Redacción El País
A lo largo de más de cinco décadas, Meryl Streep se consolidó como una de las grandes figuras del cine mundial. Películas como Kramer vs. Kramer (1979), Memorias de África (1985), Los puentes de Madison (1995) o El diablo viste a la moda (2006) construyeron su leyenda y la llevaron a ser la intérprete con más nominaciones al Oscar en la historia. Pero incluso para ella, existe un referente: Robert De Niro.
“Cuando estaba en la escuela de arte dramático, lo idolatraba. Después de ver Taxi Driver, me dije: ‘Ese es el tipo de actor que quiero ser, quiero ser como él’”, reveló recientemente la actriz de 76 años.
Streep ha compartido pantalla con figuras de la talla de Dustin Hoffman, Leonardo DiCaprio, Al Pacino o Robert Redford. Aun así, fue De Niro quien la marcó de forma definitiva. Según contó, su primera experiencia juntos fue en El cazador (1978), y el vínculo fue inmediato. “Después de eso siempre quisimos hacer algo más juntos, y encontramos el guion de Enamorarse, que era una historia muy delicada, con mucha emoción interior”, recordó.
Además de admirarlo por su talento, destacó su entrega absoluta. “Me encanta trabajar con él porque es muy meticuloso y está muy comprometido con el momento, no soporta ningún tipo de mentira y seguirá y seguirá en busca de la toma que le parezca absolutamente veraz. Es todo un reto trabajar con él, pero es genial”.
La admiración, sin embargo, trasciende lo profesional. Streep y De Niro forjaron una amistad profunda que comenzó en los años 70, cuando ella atravesaba una de las etapas más difíciles de su vida. Por entonces, su pareja era el actor John Cazale, diagnosticado con cáncer de pulmón. Ambos tenían dificultades económicas para costear el tratamiento médico, y fue De Niro quien intercedió ante el director Michael Cimino para que los incluyera en El cazador. Además, se ofreció a cubrir parte del seguro de salud de su amigo.
Compartieron escena tres veces: primero en El cazador, luego en Enamorarse (1984), una historia íntima sobre dos desconocidos que se conocen en una librería y se enfrentan a un vínculo inesperado, y más tarde en La habitación de Marvin (1996), que explora la relación de dos hermanas separadas por la vida.
La cercanía entre ambos también se reflejó en 2018, cuando De Niro fue el encargado de entregarle a Streep un premio honorífico del National Board of Review. Al subir al escenario, el actor sorprendió al darle un beso en la boca, que la actriz recibió entre risas y sin incomodidad. Fue, quizás, otra escena más de una historia compartida que se sostiene en la admiración mutua y en la complicidad de dos gigantes del cine.
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