ESTRENO

Nicolás lauber

El mundo lo descubrió con Hamilton, aunque Lin-Manuel Miranda ya era una cara conocida entre los seguidores de los musicales.

Nacido en enero de 1980 en Nueva York pero de origen puertoriqueño, Miranda comenzó a escribir los primeros borradores de sus musicales siendo universitario. En ese entonces ya hacía freestyle y rap que mezclaba con ritmos latinos y urbanos, su sello musical.

En 2008 estrenó en Broadway In The Heights, musical que comenzó a escribir en 2005. Mezclando una historia de amor con algo de crítica social, rap y salsa, Miranda se convirtió rápidamente en uno de los nombres más conocidos de la calle de los teatros de Manhattan.

Recibió tres premios Tony, incluyendo mejor banda sonora y musical y un Grammy. Esas condecoraciones quedaron opacados por Hamilton, el musical sobre la vida del político Alexander Hamilton que sí consagró a Miranda. La obra se llevó 11 premios Tony, un Grammy, se presentó en la Casa Blanca, fue adaptado en una película (está en Disney+) y hasta le dio a Miranda, un premio Pulitzer al mejor drama. Y no había cumplido 40 años.

Desde entonces este actor, dramaturgo y compositor no ha parado de trabajar. Para Disney, compuso la banda sonora nominada al Oscar a mejor canción de Moana y estuvo en la secuela de Mary Poppins. El 6 de agosto estrena en Netflix la animación Vivo para la cual compuso la banda sonora y le presta su voz al pequeño protagonista. Y tiene otros dos proyectos en camino, debutará como director con Tick, Tick... Boom! que se basa en el musical autobiográfico de Jonathan Larson, y será el compositor de la animación de Disney, Encanto a estrenarse este año.

Y ahora desde ayer está en el catálogo de HBO Max la versión cinematográfica de In The Heights, donde Miranda tiene un pequeño papel, como uno de los vendedores que habitan en el barrio de Washington Heights, en Nueva York.

Inspirado por las calles donde nació y se crió, Miranda hace en In The Heights un retrato de las situaciones cotidianas de los habitantes de esas calles, mientras cuenta la historia de Usnavi De la Vega, un joven que trabaja en un mercado y sueña con volver algún día a la República Dominicana de la que tanto hablaba su fallecido padre.

La versión cinematográfica, a cargo de Jon M. Chu (el de la entretenida Locamente millonarios) ya es vista como el primer estreno de la temporada de Oscar 2022.

Protagonizada por Anthony Ramos (nominado al Emmy a mejor actor de reparto por la versión televisada de Hamilton), In The Heights se filmó en las coloridas calles de ese barrio neoyorkino en el que vive una pequeña comunidad de latinos, quienes buscan la manera de sobrevivir jugando a la lotería y recuerdan sus vidas antes de ser inmigrantes.

Y mientras está Usnavi, Miranda se permite hablar de temas que le interesan, como la vida de los inmigrantes, la diversidad de culturas y también la gentrificación.

También está Vanessa, una de las hijas del empresario de la cuadra, y en su hermana, Nina, la primera de su familia en asistir a la universidad, lo que preocupa, por los créditos estudiantiles, a su padre.

Evocando la comida, la música y las tradiciones que vivió Miranda en su juventud, In The Heights cuenta con una ágil edición, una colorida puesta en escena, buenas actuaciones y coreografías que invitan a bailar.

Más allá que se mantienen varios números musicales, no se trata de una adaptación fiel de la obra. Entre los cambios se encuentra Nina (interpretada por Leslie Grace), quien asiste a las protestas en apoyo por los derechos de los inmigrantes, los “Dreamers". Una respuesta a las políticas migratorias de Donald Trump, presidente de Estados Unidos cuando la película se filmó y se esperaba estrenar. La pandemia retrasó su lanzamiento que a Uruguay llega, por ahora, a través del streaming.

Entendida como una historia sobre trabajadores que persiguen sus sueños, inmigrantes que luchan por encontrar su lugar de pertenencia, o un tributo a los sacrificios de los padres (biológicos o del corazón) por el futuro de sus hijos, In The Heights es una celebración a una cultura, contada con gracia, mucho amor, y melodías que se quedarán después que se hayan terminado los créditos finales.