Lo original que tiene Better Man: La historia de Robbie Williams es el recurso de que su protagonista tenga la cara de un simio generada por computadora. El efecto, además, está tan bien resuelto que le dio a la película una nominación al Oscar en la categoría de efectos visuales; allí compite con Alien Romulus, la de Fede Álvarez.
El recurso de darle cara de chimpancé a la estrella principal tiene que ver, a los efectos narrativos, con que la película está centrada en cómo Williams, una de las grandes estrellas de la música pop, se percibe a sí mismo. Es una película sobre las inseguridades y las adicciones correspondientes de una millonaria estrella.
Williams, quien aceptó gustoso la idea de reemplazarlo por un simio que le ofreció el director Michael Gracey después de grabar más de 12 horas de testimonios, figura como productor ejecutivo y aporta la voz en off en primera persona.
En ese sentido, sacada esa original idea, Better Man no se diferencia mucho de otras biopics de artistas pop. La modalidad es tendencia e incluye apenas un ejemplo interesante (Rocketman sobre Elton John, que produjo Gracey) y mucha cosa olvidable donde hay que incluir -disculpas-, Rapsodia Bohemia, One Love sobre Bob Marley y casi todas las del rubro.
Cumpliendo a rajatabla la fórmula, Better Man es una crónica del suceso, la caída moral y personal y la redención que, aparentemente conlleva el estrellato. En el diagnóstico de Williams están un padre ausente, una abuela sobreprotectora y una inseguridad que lo llevó a las adicciones y los excesos que siempre justifican una película como esta. La historia está salpicada de nuevas versiones originales de la media docena de éxitos globales de su protagonista.
Williams nació en Stoke-on-Trent, una ciudad obrera de las Midlands británicas. De chico demostró un talento para showman y compartió admiración por Frank Sinatra de su padre (Steve Pemberton) artista vocacional con éxito de cabotaje. El pequeño consiguió canalizar esas ganas de ser famoso a través de Take That, una boy band mercenaria a la que se integró cuando tenía 15 años y se convirtió en una de los grupos más potentes de su época: tuvieron ocho números uno. Cuando la banda se separó en 1996 (un año después de que echaran a Williams, que llevó al extremo su rol del rebelde del grupo), se creó un centro de prevención de suicidio para las fanáticas desesperadas. Así de grande.
Su carrera solista es la que lo volvió internacional (aunque Estados Unidos siempre le fue esquivo) y el pop de estadio de canciones como “Angels”, “Rock DJ”, “Feel” o “She’s The One”, son un legado que aún mantiene su vigencia. En 2002, a los 28 años, firmó un contrato récord con EMI de 80 millones de libras por seis discos. Better Man llega más o menos hasta ahí; desde entonces, Williams ha mantenido un perfil más bajo, una vida de casado y algunas excentricidades. Tiene prevista una gira mundial para el próximo año, que se supone debería incluir Argentina, uno de sus mercados más fuertes.
A pesar de que tiene una personalidad pública arrebatadoramente arrogante (y uno de sus discos se llama The Ego Has Landed, “Ha llegado el ego”), el guion se concentra en los miedos con los que Williams afrontó su carrera. Es una película sobre buscarse a sí mismo y encontrar una redención. La victimización queda algo aliviada por los comentarios en off del propio Williams quien nunca parece tomarse en serio.
Los números musicales están bien presentados como montajes de tiempo que van contando momentos de su vida. Las coreografías son de Ashley Wallen e incluyen un par de números excepcionales que acompañan a “She’s the One” (cuando conoció a su primera novia, Nicole Appleton) y otro, muy energético, al son de “Rock DJ”. Es de lo mejor de la película.
El final con él y su padre cantando “A mi manera”, sucedió, sí, pero dramáticamente es de una obviedad que intenta explicar y disculpar a su personaje central.
Como en el caso de Rocketman, a Better Man, la salvan una idea original y un puñado de canciones que están buenísimas.
Better Man: la historia de Robbie Williams [* * *]
Estados Unidos, Reino Unido, 2024. Título original: Better Man. Director: Michael Gracey. Guion: Simon Gleeson, Oliver Cole, Michael Gracey. Con: Robbie Williams, Jonno Davies, Steve Pemberton, Damon Herriman, Raechelle Banno, Alison Steadman, Kate Mulvaney, Frazer Hadfield, Tom Budge, Anthony Hayes.
Duración: 135 minutos. Estreno: 27 de febrero, en cines.