TRAGEDIA

"Es muy difícil que esto suceda”, le dijo a El País Franco Burattini, uno de los encargados de efectos especiales más importantes de la región. El especialista argentino se refiere a lo que le acaba de pasar al actorAlec Baldwin.

Según el parte del departamento del sheriff del condado de Santa Fe, en New Mexico, al responder una llamada de emergencia por un tiroteo en el Rancho Bonanza Creek, un famoso set de rodaje de Estados Unidos, hallaron a dos personas heridas de bala por un arma de utilería disparada por Baldwin. Fue durante el rodaje de Rust, un western que protagoniza.

La directora de fotografía, Halyna Hutchins, de 42 años, falleció en el hospital. El director, Joel Souza, de 48 años, fue dado de alta después de ser atendido por las heridas.

Baldwin, que tiene 63 años y es una de las grandes estrellas de Hollywood fue interrogado por los detectives que investigan el incidente. No fue arrestado, ni se presentaron cargos aunque sí está abierta una investigación.

El actor se expresó a través de las redes sociales. “No hay palabras para transmitir mi conmoción y tristeza por el trágico accidente que se cobró la vida de Halyna Hutchins, esposa, madre y colega profundamente admirada”, escribió en Twitter. “Estoy cooperando plenamente con la investigación policial para abordar cómo ocurrió esta tragedia, y estoy en contacto con su esposo, ofreciéndole mi apoyo a él y a su familia. Mi corazón está roto por su esposo, su hijo y todos los que conocieron y amaron a Halyna”.

Pero, ¿cómo suceden esas cosas? ¿Qué normas de seguridad se manejan en los rodajes? ¿Cómo se cuidan para que eso no pase en Uruguay?

Para contestar algunas de esas preguntas, El País consultó a Burattini —quien en sus 23 años de carrera tiene créditos en El robo del siglo, El Clan y El ángel, y producciones en Hollywood como Focus y Operación final— y la productora uruguaya María Zanocchi, responsable de la logística de proyectos como Miss Tacuarembó, Conquest (la de Netflix que se filmó en la Plaza Independencia) y quien ahora está en la próxima serie de Amazon, Desjuntados y en La Uruguaya.

Eso sí, tanto Burattini como Zanocchi avisaron que no iban a hablar de lo que sucedió con Baldwin, ya que desconocen los detalles de la tragedia. “Solo sabemos que hay varias familias destrozadas y una piba de 42 años muerta”, comentó el argentino.

“Las armas siempre están custodiadas y tienen el mismo tratamiento que si fueran reales, aunque sea un pedazo de plástico”, contó Zanocchi. “Si parece un arma de verdad en la película, tiene el mismo tratamiento. Es muy raro que a nivel de Hollywood pasen estas cosas”.

“Como ley primera, en un set de filmación no se puede, bajo ninguna circunstancia llevar una munición real, o arma real sin modificar”, dijo Burattini. Las armas de fogueo y las municiones son manejadas por el weapon master, o sea, un rubro que el argentino a cubierto en más de 40 películas.

Las armas que no se van a usar para disparar, que pueden ser réplicas de goma o plásticas, las que usan los extras, las maneja el utilero.

“Nadie puede andar paseándose con un arma en el bolsillo, porque para que los seguros te cubran, tiene que pasar a ser parte de lo asegurado, y se requieren los datos, como el número de serie del arma. Todas están identificadas individualmente y queda anotado quién la manipula”, dijo Burattini. Incluso, las armas y municiones se guardan en un lugar rotativo, para que nadie sepa dónde se encuentran.

“Este es un trabajo que tiene muchos controles, y más a ese nivel, donde la exigencia en los procesos de producción es muy grande”, dijo Zanocchi.

Cuando trabajó para el reality Amazing race, aprendió la filosofía del double check y triple check). “Ese es el método de trabajo que tienen. No puede haber un arma cargada en un set, eso es increíble”, agregó.

Esencialmente, cada vez que se utiliza un arma en un rodaje, hay una persona que alcanza el arma cargada al actor sabiendo cuántas municiones va a disparar. Cuando se termina de grabar la escena se la retira y se guarda.

“El arma no está dando vueltas por ahí. La manipulan solamente la persona que la carga y la descarga, y quien la va a usar. Antes de que se vaya a utilizar se abre, se muestra todo el tiempo, se dice si está cargada o descargada, cuántas municiones tiene, y para dónde se va a disparar. No es que el actor vaya y dispare para cualquier lado”, agregó Burattini.

El especialista agregó que en una película hay dos tipos de armas, para cuando se va a disparar, y para cuando solo se muestra en la pantalla. “La idea es siempre achicar las situaciones donde tengamos que usar las armas que disparan”, dijo. También señaló que lo que se dispara es “fogueo”: una munición que no tiene proyectiles, es solo la vaina y la pólvora que quema y sale por la boca del cañón generando el efecto visual y sonoro que se requiere.

Además, se hacen marcas fuera de cuadro con una cinta para que el actor vea dónde es seguro disparar.

“Nada es infalible, puede fallar todo, es lógico. Puede que falle el elemento o el ser humano que la manipula. Pueden pasar tragedias, pero es muy acotado cuando trabajás con ese nivel de seguridad”, dijo Buttarini.

“He trabajado para producciones de Hollywood y el nivel de rigurosidad que tienen es altísimo. Si bien nosotros somos muy rigurosos, ellos son mucho más”, comentó. El especialista argentino entiende que de igual forma, las tragedias pueden ocurrir, aunque en la historia del cine han sido muy pocas.

“Estadísticamente, las aeronaves son el modo más seguro de viajar”, dijo. “Claro, pasa que cuando te caés, te matás. En esto es lo mismo. Cuando hay un error es gravísimo, y si vamos a la cantidad de rodajes que hay por año con armas de fogueo y vamos a los accidentes que se produjeron, te das cuenta que los protocolos de seguridad, a nivel mundial, son muy buenos. Sino estaríamos hablando de esto más seguido y no se usarían”.

Por eso señala que el trabajo del especialista en efectos especiales es 50 por ciento seguridad, y 50 por ciento manejo de equipamientos.

Ese uso de las maquinaria puede incluir encargarse de las que hacen nieve, otras para hacer llover, controlar un incendio o una explosión, o preparar un arma de fogueo; y puede pasar que no ande la nieve, que la lluvia no caiga o que la explosión no salga. “Pero lo que no tenemos ninguna chance de fallar es con la seguridad”, aclaró.

Burattini dijo que hay un dicho americano para los encargados de efectos visuales y la exigencia que conlleva su tarea: “el único día que podemos tener un error es cuando decidimos dedicamos a este oficio”.