Joachim Trier, el cineasta nórdico habló con El País sobre "Valor sentimental", una de las películas del año

Martín Imer

El director danés pero de carera noruega Joachim Trier (Copenhagen, 1974) está pasando el mejor momento de su carrera gracias a su ultima eslpelícula el drama familiar Valor sentimental.

Luego de un celebrado paso por el último Festival de Cannes, en donde se llevó el Gran Premio del Jurado, la película siguió acumulando distinciones hasta llegar a las ocho nominaciones -incluyendo mejor película dramática, mejor dirección y nominaciones a los cuatro actores principales- a los Globo de Oro. Se supone que tendrá una cosecha similar en los Oscar donde figura en las predicciones de las principales categorías. Sería una nueva confirmación del talento de Trier y su destacada presencia en el cine actual.

Es la nueva c olaboración del director con Renate Reinsve, la actriz de La peor persona del mundo, la película que lo consolidó como uno de os grandes cineastas contemporáneos. La película -que le dio a Reinsve el premio a mejor actriz en Cannes en 2021 y tuvo dos nominaciones al Oscar- representó el cierre de una llamada “Trilogía de Oslo” en la que Trier echaba una mirada sobre la generación surgida de la prosperidad petrolera noruega. Además de La peor persona del mundo la integran Reprise (2006) y Oslo, Agosto 31 (2011); las tres las protagonizaba Anders Danielsen Lie.

Aunque hay una cercanía narrativa y de estilo, la ausencia de Danielsen Lee, adelanta que Valor sentimental, que hoy se se estrena en cines uruguayos es un nuevo territorio para Trier. Aunque el tema de lo vínculos paterno-filiales ha sido siempre una de las inquietudes de su obra.

Se centra en una familia de artistas (el patriarca, un veterano y prestigiosio director de cine; una hija actriz que pudo establecerse gracias a un éxito en Netflix y otra que rechazó ese mundo a pesar de haber protagonizado de niña una película de su padre) enfoca el mundo del cine para centrarse en las dinámicas familiares disfuncionales, presentando un grupo de personajes que tal vez pueden comunicarse realmente solo a través del arte.

Luego de que el padre (que interpreta el sueco Stellan Skarsgård) le pide a la hija actriz (Reinsve) que sea la protagonista de su nueva película, la joven rechaza la oportunidad al considerar que solo la tiene en cuenta por su reciente fama, lo que crea una nueva grieta en la familia. No ayuda mucho a acercar la grieta cuando le ofrece el papel a una actriz estadounidense (interpretada por Elle Fanning) que, a pesar de haber protagonizado varios blockbusters globales, aún no logra consagrarse como una intérprete seria.

“Creo que tenía curiosidad por explorar las dinámicas familiares y todo empezó con dos hermanas que se preguntaban: ‘¿Por qué somos tan diferentes a pesar de haber crecido en la misma familia?’”, le contó Trier a El País. “Así empezó todo, y poco a poco, el personaje del padre se fue consolidando. Siempre he tenido la necesidad de trabajar con actores específicos. Tenía muchas ganas de volver a trabajar con Renate Reinsve y también hacerlo con Stellan Skarsgård, así que agradecí mucho que ambos aceptaran la invitación.”

Reinsve vuelve para un papel aún más desafiante que su Julie de La peor persona del mundo.

-¿Cómo ha sido evolución de su vínculo artístico con Reisnve y por qué sentía que era el momento para darle un papel así?

Trier: Creo que la conozco desde hace tiempo y ha crecido ¿sabes? En la película anterior interpretó a un personaje un poco ingenuo, y yo sabía que tenía más madurez que mostrarnos. Además, hablé con ella sobre el papel antes de terminar el guion, así que tenía buenas ideas y era un papel muy difícil de interpretar. Por ejemplo, cuando terminamos el último día, di un discurso para los actores y le di las gracias por ser Nora. Sé que fue muy duro, se echó a llorar y dijo: “Sí, estoy muy contenta de dejarla ir”. Fue duro, pero lo hizo muy bien. Estoy muy orgulloso de ella.

-Uno de los principales logros de la película es su enfoque naturalista al material que brinda la cámara depurada de efectismos y el realismo de sus interpraciones. ¿Cómo se logra eso en el set?

Trier: Creo que surge de la confianza. Paso tiempo con los actores antes de rodar. Lo llamamos ensayo, pero en realidad se trata simplemente de pasar tiempo juntos, hacernos amigos, conocernos, sentirnos seguros y que entiendan que estoy ahí para apoyarlos. No estoy ahí para ser cruel ni para presionarlos. Soy un director muy cariñoso. Intento inspirarles confianza y espero ganármela para que se arriesguen a descubrir la escena mientras rodamos y para que dejemos atrás todos los planes y tratemos de vivir el momento.

Otra virtud de Valor sentimental es su mirada honesta a la creación cinematográfica, lo que permite al director mirar hacia atrás y reflexionar sobre su propio oficio.

—¿Cuándo decidió que era un buen momento para hacerlo algo así de introspectivo?

Trier: Me encanta el cine desde niño. Crecí en una familia de cineastas. Mi abuelo era cineasta y mis padres trabajaban en el cine, así que cuando Eskil Vogt y yo nos sentimos a escribir esto, al principio pensamos: “Oh, no, estamos haciendo una película sobre gente del cine”. Pero fue interesante porque nos dio una clave de los personajes al ver que a pesar de que tienen una gran capacidad creativa, especialmente Gustav Borg (el personaje de Skarsgård) luego es tan torpe con sus habilidades sociales y su incapacidad para apoyar a sus hijas y comunicarse, aunque parece ser un director muy sensible. Me pareció interesante esa paradoja, pero como dices, la película también es una especie de carta de amor al cine. Intentamos usar películas, y él está en Deauville, en el festival francés de películas estadounidenses, y conoce a gente del mundo del cine. Yo quería abrazar el mundo en el que vivo y darles mi cariño. Todo el mundo habla del cine en tiempos de crisis y cosas así, y yo pienso: “Bueno, todavía me encantan las películas en los grandes cines. Me encantan.”