Una semana después, Argentina decretó la cuarentena obligatoria y los miembros de Eruca Sativa pasaron siete meses sin verse. “Fue tremendo”, resume.

Y, entre las frustraciones acumuladas durante esa etapa —varias de ellas contempladas en “Día mil”, su nueva canción—, está la falta de presentación del disco Seremos primavera en Montevideo. Ese trabajo de 2019, que acumuló tres nominaciones al Grammy Latino y se llevó el Premio Gardel al mejor álbum de rock, califica como el más maduro e introspectivo del power-trío formado en 2007.

Y, a dos años de aquella visita frustrada, finalmente llegó el momento de presentarlo al público uruguayo. Lo harán mañana, a las 20.00, en Complejo Sala y las entradas se venden en RedTickets. “Vamos con muchísimas ganas de tocar porque siempre nos han tratado muy bien y la pasamos muy lindo”, dice sobre el recital que originalmente habían anunciado para el 4 de febrero y que debió ser reprogramado.

Más allá de la espera, este tiempo permitió que Martin analice el camino de Seremos primavera desde otra perspectiva. “Cada disco representa de la mejor manera posible lo que sentimos en ese momento, y este nos encontró con una necesidad muy grande de volver a la intimidad”, explica. “Lo terminamos de componer en el estudio sin nadie más cerca y eso nos llevó a un proceso súper distinto y honesto”.

A diferencia de sus primeros trabajos —“empezamos a los gritos, como intentando abrirnos espacio”, reconoce—, el trío puso en segundo plano al sonido agresivo, los bajos tocados con slaps y a los riffs arrolladores para abrazar nuevas texturas, instrumentos y hasta silencios. Es un álbum bisagra en su discografía y uno de esos cuyos detalles se enriquecen con cada escucha. 

“Seremos primavera tiene una calma diferente y tiene que ver con experiencias personales: Lula y yo habíamos sido madres, y en el transcurso de la grabación Gabi quedó embarazado. Fueron momentos muy fuertes”, recuerda. Y quienes esperaban un sonido agresivo al estilo de Blanco (2012), seguro se llevaron una tierna sorpresa al encontrarse con los dulces acordes de piano sobre los que se construye “Omara”, la balada que abre el disco. "No quisimos llevar a las canciones hacía un lugar que no fuera su cauce natural", advierte Martin.

Además de la maternidad —que resuena en las delicadas “Caparazón” y “Seis”—  Seremos primavera es un documento de una etapa de cambios a cargo del movimiento feminista. Basta con prestar atención a la letra de “Creo”, una chacarera con tintes de rock pesado: “Porque unidas nos sabemos fuertes, / Venimos a luchar, / Porque no seamos invisibles nunca más”. Lo mismo sucede en “Por quienes vendrán”: “Las batallas no me tomarán, / voy a elegirlas”.

Para Martin, Seremos primavera es “una fotografía de ese momento, pero a la vez se resignifica todo el tiempo”. Y mañana, cuando suban al escenario de Complejo Sala, varios de los mensajes del álbum tendrán una nueva óptica. Solo hay que estar atentos al mensaje.