La Nación (GDA)
"¿Cómo lo hicieron?”. La pregunta resulta inevitable al analizar la filmografía conjunta que Andy Muschietti, director, y su hermana Bárbara, productora, construyeron en poco más de una década, que fue de un corto que llamó la atención de Guillermo Del Toro a la expansión de esa misma historia en Mamá, producido por el propio mexicano.

La película, protagonizada por Jessica Chastain, tenía todo para anunciar a un equipo creativo que estaba listo y deseoso de hacer cosas más grandes. Entonces llegó It, un verdadero sueño para el dúo de argentinos fanáticos de Stephen King. El próximo paso lógico en Hollywood era hacer una producción todavía más ambiciosa y con presupuesto acorde, lo que, en estos días, significa una sola cosa: una película de superhéroes.

Así fue como el director y la productora se hicieron cargo de Flash, el nuevo film del universo DC. La película, que estrenó ayer en cines uruguayos, tiene como protagonista a Barry (el controversial Ezra Miller), un joven que tras un accidente en el que lo golpea un rayo, se convierte un superhéroe con el poder de la velocidad extrema: The Flash. En su búsqueda por cambiar el pasado y su incursión en otros universos paralelos, Barry se cruza y colabora con dos Batman, interpretados para la ocasión por Ben Affleck y Michael Keaton, en un regreso triunfal al rol que lo hizo famoso en 1989; con la Supergirl interpretada por Sasha Calle, y con otros personajes de DC. Aunque su principal aliado es otra encarnación de sí mismo.

Durante su visita a Buenos Aires para ser anfitriones de la avant premiere de Flash, los Muschietti hablaron sobre cómo hicieron una de las películas más esperadas del año. “Es lo más grande que ya hicimos, y fue excitante en ese sentido. Las películas de superhéroes son las más caras y a las que va más público. Fue una gran oportunidad para hacer un trabajo con los recursos apropiados”, explicó él.

Foto: Gerardo Viercovich.

El beneficio de contar con todos los recursos viene con una gran responsabilidad, para parafrasear una línea de diálogo de otra historia (y otra compañía) de superhéroes. En una maquinaria como la de DC, uno de los estudios más grandes de Hollywood, parecería ser necesario amoldarse a esta estructura.

“A veces la fama de estas situaciones es más trascendente que las situaciones en sí”, aclara la productora. “Nosotros tuvimos una experiencia muy buena. Pudimos hacer la película que queríamos. No hubo interferencia, que es algo que es muy normal, sobre todo con las franquicias. Nos dejaron hacer nuestra película en paz”, agrega el director.

Uno de los mayores desafíos técnicos con los que se encontraron en Flash fue cómo hacer para que el actor Ezra Miller compartiera plano consigo mismo, interpretando a las dos versiones de Barry. Si bien existen muchas películas que incluyen este tipo de escenas, Andy Muschietti tuvo que buscar una nueva tecnología para conseguir la estética que quería lograr. “Quería hacer algo más liberado, donde la cámara a veces hace movimientos de 360 grados alrededor de los personajes, casi cámara en mano. Entonces recurrimos a esta cosa que se llama ‘captura de volumen’. Es la primera película en la que se usa esa tecnología”.

El trabajo con los actores fue fundamental para lograrlo. La película contó con un elenco fuerte, que incluyó también a Maribel Verdú como la madre de Barry; Ron Livingston como el padre, y Michael Shannon como el villano General Zod.

Por otro lado, el humor presente en Flash es una constante en las películas de Andy Muschietti, quien parece puntuar muchas de las escenas con un remate humorístico. “Para mí es algo muy instintivo y también racional. Considero que el humor te ayuda a identificarte más rápido con los personajes. Sobre todo si sale de las fallas humanas”, dice.

A su vez, su hermana indica, con algo de orgullo fraternal y profesional, que estas inflexiones de comedia surgen más que nada del trabajo que el director hace sobre el guion: “Andy las va descubriendo y las va metiendo, a veces con un par de semanas de anticipación, a veces sin ninguna anticipación…”.

Para el director es importante trabajar eso en el momento con el actor, en especial con uno como Miller, a quien describe como un genio y “un actor superlativo, además de un comediante excepcional”.

Muschietti solo tiene elogios para el intérprete, que se vio envuelto en una serie de escándalos y problemas judiciales que pusieron en jaque su carrera. Tras un período en rehabilitación el actor pidió disculpas públicamente en 2022.

Flash fue rodada durante la pandemia de covid, con protocolos estrictos y muchos problemas que pudieron solucionarse para terminarla. “Fue la única película de ese tamaño, con unas mil personas en el equipo, y no tuvimos que parar. Se cayeron departamentos aquí y allá; un día de repente se nos caían los dobles de riesgo, pero seguíamos”, cuenta Bárbara.

Además de haber esquivado los obstáculos impuestos por la pandemia, la película se va a estrenar en salas, lo que era importante para los Muschietti, que defienden la experiencia colectiva de ir al cine. “Nosotros somos cinéfilos, es un sacrilegio pensar que tu película vaya a ir directo al streaming. Lo respeto, pero me duele en el alma pensar que la gente va a pararla para ir al baño”.

Para el realizador, hay una cuestión generacional que hace que ver películas en el cine le sea fundamental. “Hay una nueva generación con otra impronta. La nuestra fue exclusivamente del cine. Bueno, (se ríe) también la tele en blanco y negro de 12 pulgadas, donde vimos la primera serie de Batman. Pero lo nuestro era ir al cine y eso está muy grabado en nosotros”, dice Andy, “y queremos repetir esa experiencia”.