Publicidad

El israelí Calderón con la Filarmónica de Montevideo

Estará el martes próximo en la sala del teatro Solís

Compartir esta noticia
 20120630 600x460

Rani Calderón nació en Israel y su primera formación la hizo en la Rubin Academy of Music de Jerusalén y en la Rubin Academy of Music en Tel-Aviv; más tarde se trasladó a Europa donde estudió en la Ópera de París y en Dresden, desarrollando una intensa carrera en el viejo continente.

Ha dirigido producciones de ópera y conciertos en el Teatro de La Monnaie de Bruselas, La Fenice de Venecia, la Filarmónica de Sofía en Bulgaria, la Orquesta Colonne de París, la Ópera de Toulouse, I Pomeriggi Musicali de Milán, la Orquesta Sinfónica Rishon le-Zion, la Raanana Symphonette y la Orquesta de Cámara Ashdod en Israel. En 2002 dirigió por primera vez en Chile y comenzó una relación que lo llevó a ser titular de la Orquesta Filarmónica de Santiago desde 2009, período que culmina esta temporada.

Es joven, entusiasta y absolutamente analítico. Le interesa mucho el repertorio alemán, de hecho en Montevideo dirigirá la Cuarta Sinfonía de Beethoven pero no tiene problemas en dirigir obras italianas; o sea, puede ir perfectamente de Mozart a Verdi o viceversa. Ni tampoco en hacer música francesa de la que se ha ido convirtiendo en un especialista: dirigió Thais de Massenet en el Festival de Sant-Etienne en Francia, Faust en Oviedo y en Dresde y Samson et Dalila en Montecarlo. Por lo mismo es que ha profundizado en las tres escuelas estilísticas. La primera parte de su concierto del martes con la Filarmónica de Montevideo estará dedicado al repertorio francés con el Preludio para la siesta de un fauno de Debussy y las Canciones de Don Quijote de Ravel con el barítono Alfonso Mujica como solista.

Calderón ha señalado que entendió "bastante temprano que el estilo de la música está muy ligado al idioma". Y él puede afirmar ello con conocimiento de causa pues en la actualidad habla fluidamente hebreo, inglés, italiano, francés, alemán, ruso y español, pues estima que "cada idioma tiene un sistema expresivo propio. Y sin entender eso no puedes entender la música, porque la música viene de la palabra", expresa.

Calderón confiesa que en todo lo que hace le gusta ir a lo profundo. Desde el estudio, el deporte (es un gran deportista) o su forma de hacer música. Nada en él es a media tinta. Se ha preparado exhaustivamente para ser director de orquesta; es un sólido pianista que ha llegado a tocar en conciertos el ciclo completo de las Sonatas de Beethoven y cuando dirige desde el foso está en todos los detalles de la producción. No tiene miedos y goza de los desafíos que le demanden toda su atención. Está convencido que la construcción de un proyecto artístico exige un trabajo a fondo a largo plazo, tanto en lo técnico como en lo musical y se sabe uno de los directores constructores; un hacedor de orquesta. "El rol de una orquesta y un tea- tro hoy es muy importante y es un espacio fundamental para desarrollar valores democráticos y culturales", dice Calderón.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad