Redacción El País
Menuda tarea la de Madame Web, la superheroína de Sony (y de Marvel) que interpreta Dakota Johnson. Por un lado, seguramente, salvar al mundo de algún villano extraodinario pero con alguna flaqueza, lo que suele ser una tarea complicada.

Y por otro, lo que tampoco es fácil, rescatar al cine del entretenimiento superpoderoso del lento ostracismo al que parece condenado, dado los fracasos recientes. Martin Scorsese -quien certeramente dijo que eso no era cine- debe estar festejando.

Los síntomas son tan evidentes que el semanario británico The Week llamó 2023 como el “año de la fatiga del superhéroe”. Entre la pila de proyectos fallidos que habilitan ese diagnóstico ubica a Shazam: La furia de los dioses, The Flash, Blue Beetle y la última de Aquaman, El reino perdido. Y eso es solo DC, la parte menos relevante de esa batalla de los comics que se ha convertido el cine industrial americano.

Marvel, por su lado, suma tropiezos como Ant-Man and The Wasp: Quantumania, -que hasta se cobró el puesto de la ejecutiva de Disney, Virginia Alonso, que es argentina-, Guardianes de la galaxia Vol. 3 (recaudó 845 millones de dólares, un montón pero algo por debajo de los mil millones y de ahí para arriba que esperaban sus responsables) y The Marvels, que podría ser considerada la pieza que derrumbó el yenga de los superhéroes.

Han sido víctimas, quizás, de su propia ambición: las inabarcables adendas anecdóticas en series, otras películas y hasta comics, alienó a todo el público sin tanta dedicación como para seguir eso.

Para muchos, así, el ciclo terminó en Endgame, el cierre a toda máquina de aquella fase de Marvel. Recaudó 2.100 millones de dólares y es la décimosexta película más taquillera de la historia (tras los ajustes por la inflación); la más rentable de la historia, por si le da curiosidad, es Lo que el viento se llevó que es de 1939.

Es difícil mantener el negocio abierto e interesante después de algo así. Para 2024, recuerda la revista especializada Variety, entre Marvel y DC solo tienen anunciados dos estrenos: Deadpool 3, a través de Disney y Joker: Folie à Deux, con Warner, respectivamente. Y son dos franquicias que se han mantenido casi por fuera de las grandes sagas de sus marcas.

En ese sentido, Sony, que conserva una parte (la menos rentable, quizás, sacando Spider-Man al que produce a medias con Disney) de la sucesión de Marvel, tiene tres películas de superhéroes anunciadas.

Madame Web, que llega este miércoles a las carteleras de cine locales, es la primera. Después vendrán Kraven, el cazador (dirigida por un director de cierto prestigio, JC Chandor) en agosto y Venom 3 en noviembre. Son películas más austeras y que no necesariamente dependen de una millonada en boletería para desquitar la inversión.

Definida, en los textos promocionales, como “la Doctor Strange de Sony”, el referencia al hechicero de barba candado y capa que interpreta Benedict Cumberbatch y que le funcionó tan bien a Marvel, Madame Web es el rescate de un personaje secundario histórico de la marca.

Aquí, Casandra Webb, el personaje que interpreta Dakota Johnson (lejísimo de las 50 sombras de Grey), es una paramédica de Manhattan, que después de un accidente, se hace con el don de la clarividencia y, como bonus, la capacidad de cambiar el futuro. Con esas nuevas superhabilidades, tendrá que llevar a tres adolescentes a encontrarse y controlar sus propios poderes.

La acción transcurre en 2003 y es del universo que gira alrededor de Spider Man. En su encarnación original es una anciana ciega y prostrada con una enfermedad degenerativa (acá es Johnson a los saltos y acrobacias) y conectada a un sistema de apoyo vital que recuerda la tela de una araña, de ahí, se supone, su nombre. La primera vez que apareció en una historieta fue en 1980 y este es su debut en el cine. Es una historia de origen, de presentación.

Es de otra debutante, S. J. Clarkson, una inglesa que ha dirigido capítulos para un montón de series importantes, incluyendo Succession, y que aquí encara su primer proyecto de cine con pretensiones de blockbuster. El elenco lo completan la ascendente Sydney Sweeney (de Euphoria y White Lotus), Celeste O’Connor e Isabela Merced, en tres versions diferentes, por lo visto, de Spider-Woman. Al villano, Ezequiel Sims, lo interpreta Tahar Rahim, el francés de El profeta.

“Es un mundo nuevo con nuevos personajes y todo desde la perspectiva femenina”, dice una entusiasta Johnson en una entrevista promocional cedida por la distribuidora local de Madame Web. “Al empezar, pensé que era muy diferente y algo que me interesaría ver. Me encanta no tener que saber nada sobre estos personajes. Y por esel mundo de Madame Web se ve muy diferente a otros mundos de Marvel. Y es maravilloso trabajar con un grupo de mujeres”.

Ese ambiente laboral y esos superpoderes enfrentan además el villano más temido: la taquilla. Y despertar una industria fatigada, sí, pero que siempre le encuentra la vuelta a la resiliencia.