NUEVA YORK | AP-S. RATNER-ARIAS
La cineasta argentina Celina Murga terminó formalmente su año como `protegida` del maestro Martin Scorsese y dice que el cineasta respetó su propio proceso creativo y no se despidió con un adiós sino más bien con un hasta pronto.
"La verdad que estoy muy contenta porque todo indica que sí (volveremos a vernos). Cuando me despedí de él en Londres me dijo, `¿Cuándo vienes otra vez a Nueva York? ¿Febrero? ¿Marzo?` Ya me quería poner una fecha!``, dijo Murga en Nueva York, horas antes de tomar el vuelo de vuelta a Buenos Aires.
Murga, ganadora de premios en los festivales de Venecia, Rio de Janeiro y Buenos Aires, fue seleccionada por la "Iniciativa Artística Rolex para Mentores y Protegidos``, donde en una segunda instancia Scorsese la eligió entre otros dos aspirantes para que fuera su discípula durante un año. La pareja presentó la semana pasada en Londres un resumen de lo que fueron sus meses de trabajo.
"Cada pareja de maestro y discípulo hizo algún tipo de presentación pública que de algún modo habló del vínculo que se hizo durante el año. En nuestro caso, cada uno eligió algunas películas que de algún modo nos han marcado, mostramos fragmentos y hablamos a partir de eso de cine y de cuáles son las cosas que nos vinculan... como personas. Estuvo muy lindo``, dijo la directora de Ana y los otros (2003) y Una semana solos (2007).
La realizadora de 36 años empezó a principios de 2009 su período bajo la tutela del director de películas como Buenos muchachos y Casino, acompañándolo día a día durante casi dos meses en el plató de Shutter Island -con Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo y Ben Kingsley- en Boston. "Fue muy intenso ir todos los días al set y estar sentada al lado de él frente al monitor observándolo interactuar con su equipo y charlar``.
¿Se sintió intimidada? "Un poco``, reconoce. "Pero (Scorsese) es muy cálido y humano en la forma de vincularse. Uno se puede sentir cohibido por el mito, pero él tiene una capacidad muy grande de encontrar la forma de romper el hielo y hacerte sentir cómoda``.
Murga estuvo varias veces en Nueva York, donde presenció parte de la edición y mezcla de sonido y donde pudo opinar, "ya sea porque él preguntaba o porque se daba la posibilidad``. "Estuvo buenísimo poder ver varios de los armados previos al definitivo, poder hacer seguimiento de las decisiones que se fueron tomando``, dijo la directora, para quien independientemente de lo distinta que pueda ser la escala que maneja Scorsese, la esencia de dirigir es la misma.
"Los dos llegamos a una conclusión buenísima ... El momento de decir acción y dirigir a un actor es un momento que es el mismo con cinco o 400 personas en la producción``, dijo Murga. "El director está enfocado en qué emoción hay que sacar del personaje, qué quiere narrar con ese encuadre, con ese movimiento de cámara, con ese color ... Es fácil perderse en los problemas que implican hacer una película que el desafío de estar enfocado es el mismo``.
Alabada por la crítica por las sensibles actuaciones que logró de sus jóvenes actores, Murga conversó con su maestro sobre el guión que está escribiendo, La tercera orilla del río, que planea rodar en 2011. "Es sobre la relación de un padre y un hijo, una relación muy compleja que tiene mucho de violencia y autoritarismo, un desafío más grande que el tipo de personajes que estuve narrando antes``, adelantó. "Y fue buenísimo discutirlo con él. Sabe narrar muy bien ese tipo de personajes más complejos y tanto a él como a mí nos interesa esa posibilidad de conectar con las personas``.
Futuro: La argentina pudo discutir con su maestro el guión de la película que dirigirá.