Está en dos de las series más vistas del año en Netflix y ahora hace de uruguayo en una película uruguaya

El País charló con Marcelo Subiotto, que está en "En el barro" y "El Eternauta" para Netflix y ahora es uno de los protagonistas de "Perros", la película de Gerardo Minutti sobre una rivalidad de vecinos en un barrio montevideano

Marcelo Subiotto
Marcelo Subiotto
Foto: Estefanía Leal

Aunque ahora se lo identifica por series tan exitosas como El Eternauta (es Lucas, el amigo de Juan Salvo que es cooptado por los invasores) o En el barro (hace del siniestro doctor Soriano), la carrera de Marcelo Subiotto tiene más de 30 años y es una de las caras más repetidas en el cine y el teatro argentino e independiente.

Y ahora está en Perros, la película uruguaya de Gerardo Minutti en la que comparte elenco con María Elena Pérez, Noelia Campo y Néstor Guzzini. Allí interpreta a Fernando, el padre de la familia que se va de vacaciones y genera, con sus vecinos, una guerra de envidia y recelos.

Sobre los cambios en su carrera (que incluye puestas en escena con Daniel Veronese, con las que se presentó enUruguay), en qué está la segunda temporada de El Eternauta, hacer de uruguayo y cómo se mide la fama del streaming, El País charló conSubiotto.

—Viene del cine y el teatro independiente. ¿Cómo cambiaron su popularidad series tan existosas como El Eternauta o En el barro?

—Mucho. Ya hubo un primer cambio con Puan, la película con la que gané un premio en San Sebastián, pero El Eternauta, por ejemplo, con esto de las plataformas, fue otra cosa. Y ahora estaba filmando una película española en Canarias cuando se estrenó En el barro, donde hago un personaje siniestro. Y estando allá, a los tres días ya me reconocían en la calle: “Uy, usted es el doctor”. Es increíble cómo las plataformas multiplican la visibilidad. Con El Eternauta fue una explosión. En Buenos Aires, donde casi no uso auto y me muevo en transporte público, en el colectivo o en el subte me piden fotos todo el tiempo.

—¿Cómo le llega Perros?

—Había trabajado por primera vez en Uruguay en una serie que se llamó Ámsterdam para HBO México. Ahí conocí a (el productor) Sandino Saravia, que fue quien me acercó Perros, porque estaba desde el inicio con Gerardo “Tato” Minutti, el director. Él pensó en mí para el personaje de Fernando, lo habló con Tato y así me llegó la propuesta.

—¿Qué criterios tiene para elegir un proyecto?

—Tengo varias miradas. Soy un actor que vive de esto, entonces hay proyectos que pueden gustarme más o menos. Pero tengo la suerte de ser un actor de teatro, y como muchos actores de mi generación, entré al audiovisual ya de grande. Hay una particularidad en lo que hago que hace que me llamen por eso, entonces en general los proyectos son interesantes. No me engancho en los que no entiendo bien la propuesta estética o veo que el director o la directora no tiene una visión clara. Si siento que voy a tener que trabajar como ganado, eso no me atrae. Por suerte, la mayoría de los proyectos se ajustan a lo que me da ganas de hacer.

—Tiene una fuerta presencia en muchas películas del cine independiente argentino, lo que supongo lo preselecciona para ciertos proyectos. ¿Es así?

—Sí, sigo estando en el universo del cine independiente, que es muy importante en la Argentina. Es el lugar donde seguimos haciendo propuestas y miradas que tal vez la gran industria no abarca. Además, son lugares donde uno afina el instrumento como actor, donde puede buscar cosas que no aparecen tan fácilmente en el cine industrial. Así que sí, estoy siempre en el cine independiente, aunque también en la industria. Los disfruto por igual, son espacios diferentes.

—¿En qué tradición se ubica en la actuación?

—En la del teatro independiente argentino, particularmente de Buenos Aires, que tiene una historia muy larga e importante. Me formé a fines de los 80 y comienzos de los 90 en técnicas actorales relacionadas con Grotowski y Eugenio Barba, con una exposición muy especial del cuerpo y la voz. Trabajé muchos años sobre eso. Pero siempre fui curioso. En los 90 el teatro independiente estaba absolutamente separado del teatro comercial, no había cruces. Y dentro del teatro independiente, las escuelas discutían entre sí. Yo me formé en ese contexto, en una de esas escuelas —la llamada antropología teatral—, pero siempre me acerqué a otras estéticas, a otras miradas. Siempre fui nómade, no fui dogmático.

—¿Cómo llega el cine?

—En los 2000, cuando empieza un movimiento de cine independiente. A partir de políticas de fomento, surgen nuevas miradas de nuevos directores que van a buscar actores al teatro independiente, y aparecen muchosde mi generación.

—Aunque Perros no esté explícitamente ambientada en Uruguay, uno puede reconocer rasgos locales. ¿Cómo se construye un uruguayo para un actor argentino?

—Para mí no fue difícil, porque al ser porteño estoy en el universo rioplatense, y no encuentro grandes diferencias. El barrio donde transcurre Perros podría ser uno del conurbano bonaerense, de la zona Oeste. Hay mucha cercanía, si bien hay diferencias de idiosincrasia o en la musicalidad, en ciertas palabras. Con Tato dijimos que no necesitábamos trabajar la uruguayidad del personaje.

—Funciona porque también representa una mirada uruguaya sobre los porteños en cómo la pareja de Guzzini y Pérez los mira a ustedes como a nuevos ricos.

—Si, la pareja que interpretamos con Noelia Campo, no es ni rica ni burguesa. Apenas asomaron y se van de vacaciones con quienes sí tienen dinero. Por eso

—Está trabajando en la nueva película del director de Puan, ¿no?

—Sí, con Benjamín Naishtat. Adaptó la novela Glaxo y la filmamos ahora en Brasil. Uno de los productores es brasile{o y, por la situación económica en Argentina, era más fácil filmar allá. Estoy muy entusiasmado: admiro mucho a Benjamín y el guion es maravilloso. Ensayamos mucho, ya tuvimos varios encuentros para trabajar escenas, incluso filmando con celular para ver encuadres o cómo abordar los textos. Hay un trabajo previo minucioso y un diálogo constante.

—Tengo que preguntárselo. ¿En qué está El Eternauta?

—En proceso de escritura y el año que viene harán las convocatorias. Lleva mucho tiempo de filmación y postproducción. La segunda temporada tendrá muchos efectos porque es el comienzo de la guerra.

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