¿Qué hace Martin Scorsese como productor ejecutivo de una película que empieza con Joaquín Furriel entrando a la Facultad de Veterinaria de Montevideo?
La pregunta tiene una respuesta sencilla: Celina Murga.
La directora de El aroma del pasto recién cortado —esa película que, además de a Furriel, tiene en el elenco a la mexicana Marina de Tavira y a los uruguayos Romina Peluffo y Alfonso Tort— conoció al director de Taxi Driver cuando ella, en 2012, formó parte de la Rolex Mentor and Protégé Arts Initiative, pasando un año trabajando y aprendiendo bajo la tutela de Scorsese.
Desde entonces, ambos han mantenido una cercanía de maestro y discípula que llevó a impulsar una película. La presencia uruguaya se extiende a una semana de rodaje, la música de Luciano Supervielle, la actuación de Mirella Pascual y la participación en la producción de Nadador Cine (los de, por ejemplo, El empleado y el patrón).
Las otras productoras son las argentinas Tresmilmundos Cine —que Murga y Juan Villegas fundaron en 2005— y Mostra Cine, más la inglesa-estadounidense Infinity Hill, del argentino Axel Kuschevatzky.
“Era como un poco surrealista. Fue una locura. Estar en una película que empieza diciendo ‘Martin Scorsese presenta’ es como que nunca hubiera creído que iba a poder pasar algo así, ni me lo hubiera imaginado”, le contóa El País Romina Peluffo, quien conoció a Scorsese cuando El aroma del pasto recién cortado ganó el premio al mejor guion en el neoyorquino Festival de Tribeca.
“Estuve con él, pero no fui a saludarlo. No pude”, contó Peluffo. “Era mucha gente que estaba como moscas alrededor de la miel, y como que me mantuve un poco... Estuve ahí, lo escuché conversar, fui parte de la situación, pero no me dio para ir a presentarme porque era como demasiada gente. Estuvo ahí un rato, contó anécdotas, la gente estaba fascinada y yo también. Es chiquitito, muy chiquito”.
El aroma del pasto recién cortado es el quinto largometraje de Murga, quien nació en Paraná, Entre Ríos, en 1973, e integró la segunda generación de la Universidad del Cine, fermental semillero del nuevo cine argentino.
Su ópera prima, Ana y los otros, es de 2003 y fue estrenada en el Festival de Venecia. Desde entonces ha estrenado en las principales muestras del circuito cinematográfico: Una semana solos (2008), el documental Escuela normal (2012) y La otra orilla (2014), que tuvo su lanzamiento mundial como parte de la competencia oficial del Festival de Venecia. El aroma del pasto recién cortado se estrenó en San Sebastián y en Uruguay integró la competencia del último Festival Internacional Cinematográfico de Punta del Este.
“Si tengo que encontrar un denominador común (en mi carrera), creo que son los vínculos humanos y la voluntad de no juzgar a los personajes”, le dijo Murga al diario argentino La Nación. “Una voluntad de contar a los personajes, a los que les pasan cosas emocionalmente que, de alguna manera, se encuentran en algún tipo de debate emocional que los moviliza, que tiene que ver con otras personas que están en su entorno”.
El aroma del pasto recién cortado pasa por ahí.
La idea de su historia comenzó en 2017. “Siempre hacer cine en Argentina lleva tiempo. Acá estuvo la coyuntura de la pandemia, fueron esos dos años que influyeron en el proceso”, le contó Murga a La Nación. “Me parece que eso hizo que apareciera mucho más la universalidad de los personajes y de las situaciones”.
El guion —escrito por la directora junto a su esposo, Juan Villegas, y Lucía Osorio— sigue a dos protagonistas que nunca se cruzan, pero viven historias similares. Pablo (Furriel) es un profesor casado y con dos hijos que inicia un romance secreto con una alumna (Verónica Gerez). Natalia (De Tavira, que estuvo nominada al Oscar por Roma, de Alfonso Cuarón, donde hacía de la madre), que también es profesora, inicia un romance secreto con un alumno (Emanuel Parga). Las dos historias funcionan como un espejo y las parejas engañadas son los uruguayos Peluffo y Tort.
“Las historias serán muy parecidas, pero habrá claras situaciones y acciones que darán variaciones a los conflictos planteados”, cuenta Murga en las notas de producción. “El objetivo de estas variaciones es invitar al espectador a reflexionar o al menos hacerse preguntas sobre las cuestiones de género”.
“Esta historia surge a partir de ciertas conversaciones en torno al feminismo y la necesidad de complejizar dicho concepto”, agrega. “La película surge de la necesidad de repensarnos en relación a los vínculos y en relación a qué se espera de cada género en función de los roles de padre, madre, pareja. Y esto nos llevó a preguntarnos sobre la idea de familia y matrimonio. El camino que encontramos para contar esta idea propone una estructura muy particular que, de alguna manera, condiciona y provoca ciertas ideas de puesta en escena”.
El aroma del pasto recién cortado tiene un par de crisis de mediana edad, una estructura original, un par de historias de amor y de vida y algunos reconocibles paisajes montevideanos. Y a Martin Scorsese.