Los hijos de Matt Groening llegan a los 450 episodios el próximo domingo

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FRAZIER MOORE / AP

Desde hace mucho simplemente se ha asumido una vida perdurable para Los Simpson y su brillante folclore negativo. Lo que comenzó hace 20 años como por casualidad estalló con fuerza arrasadora en la cultura popular satirizando la sociedad.

Este domingo, la cadena Fox transmite el episodio número 450 de la serie, Once Upon a Time in Springfield (érase una vez en Springfield), al que seguirá un documental de una hora de Morgan Spurlock (30 Days, Super Size Me), extravagantemente titulado The Simpsons 20th Anniversary Special in 3-D on Ice (Los Simpson especial de 20 aniversario en 3D sobre hielo).

Durante esta temporada, cuando La ley y el orden, de NBC presume de haber alcanzado a Gunsmoke como el drama televisivo de horario estelar con más años en la televisión, The Simpsons se ha impuesto como la serie nocturna con guión más perdurable de la TV.

"Creo que podríamos seguir otros 20 años, de hecho", dijo a AP Matt Groening, el creador de Los Simpson, antes de soltar una carcajada en un reciente homenaje al programa.

Los realizadores esperan que el espectacular reparto de voces se mantenga hasta el final. Luego de 20 años, Dan Castellaneta sigue a pleno pulmón como el corpulento y mentecato papá Homero, Julie Kavner es la mamá con peinado de torre Marge, Nancy Cartwright es el primogénito contestón Bart y Yeardley Smith es la super inteligente hija Lisa.

Por supuesto, estos astros de Los Simpson son bien servidos por un arte visual que, entre otras cosas, los mantiene inocuos al paso del tiempo.

Los escritores del programa también desempeñan un gran papel, creando meticulosos guiones que en comparación hacen polvo de la mayoría de las series de comedia.

Lo que me encanta de Los Simpson es que es tan colaborativo``, dijo Smith. "Los actores hacen un tercio, los animadores hacen un tercio y los escritores hacen un tercio. Así lo veo".

También forma parte del reparto Hank Azaria, quien presta su voz a numerosos personajes que incluyen el jefe de policía Wiggum y el propietario de la tienda de abarrotes Apu Nahasapeemapetilon.

Completan el elenco Harry Shearer, cuyos papeles estables incluyen al Sr. Burns, Waylon Smithers, Ned Flanders, el Reverendo Lovejoy, Kent Brockman, el Dr. Hibbert y el Director Skinner.

Con el paso de los años, las muchas voces de Shearer fueron parte del emergente mundo de Springfield, una comunidad ignorante que parece satisfecha conformándose con menos en casi todo: educación pública; religión organizada; noticias y programación infantil de TV; gobierno, cumplimiento de la ley, negocios, consumo de alimentos y bebidas; y algunos asuntos medioambientales, como la planta nuclear que emplea a nada más y nada menos que Homero Simpson como inspector de seguridad.

"¿Cuál es el mensaje de Los Simpson? Que la gente, por toda su habladuría pomposa, está dispuesta a conformarse con menos si es más fácil o si pueden ahorrarse algunos dólares. Uno mira alrededor y la única persona que proclama con ostentación su búsqueda de la excelencia es (el comentarista radial conservador) Rush Limbaugh", dijo Shearer, imitando al popular presentador de radio: "Yo presento excelencia".

"Eso tiene que decir algo", agrega Shearer. "Todos los demás están simplemente sobreviviendo``.

Pero él, a diferencia de la mayoría de la gente que hace un balance de Los Simpson en estos momentos de su trayectoria, rechaza cualquier afirmación grandiosa de su legado.

"Junto con el fútbol estadounidense de la NFL, Los Simpson colocan a la cadena Fox en el mapa``, dice. "Y Fox ha cambiado el rostro de las cadenas televisivas; uno debe decidir si para mejor o para peor``.

"Me gustaría poder decir que nosotros inspiramos un montón de programas divertidos, inteligentes, irreverentes y ácidos que tomaron una visión hiriente de las instituciones de la sociedad. Pero no creo que lo hayamos hecho".

Y tampoco cree que la serie -ni ninguna sátira contemporánea- realmente cambie algo de lo que satiriza.

"Por ejemplo, después de 20 años y 450 episodios", resume Shearer, "no creo que Los Simpson hayan incrementado el escepticismo del país sobre el poder nuclear".